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domingo, noviembre 24, 2024

Juan Gelman por Kuki Leonardi

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El escritor más premiado de su generación, Juan Gelman, recibió el Premio Cervantes en 2007; de este modo ha sido reconocido por ese «oficio ardiente» que para él es la poesía, actividad que no le ha impedido ejercer su rol activo de ciudadano y, con la misma pasión, trabajar por el respeto de los derechos humanos.

La Secretaría de Cultura le rinde homenaje el día 22 de abril a hs. 20,30 en el salón Auditorio de la Biblioteca Provincial Victorino de la Plaza con una charla a cargo de Teresa Leonardi.

Juan Gelman, considerado por muchos como uno de los más grandes poetas contemporáneos, nació en Bs As en 1930. Se radicó en México por cuestiones políticas y sentimentales. Su vida se vio signada por giros trágicos cuando la dictadura militar de 1976 secuestró a su hijo Marcelo y su nuera, embarazada de siete meses. Gelman pasó los últimos años buscando a su nieta uruguaya.

En 1997 obtuvo el Premio Nacional de Poesía en Argentina, el premio Juan Rulfo en el año 2000, en 2004 el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde, en 2005 los premios Iberoamericano Pablo Neruda y Reina Sofía de Poesía, y en el año 2007 el Premio Cervantes convirtiéndose así en el cuarto argentino en ganar ese importante premio. Los otros fueron: Jorge Luis Borges (1979), Ernesto Sábato (1984) y Adolfo Bioy Casares (1990).

La obra poética de Gelman delata una ambiciosa búsqueda de un lenguaje trascendente, ya sea a través del «realismo crítico» y el intimismo, primeramente, y luego con la apertura hacia otras modalidades. Tienen sus poemas tres de las características esenciales que definen a la mejor poesía: la riqueza verbal, la fuerza expresiva, y el humanismo hondo y convincente.

Gelman practica la economía verbal y extrae del lenguaje sus significados más profundos con la singularidad de un estilo y de una manera de ver el mundo que conjuga la aventura verbal, el compromiso social y político y la poesía con las grandes cuestiones de nuestro tiempo.

Si bien con la poesía no se puede cambiar la realidad lo que sí puede hacer un poeta vivo es lo que Gelman ha hecho: dar para siempre vida a la muerte, dignificar e incluso vencer a ésta de la manera más civilizada y más alta. Y ofrendárnosla en el poema.

PEDRO EL ALBAÑIL

Aquí amarán, aquí odiarán, decía Pedro, albañil,

cantando, levantando las paredes,

se le habían endurecido las manos en el oficio

pero en las palmas todavía se le alzaban dulzuras y tristezas

que iban a dar al muro, al techo

y después, con el tiempo, ardían sordamente

o entraban a los ojos de las mujeres dulces

en las habitaciones

y ellas entristecían como quien se descubre una nueva soledad.

Pedro, desde el andamio,

solía cantar el Quinto Regimiento,

les hablaba a los compañeros sobre Guadalajara, Irún,

se callaba de pronto a solas con su España.

De noche ponía sus manos a dormir

y él se volvía al frente envuelto en sus balazos,

remataba a sus muertos para que no haya olvido,

la cuchara de nuevo se le llenaba de rabia.

Y la mañana que se fue del andamio parecía

que una pregunta aún le brillaba en el fondo,

los compañeros lo rodeaban esperando en

silencio

hasta que uno vino y dijo: «Levanten al difunto».

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