José Pellucchi es médico especialista en terapia intensiva, diagnóstico por imagen y psiquiatra. Actualmente se dedica a la psiquiatría y a la actividad de dirección artística de payamédicos; es director de la Escuela de Arte y Salud y el Teatro Estable de la Facultad de Medicina de la UBA.
Días pasados, Salta 21 se entrevistó con Pellucchi en un restoran de Salta, luego de que cenara con su grupo de payamédicos entre los que estaban la titiritera y profesora de teatro Andrea García, quien realiza su actividad en el Hospital Materno-Infantil. En un diálogo de medianoche, Pellucchi habla sobre Payamédicos, actividad sustentada por el deseo y que se parece al alba: fresca, colorida y encantadora. Liberadora. Asociada al placer.
José, en estos seis años que llevan trabajando como payamédicos, ¿cómo impactó en la sociedad y qué resultados tuvo?
– Te comento que hace seis años formamos la Asociación de Payamédicos pero venimos trabajando hace mucho más de 15 años con el teatro y la salud, primero haciendo prevención a través de obras de teatro y segundo, con una intervención en los hospitales que se llama Hospiteatro porque tenía un formato teatral, con escenas pequeñas y tiernas para los pacientes internados que no tenían la técnica de clown todavía. Cuando empezamos a cruzar la técnica del clown con el psicoanálisis y con algunas otras terapéuticas, formamos Payamédicos. En un momento hubo una explosión mediática que ayudó al crecimiento del grupo pero venimos haciendo esto hace mucho tiempo. Además de médico soy actor. Estoy haciendo un espectáculo en el San Martín, yo ensayaba escenitas de esa obra en la terapia intensiva del hospital. Empecé a hacer esto por una cuestión humanitaria y además porque me gustaba el experimento pero veía que los pacientes de la terapia intensiva ese día no pedían analgésicos o sedantes o hipnóticos para dormir entonces empecé a ir a interiorizarme y a interesarme por ver qué pasaba con esto y de ahí es cuando empecé a estudiar el tema de la terapia de la risa, de cómo cuando una persona está bien de estado de ánimo o se ríe se liberan las endorfinas y esto tiene digamos una incidencia en el sistema inmunológico. Está muy avanzado ahora el grupo, payamédicos labura con 400 integrantes en todo el país, grupos de investigación que van desde las cosas más artísticas de los géneros que se conectan con el clown, a la comedia del arte, el bufón, la máscara neutra y también con cosas muy científicas. Hay un grupo de neurociencias que estudia las endorfinas y hay muchos avances, en estos momentos se sabe que los leucocitos hacen de receptores para las endorfinas, ahora se sabe que los glóbulos blancos también fabrican endorfinas. Hay un montón de hallazgos por ejemplo que el efecto del placer está asociado a la liberación de la endorfina, rezar, hacer yoga, ejercicios, tener sexo también libera endorfinas, algunas comidas como el chocolate también. Es un buen plan, ¿no? Chocolate, sexo y después nos vamos a rezar para lavar las culpas… (risas).
¿Tomaste como modelo algún proyecto de otro país con esto de la terapia de la risa?
– Siempre muestro en las presentaciones un grabado de 1908 donde se ven payasos de hospital. Hace muchísimos años que se ven médicos que se ponen una nariz, una máscara, una gorra o algo y hacen alguna cosita teatral con los pacientes. Hay un montón de artistas que van a los hospitales desde hace muchísimo tiempo, antes de que se estrene Patch Adams. Nosotros empezamos a trabajar con esto antes de que existiera Patch Adams, cuando se estrenó por supuesto que a mí me dio mucho coraje, me emocionó ver gente que hacía cosas parecidas y un día – vos sabés que soy así como las demás personas… soy chistoso por teléfono…- dejo mensajes en el contestador como que soy una persona importante o me hacía pasar por Piñón Fijo como que quería tener una charla con payamédicos… Siempre hacía chistes y a veces se lo creían mis compañeros. Y un día aparecía un mensaje en el contestador de una persona que hablaba en inglés y que decía que era Patch Adams, entonces pensé que era una devolución del chiste y no, era verdad, nos pedía que organicemos la gira porque quería venir, conocer el lugar donde trabajábamos nosotros y ahí lo conocí, nos hicimos amigos, es una persona excepcional. De todas formas es distinto lo que hace de lo que hacemos nosotros, lo nuestro viene con un origen nacional, de nuestra idiosincrasia, también de nuestra cultura. En la Argentina hay dos cosas que son muy buenas – hay un montón do cosas que son muy buenas- pero hay dos que son fáciles de lograr sin tecnología, por ejemplo el teatro y el psicoanálisis o mejor dicho la salud mental con toda la escuela psicoanalítica, la gestalt, todas las que vos quieras nombrar. Hay una muy buena base cultural, como que Buenos Aires es un pequeño país y Salta también, me asombro del nivel que tiene Tucumán… En Argentina las cosas que no necesitan aparatología son fantásticas, hay actores estupendos, hay directores de teatro maravillosos y también hay psicoanalistas; es como que nosotros tenemos un gran recorrido por ese lado, ¿no? Y otros payasos de hospital y otras disciplinas por ahí no tienen tanto rigor en lo científico y en lo artístico, es como que hay una cosa más social, más recreativa que nosotros también la hacemos pero para nosotros payamédicos es una técnica terapéutica, somos como bichos de hospital, artistas de hospital.
¿Basta con ser actor, basta con ser médico o qué se necesita para poder llevar a cabo esta actividad? Será por algo que estás haciendo una formación aquí en Salta, una capacitación con toda esta gente…
– No, ser médico y ser actor a veces te juega en contra porque los médicos somos un desastre cuando hablamos delante del paciente, ventilamos las enfermedades que tienen, nunca los llamamos por su nombre y no sabemos, decimos “el de la cama 5…” Estamos con un trabajo importantes en la Facultad de Medicina, tenemos muchos estudiantes. No importa que todo el mundo no sea payamédico pero sí digo que sean más humanos. Ojo, no digo en todos los casos. Hay colegas que son divinos, que están trabajando en barrios humildes, en las montañas, en el campo… y también en la ciudad hay colegas que son empáticos y que se comprometen con el paciente. Pero también hay una concepción dominante un poco defensiva de los médicos de tratar al paciente como si fuera un objeto. En cuanto a los actores, yo también vengo del teatro, hice teatro toda la vida y con la técnica del clown fue una gran revolución porque uno tiene que desaprender algunos clichés que se tienen sobre la técnica. Yo como profesor de clown pienso que es más fácil trabajar con una persona que viene de cero porque no está contaminada con otras técnicas y que tampoco que tenga que ver con la medicina directamente. Por supuesto que hay médicos con los que es fácil hacerlo porque son divinos y actores que tienen un clown muy sensible. Pero basta con tener el secundario aprobado… y hacer la formación que nosotros proponemos para ser payamédico. La dirección es de médicos y psicólogos porque es una cosa terapéutica.
¿Trabajan ad honorem?
– Trabajamos ad honorem en el hospital, ningún payamédico cobra, esta es una categoría técnica, ni siquiera podemos decir que sea ética o moral porque a mí me encantaría que me paguen y todo el tiempo que ocupo para ir a ver los pacientes que tenga una recompensa. Pero es muy peligroso que se convierta en un trabajo porque está sustentado por el deseo. En otros países, los payasos de hospital son artistas contratados y me llaman, me mandan mail y me dicen “estoy re mal con esto, me hace mal ver a los pacientes que se mueren, que se van de alta y uno extraña”. Les digo que tienen que dejar y me contestan: “es mi trabajo”. Es un problema eso que cuando tu trabajo es tu trabajo, esto tiene que ser sustentado por el deseo. No obstante, muchos payamédicos cobran por cursos de formación y mantienen los honorarios de las personas que lo hacen para que puedan dedicar el tiempo extra pero además, lo que es más importante, es que mantienen toda la estructura de payamédicos. No tenemos espónsores, se banca payamédicos con los cursos de formación. A la gente se le cobra para enseñar en algunas provincias, en la Facultad de Medicina de Buenos Aires hay cursos gratuitos pero hay un montón de cursos arancelados y ese dinero sirve para juntar plata.
¿Cómo es el trabajo que están desarrollando aquí en Salta? Porque tengo entendido que son 14 payamédicos y que se han incorporado otras más a partir de que te llamaron a vos para esta capacitación
– Sí, el año pasado vinimos con Andrea Romero, ella es psicóloga, es la otra directora de payamédicos y dimos un curso de formación fundacional de Payamédicos Salta y ahora vengo a dar la segunda generación. Hay una parte práctica, una parte teórica y una parte de pasantías en los hospitales. Tres meses dura cada parte, son nueve meses: como un bebé… nace un payamédico (risas). En esta segunda vez no sólo formé a los nuevos payamédicos en la parte práctica – ya que en la teórica los formaron los psicólogos locales- sino que formé formadores para que puedan seguir formando payamédicos y que no sea necesario que yo venga. Cada tanto voy a venir a dar algunos cursos de actualización porque estoy investigando permanentemente, dirijo la Escuela de Teatro de la Facultad de Medicina y ahí tenemos una pedagogía teatral nueva que se llama “Teatralidad de la multiplicidad”. También estoy con Cristina Martí, somos los directores del Congreso Payasos de Hospital. Yo me dedico mucho a esto y otros como yo, allá. La idea es traer actualizaciones y llevarnos las producciones de los chicos que también van a ir allá es como un continuo contacto. Lo bueno es que ellos van a poder generar payamédicos sin necesidad que yo venga porque además tiene un costo económico, los cursos son de una semana o tres fines de semana. Por eso ahora estamos en una etapa de formación de formadores. Aquí se formaron tres con lo cual tenemos para ir a varias ciudades, hay proyectos de formar a gente de Tucumán, Salta, Jujuy e incluso de Bolivia.
La gripe A paró sus actividades y ahora están retomando o hicieron que pudieran trabajar de otra manera o que buscaran espacios alternativas dentro del mismo hospital por ejemplo, con barbijo…
– La gripe A apareció, nos dimos cuenta que estaba pasando porque hubo un sub diagnóstico de la gripe A, en muchos hospitales del conurbano bonaerense se murió un montón de gente que no tenía diagnóstico pero que tenían los síntomas característicos, gente sana, joven que rápidamente se desbarrancaba. Cuando nos dimos cuenta de eso una semana antes de que se publicara el problema de la pandemia, nosotros decidimos sacar a los payamédicos de todos los hospitales y parar todas las actividades formativas y donde se reuniera gente del grupo. Fue un momento de mucho aislamiento, yo me pasé leyendo en la computadora y yendo al hospital donde me encontraba tratando con gente con gripe A pero uno ya estaba totalmente inmunizado. Ningún payamédico se enfermó salvo una payamédica que vino de España, se bajó en el aeropuerto y a las dos horas ya tenía gripe A. Cuando amainó la cosa empezamos con las reuniones grupales, hubo una gran producción de objetos, de estudios, de redondear algunos temas… En setiembre retomamos la actividad en los hospitales en todo el país: en Salta, Chaco, en Rosario, en Buenos Aires y en Neuquén que son los lugares donde tenemos payamédicos.
¿Alguna vez tuviste una opinión del ministro de salud por ejemplo?
– Nunca nos metemos ni con política ni con religión ni fútbol pero siempre trabajamos con todas las personas que están en las instituciones votadas por la gente en el sistema democrático. En Rosario el curso de formación lo sustentó la gente de ahí de la Secretaría de Salud de Rosario o Ministerio no sé bien… y que es de un color político diferente al de Chaco que también entregó diplomas a payamédicos. En otros lugares tuvimos apoyos de ONG, de empresas privadas… Una vez nos pidieron una audiencia para saber qué hacíamos nosotros, tuvimos una charla y no pasó más que eso. Le mostramos algunas cosas y no pasó más nada. Después hicimos muchas intervenciones con el plan “Chocolate y Cultura de Nación» y «Café Cultura de Nación». Yo creo que hay una mirada positiva de todos los sectores, no hubo sí un apoyo económico, eso no, de nadie, excepto contratos para ir a hacer una conferencia pero nunca hubo un apoyo. Tampoco vamos a atenernos a esperar eso. Ojalá que nos ayuden para hacer más, para poder acudir a todos los hospitales que nos piden pero nosotros igual seguimos. Comprendemos también que los ministros, los políticos… tienen un montón de reclamos y debe ser difícil justificar que ayudan a los payamédicos cuando hay también falencias materiales u otras cosas que también son importantes. Nosotros tampoco reclamamos nada. Venimos a producir. “Yo vengo a entregar mi corazón”, como dice la canción.
¿Hay alguna conexión entre payamédicos y los artistas del Borda?
– Lo conozco a Alberto Sava personalmente e iniciamos una Payamarcha que se llama “Amor y alegría” que no está en contra de nadie sino a favor de todos y un día la hicimos con los Artistas del Borda y con La Colifata. Yo además soy trabajador del Borda pero pasa que hago la guardia de los domingos entonces estoy un poco aislado, sí tengo mucha y muy buena relación con todos ellos. Pero son como metodologías diferentes: Payamédicos es una técnica difícil de aplicar en pacientes psicóticos, no en todos. Una vez un medio importante fue al Borda a hacerme la nota, yo estaba de guardia y me puse la ropa de clown para hacerla con el vestuario. Vi que había muchos pacientes que se divertían y que había otros que se asustaban. En estos lugares, el abordaje de payamédicos no es una panacea, no es para todos, para los pacientes que tienen problemas psiquiátricos puede ser contraproducente. Es para la gente que está internada en un hospital; es más, si un paciente psiquiátrico está internado en un hospital porque lo operan, ahí sí el payamédico es útil. Pero un paciente psiquiátrico en un hospital neuropsiquiátrco o que por ahí está descompensado tomando la medicación puede no ser una experiencia favorable. Por eso los encuentros con Sava, con la gente de La Colifata son muchas veces en conferencias, en congresos. Somos amigotes con todos ellos, han venido a mi casa a tomar algo, hacemos cosas en conjunto a veces, tenemos puentes pero hacemos cosas diferentes.
¿Cuál es la filosofía principal de payamédicos?
– Tenemos un grupo de Filosofía y Pensamiento … tendría que contestarte tres o cuatro tomos pero te voy a decir más que nada desde lo sensible que es amor por un mundo mejor. Para cambiar el mundo no hace falta una revolución ni ser electo presidente ni un golpe de estado ni nada de eso que tenga que ver con el poder, sino que se trata de ser mejor persona cada día y todos los días. Cuando se logre la solidaridad después va a ser más fácil sentarse a charlar cuál es el mejor sistema. Eso es algo que tenemos que lograr.
José Pellucchi es distinto a Patch Adams: entre el deseo y el clown
No creo que sirvan para tratar con ciertos pacientes psiquiátricos. Un amigo payamédico (que no es médico) me dejó tirado y en total estado de abandono, al borde del suicidio, en medio de una depresión mayor , los felicito por su labor con los niños , para el humor negro no sirven. Son políticamente correctos y la vida no tiene solo un aspecto sino muchos. Detestan a los pacientes reflexivos.
José Pellucchi es distinto a Patch Adams: entre el deseo y el clown
GRACIAS, POR DAR TANTO AMOR Y PROFESIONALISMO PARA UNA MEJOR CALIDAD DE VIDA…FELICITACIONES, POR EXISTIR «GENIOS DE VIDA»!!!
José Pellucchi es distinto a Patch Adams: entre el deseo y el clown
! Por esta gran obra
Exitos!
Técnico químico
Vivo en la plata tengo 60 años y me gustaría unirme a payamedicos.
Como puedo hacer ?
José Pellucchi es distinto a Patch Adams: entre el deseo y el clown
Hola, José! Muchísimo gusto! Hermosa labor! Estoy desarrollando un proyecto audiovisual partiendo de la premisa que todos tenemos algo que sanar en el corazón. Desde este punto de partida intento generar un ciclo de clown que pueda llegar a todos los que puedan encender un televisor y´, propagar de esta forma la bella terapia de amor que realizan. Me gustaría hablar con vos para reunirnos y construir esto con ustedes. Aspiro a que su tarea trascienda los límites del hospital de una forma activa y no informativa. te dejo mi teléfono 011 (15)5 331-8948. Abrazo Ignacio
Mi gran admiración por este argentino !!!!!
Dr. Pellucchi, siento una gran admiración por lo que hace, por lo que leo de su forma de ver la vida, su forma de como intentar cambiar al mundo con tan poco de «mas amor», gracias por ser argentino, y contagiar toda esta gente joven de tan bellas intenciones para esa gente que sufre tanto.- Yo soy un payamedico natural desde que naci, soy ni mas ni menos que Pach Adams, un calco absoluto en cada parte de mi vida, solo que nunca me decidí a brindarme a actuar en los hospitales. Tengo mucha facilidad por hacer reir, sé actuar, y muero por el pago de una sonrisa por un chico que hace mucho no rie.-
Nuevamente gracias Dr. !!! Abelardo….de Paraná
José Pellucchi es distinto a Patch Adams: entre el deseo y el clown
Hola Dr. Jose Pellucchi! Soy Gabriela, farmaceutica de UBA y vivo en Lomas de Zamora (Prov de Bs.As.), quisiera ser una mas en el grupo de payamedicos. No encuentro la manera de contactarme hasta ahora con ustedes. Mis ganas de ayudar a la sociedad se incrementan, soy una payasa en potencia!! Como puedo hacer para formar parte de este grupo MARAVILLOSO? A LA ESPERA DE UNA RESPUESTA, LO SALUDO ATTE. Gaby (Marina Aspirina, ja)
José Pellucchi es distinto a Patch Adams: entre el deseo y el clown
Hola Gabriela escribí al mail payamedicossalta@gmail.com y ahí te enviamos el mail de los payamédicos en Buenos Aires!
Saludos!
José Pellucchi es distinto a Patch Adams: entre el deseo y el clown
Me gustaria poder contactarme con Jose Pellucchi, ya que hace tiempo que estoy tratando de averiguar como ser parte de Payamedicos… y no tuve suerte! Espero que alguien pueda brindarme algun dato. Muchas gracias.
José Pellucchi es distinto a Patch Adams: entre el deseo y el clown
Hola Juliana sos de Salta? si es asi escribí a payamedicossalta@gmail.com
Saludos!