El Congreso argentino aprobó el memorándum con la República Islámica.
Aunque gran parte de los diputados que participaron del debate, han dejado mucho que desear. Desde el desconocimiento de política internacional y la repetición interminable de mentiras sobre Irán, hasta el acatamiento total a las ordenes de Israel, nuestros representantes prefirieron sus intereses mezquinos, antes de tener una «posición nacional».
Precisemos con Jauretche:
«La expresión «posición nacional» admite bastante latitud, pero entendemos por tal una línea política que obliga a pensar y dirigir el destino del país en vinculación directa con los intereses de las masas populares, la afirmación de nuestra independencia política en el orden internacional y la aspiración de una realización económica sin sujeción a intereses imperiales dominantes.»
Sí, algunos creen que este giro en la causa Amia está vinculado al cambio de política de Obama hacia Irán. Según estos analistas, nuestro país «cedería» ante la presión de EE.UU. Resulta que han descubierto que la Amia siempre estuvo vinculado a los intereses extranjeros. Antes, alineados con Israel y los republicanos de la Casa Blanca (claro, en ese momento los analistas hablaban de la «justicia argentina»), hoy con Obama. Vamos a suponer, con ellos, que este cambio argentino tiene el guiño de los demócratas norteamericanos. ¿Acaso no favorece a los intereses nacionales que Argentina se desentienda del lobby que convoca a la guerra contra el país persa?
Raro que, de mínima, la «tercera posición» no haya salido de ningún «peronista». Y decimos de mínima, porque es injusto comparar una potencia regional- como sin duda es Irán-, con las potencias mundiales que hace años mantienen una guerra encubierta con la nación persa. Asesinatos selectivos, atentados terroristas, sanciones económicas criminales, ciberguerra, guerra mediática y psicológica, todo para torcer la voluntad de los iraníes.
Pero hay más: nuestra nación ha sido, en forma indirecta, amenazada con un «tercer atentado». El intento de instalar el miedo por parte de los civilizados israelíes, fue un fracaso rotundo. Ya nadie les cree. Entonces, el lobby judío en Argentina prefirió salir a cobrarle el mayor costo político al gobierno con su cambio de posición. La fuerza que ha demostrado el lobby en nuestras tierras, es proporcional a la debilidad que tiene en Medio Oriente. Su entorno estratégico está cada día más complicado, y la «primavera árabe» – para algunos, «despertar islámico»; para otros, cambio de fichas con el control de la CIA; y para nosotros, de todo un poco- confirma que el aislamiento sionista es cada vez más grande.
Jauretche y el Sionismo
El debate, sabemos, ha dejado muchas heridas. Y muchas verdades al descubierto. Que la gran mayoría de la comunidad judía, con todo su aparato institucional, esté atada al «incondicional apoyo a Israel», nos invita a seguir meditando algunas cosas.
Ejemplo concreto. El canciller Timerman. Se habla mucho de «doble lealtad». Traducción: si sos judío, o mejor aún, de «religión judía» (visión fundamentalista, según otros judíos), estás con Israel y su política. El traidor a «su pueblo» es canciller argentino, vale recordar. Pero si uno hace la pregunta al revés, es antisemita. Queremos decir: ¿por qué la comunidad judía responde a los intereses de Israel?
Mejor dejemos a Jauretche explicando la cosa. En el libro Polémicas, compilación de textos de don Arturo realizada por Norberto Galasso, aparece un reportaje del año 1964 donde el pensador nacional por antonomasia nos trae sus pensamientos sobre el sionismo y el antisemitismo.
Dice varias cosas imperdibles. Citemos:
«Pero lo que es más difícil de determinar es dónde el sionismo deja de ser un movimiento de liberación para ser un movimiento de aferramiento a otra nacionalidad en los países que se rigen por el ius soli.»
Luego de desentenderse del nacionalismo reaccionario y del antisemitismo, prosigue:
«Mi oposición al sionismo es hija de un nacionalismo constructivo argentino, que quiere ver a los hijos de los judíos definitivamente incorporados a la Nación…Yo quiero hacer hacer argentinos a los judíos nacidos aquí y usted los quiere hacer israelíes o las dos cosas a la vez, lo que me parece incompatible como ser italiano y argentino al mismo tiempo.»
Luego de estas opiniones, un grupo sionista y socialista sale a responderle, y Jauretche contesta:
«Para mí es elemental que nosotros solo podemos ser un país existente como nación en cuanto sus hijos sean exclusivamente nacionales, es decir, en cuanto no sea posible que desdoblen su personalidad en dos líneas políticas nacionales que pueden ser coincidentes, pero que pueden ser opuestas.»
También hace mención a la relación entre socialismo y sionismo.
«Para los socialistas…nada puedo agregar a lo expresado por dos eminentes judíos: Carlos Marx y Abraham León. Que los sionistas sean socialistas en Israel me parece completamente lógico, pero que los socialistas sean sionistas en la Argentina me parece un absurdo».
Ya cerrando la contestación, afirma Jauretche:
«Y por eso me resulta tan dañoso el antisemitismo como el sionismo en cuanto quieren establecer una diferencia nacional entre los argentinos».
– Por Kamel Gomez – Presidente de la Unión Árabe de Mar del Plata, y Secretario General del Centro Islámico Marplatense (CIM).
– Fuente: Rebelión
Jauretche le responde a la AMIA-DAIA
Interesante, y valiente articulo. La prensa, controlada por judios, hace creer al gran publico que judaismo y sionismo son sinonimos, lo cual es totalmente falso. De ese modo, hablar del sionismo en la Argentina, es arriesgarse a ser tildado, por los sionistas, de antijudio. Olvidan que los antisionistas mas prominentes, han sido judios: Einsten, Marx, Chomsky, Woody Allen entre otros y, lo cual es sorprendente, de una buena parte de los judios que viven en Israel.
El sionismo es un movimiento montado por judios extremistas de la peor calaña, para, usando argumentos biblicos, controlar los paises y las gentes del mundo. La unica «genialidad» de los sionistas, es haberse dado cuenta que, para controlar el mundo, no es necesario recurrir a la guerra exclusivamente, sino que casi lo mismo se puede conseguir controlando el dinero del mundo. ¿Còmo hacer para conseguir esto?. Uno, controlando los bancos y dos, montando una teoria economica que justifique ese control con argumentos economicistas, segun los cuales es la actividad financiera, y no la productiva, la que debe dominar la economia de los paises. Para convencer a los gobiernos de esto, fue necesario inventar una teoria seudoeconomica: el neoliberalismo y adueñarse de las principales universidades de los paises centrales. De ese modo, los «cientificos» de la «Ciencia» Economica Neoliberal, bautizada con el sugestivo nombre de la «Econòmica», podrian saturar las revistas de especialidad con articulos que «demostraban» «cientificamente» su validez universal. Para apuntalar esta estrategia, inventaron hasta un Premio Nobel de Economia. Este premio, a pesar de su pomposo nombre, no es ni Nobel, ni es de Economia. No es de Ciencia, porque no lo otorga la Academia Sueca de Ciencias, sino una asociacion de banqueros suecos y tampoco es Nobel, puesto que no lo otorga la Fundacion Nobel. Todos, absolutamente todos, los teoricos de la Economia Salvaje, digase Neoliberalismo a ultranza: Stiglitz, von Hayeck, Samuelson, von Mises, Friedman y otros peores, han recibido su Nobel de Economia.
El hecho es que el sionismo ha triunfado. Con la ayuda de la Iglesia, la ultraderecha, el ejercito americano, las principales universidades del mundo, los militares, los Menems y los banqueros, se ha apoderado ya de dos continentes: Europa y USA. De la Argentina, ni que se diga: el 90% de los gobernadores del pais son judios, una proporcion nada despreciable de los legisladores lo son. DE la prensa ni que se diga. Practicamente todas las radios importantes, los canales de television y la prensa grafica es de judios. No se puede prender ningun canal de TV sin encontrarse que, llevando la voz cantante, haya un judio, desde Mauro Viales, hasta Feyman.
¿Que es lo terrible de todo esto? La vision judia, ya no solo sionista, del mundo. Encuestas en Israel han demostrado, sin duda alguna, el caracter altamente racista, discriminador y despectivo de la mayoria de los judios en relacion con otros pueblos y gentes. Entre el 65 y el 70% de los entrevistados cree que los judios constituyen una raza superior. Otro tanto considera que, por el motivo anterior, tienen derechos sobre el mundo. Quien no crea que esto es cierto, lea a Isaak Deutsher «El Judio no Judio».
Asi pues, hay un problema judio en la Argentina, como lo hay en el mundo y ese problema no ha sido causado por los argentinos. Las palabras de Jauretche, llamando a los judios a ser, sin renunciar a casi nada, ser como el pueblo que los cogio, son una prueba de ello. Ese Marcos Aguinis, tipico intelectual sionista hasta la mèdula, es representativa de la respuesta de los judios a la mano tendida de Jauretche