José Carli: Director, compositor, arreglador

Carli conoce al dedillo el timbre de cada instrumento de la orquesta.

Salta, jueves 4 de octubre de 2012. Teatro Provincial. Leonardo Pastore (canto). Orquesta Sinfónica de Salta. Director Invitado Mº José Carli. Música popular de Gardel, Le Pera, Ramírez, Falú, Piazzolla, etc.

Cuando el compositor ruso Modesto Mussorgsky escribió para piano su conocida obra Cuadros de una exposición, jamás imaginó lo que sucedería cerca de cincuenta años después de su muerte. Otro gran compositor, Maurice Ravel, encontró en la obra original, posibilidades para transferirla al suntuoso sonido de la orquesta sinfónica por lo que primero realizó su instrumentación y luego la orquestó. Su trabajo fue de tan alto nivel que en los programas, grabaciones, etc. donde aparece la obra por orquesta sinfónica dice: Cuadros de una exposición de Mussorgsky-Ravel. Tan importante el compositor como el traductor sinfónico.

Los músicos que se dedican a esta labor artística, se llaman arreglistas, instrumentadores, orquestadores, etc. El maestro José Carli lo es desde hace muchos años y ocupa un lugar de privilegio entre estos particulares realizadores. Generalmente sus arreglos tienen como base tangos, para decirlo en un sentido general, de todas las épocas y de un gran número de compositores. Carli conoce al dedillo el timbre de cada instrumento de la orquesta y tiene un gusto exquisito para combinarlos y producir una orquestación de fina construcción.

Eso es lo que un teatro casi repleto pudo apreciar de la música popular ofrecida. Por supuesto, orquestar no es una ciencia exacta, sino que su resultado final admite más de una visión que dependerá de las virtudes de quien hace el trabajo. Dije que la base es el tango y aprovecho este lugar para contarles la que, para mi gusto, es una de las mejores definiciones que hay sobre él: “el tango es un pensamiento triste que se baila”. Y justamente ése es el carácter de los arreglos de Carli, que además, a sus ochenta y tres años, se muestra como excelente conductor de ese enorme y magnífico instrumento que es la orquesta sinfónica.

De estas versiones orquestales, todas de muy buen nivel, hubo momentos de notable presencia como la fantasía sinfónica Juana Azurduy (Ariel Ramírez) donde se lucieron los solistas Elenko Tabakov (corno) y Andriy Chornyy (violonchelo). También hubo otros solos y dúos como el de Marcelo Gutierrez (clarinete) en el Vals de la Castellana o el de Carlos Lépez Alonso (oboe) en una página de Piazzolla o el dúo de Ana Cristina Tarta (violín concertino) y otra vez Elenko Tabakov (corno) en la Selección de páginas de Julio de Caro.

Para el último el buen cantor solista Leonardo Pastore, alumno del notable Héctor de Rosas a quien conocí allá por los setenta cuando cantaba en el conjunto de Astor Piazzolla. Pastore desarrolló su propia personalidad y sin embargo tiene mucho de su maestro. Afinado, de decir elegante, claro, tiene una esplendida zona media en su tesitura de tenor abaritonado, pulcro, cuidadoso, puso la voz en el punto exacto de sus interpretaciones pero sobresalió, sin duda, en El día que me quieras del homenajeado Gardel. Una noche diferente pero también atractiva.