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domingo, noviembre 24, 2024

Hasta la victoria siempre, Jesús Ramón Vera!

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“En una de esas mañanas ya no abrimos los ojos…” es una frase que el poeta hizo suya – de Julio Héctor Lamas- para explicar por qué hasta el último momento hay que decir la verdad. Andaba con la tristeza a cuestas, pero no por su pobreza material y por el desamparo laboral que padecía, sino por la “deshumanización” de la sociedad.

No pude aceptar la noticia de su muerte. Si hasta hace muy poco, días pasados, recibí un último correo suyo sobre las Jornadas realizadas en el Roberto Maehasi de Rosario de la Frontera, un proyecto suyo para los jóvenes con aspiraciones artísticas. Ahora contamos con un luchador menos, alguien que era capaz de arriesgarlo todo por una causa justa.

En las últimas épocas el poeta ya no escribía, “Salvo algunos panfletos dedicados a las autoridades de Enseñanza Superior del Ministerio de la Provincia. Además, no tengo la tranquilidad necesaria. Tengo que tomar pastillas para dormir; no puedo ver tanta deshumanización, despreocupación y desinterés ante complejos problemas sociales. Es más, tuve que tirar mi título universitario al cesto de residuos. Y vivir comiendo salteado algo te desacomoda”– expresó en una de las últimas entrevistas que le realicé. Esos panfletos eran verdaderas denuncias contra Educación por el fallido accionar no sólo en contra suyo – por lo que ya no tenía trabajo como profesor en Letras- sino por lo realizado en contra de la Escuela Superior de Artes «Roberto Maehashi» ante el cierre de sus talleres.

Recuerdo su padecer por la destrucción del mural «El Imperio de la ciudad luz de Rosario de la Frontera» por lo que le escribió una carta a Evo Morales porque Francisco Ramos, ciudadano de Bolivia, fue quien destrozó el mural el 7 de enero de 2009 al comprarse un bar antiguo de la esquina de Sarmiento y Belgrano. En la Carta le decía: “Rogamos a usted unos conceptos sobre los bienes culturales y sociales en Latinoamérica”. Y aclaraba que lo apoyaba con fervor en su gobierno.

Pero también recuerdo su risa explosiva, amplia, casi ingenua, porque sabía reírse de sus avatares. Sus ojos mostraban una especie de enraizada nostalgia, cierta cristalización del sufrimiento, y sin embargo, la ternura que emanaban. Lo había conocido en la UNSa cuando casi de manera solitaria asistía a las clases de Literatura Argentina. Lo que aún conservo en mi memoria, como gran detalle de su hermosa rebeldía, era su trabajo final para la cátedra de Metodología – con la que se recibía de profesor- que un día leí en Hemeroteca. Era un manuscrito de hojas lisas de colores rosa, celeste, amarillo y blanco, en diversos tamaños, mezclado con hojas rayadas, todo escrito en lapicera. Una verdadera manifestación de repudio a ciertas cuestiones de la cátedra que eran vox pópuli. Nunca le confesé mi admiración por su valor. Finalmente había obtenido su título, al que después arrojaría a la basura. La Junta falseó sus puntajes y sus títulos universitarios no se computaban como hubieran debido.

Denunció públicamente la desidia de los funcionarios ante la grave situación que vivía Rosario de la Frontera por el suicido de los jóvenes. Criticó la falta de oportunidades para los de su pueblo, al que tanto amó, verdadero símbolo sagrado que contiene la historia sobre sus ancestros. Allí impulsó Las Jornadas del Arte Integrador, a las que llegó a invitar al presidente boliviano a través de su carta.

En la creación de la Escuela Superior estaba puesto su espíritu. Fue para hablar de su proyecto que nos volvimos a encontrar tras varios años. Como ecos de cajas, la esperanza resonaba en sus ojos. Pronto se desilusionaría por el escaso interés de los gobernantes en apoyar la Educación y la Cultura. Para remate, este año se produjo un episodio protagonizado por la Intendenta de Rosario de la Frontera quien amenazó con cerrar la Escuela de Arte. El conflicto derivó en amenazas al periodista Rubén Darío Heredia y al poeta, por su directa vinculación con el Maehasi y su firme postura de continuidad.

Soportó la discriminación hacia su persona en los ámbitos ligados al poder y el poeta sintió que muchos de los que en otrora lo consideraban amigo, lo iban dejando de lado ya sea por su apariencia, por su falta de dinero o por sus ideas.

Jesús Ramón Vera era uno de los últimos bohemios de Salta. Se fue a medio vivir, apenas con 54 años de edad. El silencio absorto despeja la tierra de su Rosario, allí donde la muerte encuentra al poeta desprevenido y lo absorbe en su lecho, cuna de misteriosos silencios.

“Hasta la victoria siempre”, decía toda vez al cierre de sus mensajes. Admiraba al Che, y por ello usaba la frase de Castro que lo homenajeaba, pero también como una forma de expresión esperanzadora para la gente de los sectores menos favorecidos.

Alejandro Morandini dedicó el poema “Esquina de Tigre y Teqsiqocha (Cuzco)” para Verita:

Dicen que el azar es rigor y belleza:

el pequeño Nemo

busca la pieza del rompecabezas que falta.

A veces recuerda con claridad

cosas que nunca ocurrieron. (en Bestias domésticas)

Con el aliento de su pluma abrimos otro capítulo, no para llorar su muerte sino para realzar su espíritu que por indomable, recuperó su ansiada libertad de la forma que más le cupo.

– Leer tambien:

Agradecimiento por Jornadas de Arte Comunitario en la Escuela Roberto Maehasi

http://www.salta21.com/Agradecimiento-por-Jornadas-de.html

Escuela de Arte intervenida en Rosario de la Frontera

http://www.salta21.com/Escuela-de-Arte-intervenida-en.html

Amenazaron al periodista Rubén Darío Heredia de Rosario de la Frontera

http://www.salta21.com/Amenazaron-al-periodista-Ruben.html

Jesús Ramón Vera: Rosario de la Frontera vs. desidia y maltrato de funcionarios

http://www.salta21.com/Jesus-Ramon-Vera-Rosario-de-la.html

Jesús Ramón Vera, facetas y proyectos

http://www.salta21.com/Jesus-Ramon-Vera-facetas-y.html

3 COMENTARIOS

  1. Hasta la victoria siempre, Jesús Ramón Vera!
    Qué decir ante la muerte. Quedan casi vanas las palabras que escribiera el señor Antonio Gutierrez, indignado porque alguien, otro poeta,dijera y publicara con nombre y apellido lo que era vox populi en Salta: esa marginación sistemática al poeta por sus ideas, apariencia o inclinaciones. No es nuevo. No conocí en el ambiente literario un escritor que no apreciara la obra de Vera. Sí sé de funcionarios y allegados a ellos que bastardeaban a los escritores, en especial a Vera. ¿Por ser comparsero? ¿Por tomar vino y no guardar las normas? Vaya uno a saber.
    Al poeta Ahuerma también lo estigmatizaron por su relación etílica, por sus ideas anarquistas, por decir la verdad. Y ahora será denunciado por decir lo que nadie se animó antes a decir.
    En esta Salta va preso el que se anima a decir la verdad. ¿Porqué nadie dice que a los escritores asociados en la Unión salteña se los dejo sin la sede que funcionó un tiempo corto en la Biblioteca? ¿Porqué nadie dice que les cerraron las puertas de la manera más cínica y solapada?
    ¿Porqué nadie ayudó a Vera cuando le cerraban su escuela de Arte? ¿Porqué nadie levantó su voz?
    Esto de hacer oídos sordos y mirar para otro lado cuando al otro lo están matando, es propio de una sociedad mezquina, corrompida por el poder, por las ansias de poder y las posturas snobistas.
    Gutiérrez, déjese de embromar.
    Vera, ojalá descanses en paz.

    • Hasta la victoria siempre, Jesús Ramón Vera!
      En la Universidad hubo una lista negra que persiguieron a todos los diferentes. (poetas, intelectuales y jóvenes brillantes) En los 70 con ayuda de las sectas de la UCS se instalaron en Humanidades y Ciencias económicas. En los ochenta se camuflaron y maltrataron en las Carreras de Historia y Letras. En los 90, la logia de los torquemadas se reciclaron con Menem. Allí Jesús Vera, sufrió el escarnio de las profe de la curia hipócrita, la derecha salto – tucumana. Cátedras que daban los títulos a las hijas de los funcionarios del partido renovador, o las botonas de cátedras. Fueron más de centenares los perseguidos en la Unsa. El Juez Lona tenía una lista que llegó hasta 1983, luego esa lista paró en manos de… Esto duró hasta el 2008. Esta trágica historia de Salta, está escrita y algún día será dada a conocer; a favor de las futuras generaciones, y como motivo de lo que no se debe hacer. La Justicia de apellidos, la Iglesia de catacumbas, la oligarquía criolla y sus lacayos profesionales tarde o temprano pagarán sus deudas.

  2. Hasta la victoria siempre, Jesús Ramón Vera!
    Conmovedora narración. Evidentemente este hombre fue uno de los seres valiosos que encontramos en la vida y que necesitan contención oficial y privada.

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