El Senado uruguayo despenalizó el aborto pero el presidente Vázquez vetará la norma. En la Argentina por primera vez los que apoyan la despenalizacion superan a quienes se oponen a ella. Los políticos salteños que siguen apoyando la criminalización
El Senado de Uruguay aprobó ayer martes la despenalización parcial del aborto. La norma -que permite a las mujeres decidir la interrupción de su embarazo durante las 12 primeras semanas de gravidez- recibió el apoyo de 18 de los 31 legisladores presentes. La iniciativa pasará ahora a Diputados.
El presidente uruguayo Tabaré Vázquez anunció que si el Parlamento autoriza el aborto vetará la norma. Ese veto sólo puede revocarlo la Asamblea General, es decir la reunión de las dos cámaras, donde se calcula que no se alcanzarán los votos necesarios.
De todos modos se considera que la ley aprobada por el Senado es un avance hacia la despenalización del aborto en Uruguay, para cuya efectivización sólo queda como obstáculo la reticencia presidencial.
En el congreso argentino existen iniciativas para legalizar el aborto, pero no han logrado todavía el apoyo parlamentario que tuvo el proyecto uruguayo.
Las encuestas de opinión pública están marcando -desde el año pasado-que por primera vez la franja de la población argentina que apoya la despenalización del aborto es mayor a la de los que se oponen a ella.
Salteños en contra
El candidato a gobernador por la Concertación UCR-MID, Luis Alberto Espeche, expresó públicamente durante la campaña su rechazo a la práctica del aborto. “No al aborto, sí a la vida”, es su lema «como hombre, como católico y como profesional».
También de cara a las elecciones la candidata a gobernadora del Partido Propuesta Salteña, Fanny Velarde tomó posición en forma contundente: “Estamos en defensa de la vida desde su concepción…”, dijo, en una declaración a la que podría suscribir cualquier dignatario de la Iglesia Católica. En consonancia con la posición del clero, Velarde se proclamó en contra de las medidas que está adoptando el gobierno nacional orientadas a despenalizar el aborto en la Argentina. “El concepto que tenemos de familia es muy importante y en ello está la defensa de la vida”, destacó Velarde. “Lavagna, también está en defensa de la vida”, sostuvo.
Temas como la educación sexual, la salud reproductiva, el uso de anticonceptivos y la necesidad de despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo llevaron a un fuerte enfrentamiento entre el gobierno de Kirchner y la jerarquía católica argentina. En el fragor del enfrentamiento monseñor Baseotto sugirió que habría que arrojar al mar al ministro de Salud Pública de la Nación Ginés González García en un lamentable paralelo con los «vuelos de la muerte» de la dictadura.
Ello desnudó uno de los motivos del apoyo incondicional de los líderes de la Iglesia Católica a la dictadura de Videla: la adhesión total de los militares a la posición de la iglesia en lo que respecta a la moral sexual.
El rosario y los ovarios
Una de las acciones con la que Carlos Menem logró durante su presidencia el apoyo de los jerarcas católicos fue su absoluta condena al aborto al punto que instauró «el día del niño por nacer». Pero su hipocresía quedó de manifiesto cuando su ex esposa Zulema Yoma reveló que cuando ella decidió practicarse un aborto Menem estuvo de acuerdo y no tuvo ninguna objeción moral al respecto.
El problema de la ilegalidad del aborto en la Argentina es grave, ya que provoca miles de muertes por intervenciones clandestinas en condiciones inadecuadas. Las víctimas son mujeres pobres. Las de la clase media y alta pueden pagar el costo que tiene la operación en condiciones sanitarias y profesionales óptimas, que es elevado en nuestro país justamente por la ilegalidad (en Francia se realiza en los hospitales públicos y la paga el estado).
La posición sobre el tema de las organizaciones feministas argentinas se resume en la consigna: «aborto legal para no morir, anticonceptivos para no abortar, educación sexual para la anticoncepción».
En una gran marcha que se realizó en la ciudad de Salta en 2.002 en ocasión de un Encuentro Nacional de Mujeres un grupo de feministas protestó frente a la catedral al grito de ¡saquen sus rosarios de nuestros ovarios!
En la mayoría de los países europeos la interrupción del embarazo es legal, al igual que en muchos estados de Estados Unidos.
En Latinoamérica en cambio -como ocurre en los países musulmanes- prima el prohibicionismo y la ilegalidad.
El mapa de la legalidad y la ilegalidad del aborto en el mundo parece mostrar claramente que en esta cuestión los aspectos culturales, ideológicos y religiosos son factores de peso en tanto determinan posiciones morales y legales distintas.