Este sería un eje motivador para que lean el artículo que sigue, dado que si no se funda una carrera docente, jamás se podrá con justicia hacer una sincera y racional grilla salarial.
– Por Marcelo José Farfán
Pobres contra pobres, como animales fuera de la civilización, en el monte de cemento y la decadencia de voto descalificado por analfabetos disminuidos, desde la política de la no enseñanza y para beneficio de un sector político que manda, ya sea este de Aristocráticos cholos o acholao, en el amplio espectro del mando tradicional de Salta… o caemos en el mando político de nuevos ricos, que creyéndose dioses en el olimpo no son más que guardianes de lo corrupto, esos personajes y protagonistas generadores de la decadencia Argentina son los que nos ningunean, tanto como aquellos y como siempre se hizo con el pueblo, porque donde el poder se lo acumula y cuida para el círculo cerrado, entonces no hay lugar para todos ni para ninguno… cuando a pesar de su confesionalidad se repitan unos y otros amaos los unos a los otros y a pesar de saber que el sol sale para todos…!!!
Los otros sectores sociocultural y económico de la administración publica, los empleados… o sea, la clase asalariada que se cree Clase Media, no es más que la PERRADA, este sector continuamente demanda se cumpla con la Constitución Nacional art. 16, sin otra condición que la idoneidad en los empleos, para la meritocracia, o democracia del mérito… pero a la vez no tiene proyecto de sus competencias si tiene claro que es merecedor de un una gauchada de algun contacto influyente!!!!
Los que no dicen nada son los sectores del acomodo, los idóneos alcahuetes y del clientelismo político por el que fueron incorporados, con no mejores condiciones ni sueldos, ni contextos favorables para la realización y el servicio…
Por otra parte los nuevos ricos como viejos ricos, ambos se ríen de la pelea murguera, que los sectores populares pobres realizan… se ríen ampliamente de la boba perrada y de la escuela de la «chanchería» o escuela del pobrerío que alguna vez fue la escuela pública de la Meritocracia… pero siempre habrá hombres y mujeres que orgullosamente desde la escuela pública, de la república democrática y de las letras; piensa con esperanza y seguro que harán con grandeza y firmeza, un Patria para todos y con todos incluidos, que entre dos océanos beligerantes y necios, lucharán por un futuro mejor, desde el pensamiento humanista, occidental y ecuménico… así lo expresó el Dr. Roberto Garcia Pinto en su libro “Desde un mirador austral”; cap. X.
Buscando más que una solución
A los docentes creo interpretarles cuando quieren hacer saber a la población que “si no vivimos como pensamos, terminaremos pensando como vivimos”. ¿No sería hora que racionalmente pensemos con grandeza y humildad, y demos al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, siendo justos, tolerantes y generosamente ciertos en lo que pedimos y ofrecemos verdaderamente ?
Parece ser, se pide o proponen respeto a la carrera docente, se habla sólo de ascensos jerárquicos. Cuando bien sabemos que hay desde hace mucho tiempo en otras instituciones, no precisamente educativas, una diferenciación de campos de operaciones, ascensos o categorías distintivas; por ejemplo en la carrera militar, hay oficiales y suboficiales. En la universidad hay desde hace mucho tiempo el ascenso académico en el campo de la enseñanza por una parte y, por otro el cargo electivo en el campo de la gestión.
La gestión administrativa, burócrata para cambiar verdaderamente, “implicaría ascensos tales como”: maestro secretario, vice-director, director, secretario técnico, supervisor, supervisor general.
Por otro lado debería implementar en forma paralelo al anterior una categoría de ascensos académicos desde la enseñanza; vale decir que si al docente le atrae la enseñanza y el aprendizaje más que la gestión, no se puede quedar desde que ingresa hasta que se jubila con el mismo cargo, sin ningún ascenso, para él cabría dos posibilidades de promociones de grado académicos, que en los hechos equivalen al de gestión con la diferencia que tales ascensos se denominarían: maestro titular, maestro especialista, maestro diplomado, maestro asesor, maestro académico. Si se presentaren casos especiales, de los autodidactas, escritores o investigadores; tendríamos que implementar la carrera de ascensos Honorarios.
Los ascensos automáticos como vienen dándose no pueden ser más que interinos, de una duración de no más de un año y concursados inmediatamente a la usanza vieja. Es importante que se concursen sin armar corrupción, inventando prórrogas o concursos cerrados y hasta obviando el concurso por tiempo indeterminado. Todos los docentes en respeto a su experiencia, como se viene haciendo hasta antes que se implemente el congelamiento de la antigüedad, tienen que ascender salarialmente con un 10, 25, 50, 75, 100 por ciento, según la antigüedad en el cargo, pero nunca debe existir entre un cargo testigo y el más encumbrado la diferencia más del 100 %. En la actualidad hay diferencias de 6 veces el cargo testigo, lo que considero una iniquidad.
Gestión/Maestro Secretario-Vice Dir.-Director-Sec. técnico-Supervisor-Sup.Gral.
Maestro Titular: 10% c/ cinco años antigüedad (Mtro. Secr.)
Maestro Especialista: 25% c/ diez años antigüedad (Vice)
Maestro Diplomado: 50% c/quince años antigüedad (Director)
Maestro Asesor: 75% c/ veinte años antigüedad (Secr. T.)
Maestro Académico: 100% c/ veinticinco años antigüedad (Superv.)
Maestro Honorario: 100% c/ veinticinco años antigüedad (Superv. Gral.)
Esta lucha que va más allá de un sueldito, que se satiriza en el cántico: “Tartagal, Pocito/ mostrame tu sueldito” … para el suscrito en particular, es una lucha que pone en riesgo mucho de nuestra humanidad, paz, concordia, aspiración al bien común, solidaridad, pluralismo, desarrollo de la conciencia moral, sentido del estado, el orden, la seguridad, sentido de la libertad, sentido de la ley para la justicia, el sentido de la igualdad y la equidad, el sentido de la participación y la responsabilidad, el sentido de la solidaridad, el sentido de la distinción de aquellas relaciones sociales significativas, que deben estar exentas de la acción directa de los controles políticos que me lleven a pensar, hasta donde hacer obediencia y poner un límite al desorden heredado desde muchos años y por una cultura bastante dictatorial, verticalista, controladora del pensamiento y de la ciencia, por medio de una obediencia de vida, panóptica para la obsecuencia servil, ordinaria, burda e inútil .
Esta lucha va más allá de un sueldito, demanda una democracia con meritocracia sincera.
Al parecer en 2008, asistimos a la nueva voluntad de mandantes, que resignarán intereses vanos, poseen el instinto de sujeción a las reglas de la vida social de nuestros tiempos, en especial del juego político serio, la intuición de la provisoriedad de la condición del adversario en cuanto tal; la propensión de la búsqueda del consenso en lugar del conflicto y de la negociación, en vez de la confrontación caprichosa y poco inteligente del gobierno anterior, parecen tener hoy el hábito de situarse en lugar de la necesidad y la urgencia tanto como de lo verdaderamente importante.
Tales elementos resultan absolutamente necesarios en la cultura cívica y educativa, ya que de lo contrario se estaría en presencia de una tendencia irrefrenable hacia la contienda abierta e ilimitada; que otrora llevó a victimas de la intolerancia, los golpes, violencia, agravios y miles de desaparecidos, cuya herida no cicatriza, ni sana lamentablemente… en otras palabras, la cultura política de la democracia es ante todo una cultura del consenso y solo subsidiariamente una cultura de la contienda, pero reglada.
De lo contrario se segmenta la provincia, fermenta en odios y resentimientos, entre provincianos, entre partidos políticos, entre el interior y la capital, entre gente de un mismo partido como entre empleados de seguridad entre sí y, de educación, entre los cuerpos jerárquicos y de administración, entre público y privado, entre periodistas objetivos y vendidos… en el fondo de todo subyace el desencantamiento en el tejido de la formación social.
Señores /as, volemos y soñemos alto, muy alto, como los sueños del Quijote, como los sueños del encantamiento de nuestros Padres Fundadores de la Patria , cuya tradición más respetada fue el honor, la paz, la concordia, la búsqueda constante del bien común y, pensemos seriamente, que todas las virtudes están comprendidas en la justicia, sabedlo muy bien y prestad atención “… La justicia de uno es la paz de todos…”
Hay que crear la carrera docente en Salta en el Bicentenario de la Patria
Alguien dijo por alli que la realidad es la unica verdad. Este, si se quiere, axioma se ajusta en mucho a lo vertido en este articulo, en el cual la realidad de la actividad Docente de Salta se refleja nitidamente en aspectos que muchas veces se deja de lado en la lucha por la asignación de un salario digno, del cual dicho sea de paso, estamos alejados los que abrazamos esta actividad. Aca se habla utopicamente de tener un cuadro de meritos que enmarque las posibilidades de ascensos en una carrera donde hoy solo se tienen posicionamientos en la escala establecida por una grilla salarial excesivamente asimetrica y ninguneadora del cargo testigo a partir del cual se establecen los de una piramide que establece, tal como se manifiesta, una altura sobreelevada para los cargos superiores, desde los cuales no se distingue, visual y materialmente la existencia del Maestro de grado que recien se inicia.
Aventuro hablar de utopia por imposición de la realidad misma, la cual nos indica que este gobierno provincial y tambien el gobierno nacional no tienen en cuenta la carrera docente y solo buscan que los numeros les cierren favorablemente; aunque desde los discursos de todo tipo: los de campaña electoral, los que realizan cuando esta en ejercicio del poder, hablan de una educación de calidad y eficiencia y de que los sueldos docentes son adecuados.
Lo que hoy tratamos debería ser un tema de todos los Docentes y tambien de la dirigencia gremial; la que esta institucionalizada y la que aun no lo esta. Pero el ansia de tener unos pesos mas en los bolsillos para enfrentar la vida y los gastos que esta demanda, para pagar los gastos de educación de nuestros hijos, para llevar una vida digna y ser lo que realmente debemos: los constructores del futuro.
Soñar no cuesta nada; pensar cuesta una enormidad; pagar un sueldo digno habla de presuestos economicos; respetar y hacer valer los meritos un crecimiento profesional enorme. En definitiva, creo que vale la pena soñar y tambien luchar por lo que uno cree. Esto último es lo que nos falta. Y unidad para conseguirlo