Jujuy también tiene su sistema de Orquestas Infanto-Juveniles

En el año 2000 la vecina provincia puso en marcha su proyecto de orquestas infanto-juveniles con la idea que sus participantes mejoren, a través de la música, sus condiciones de vida, sus entornos, sus desarrollos intelectuales.

Camerata Jujuy. Director Viktor Muradov y otros. Obras de Händel, Mozart y Bach. Teatro Provincial. Domingo 14 de junio de 2009.

Desde esa fecha (2002) ya han pasado por el proyecto más de 300 niños y jóvenes que van de 4 a 21 años de edad. Con ellos se fueron creando grupos afines como los denominados Orquesta Pre-Infantil, Orquesta Infantil, Orquesta Juvenil y Camerata a los que se agregan ensambles de vientos y de percusión. Es todo un programa donde el hecho social no está ausente. Su director es el maestro Sergio Molina quien comenzó con un pequeño grupo de 15 instrumentistas y ahora ya cuenta con maestros de las talla de Víctor Muradov, Inga Iordanishvili y Aleksandre Urushadze, todos ellos integrantes de la Orquesta Sinfónica de Salta quienes viajan habitualmente a Jujuy a impartir sus clases y mejorar la calidad y la técnica interpretativa de los diferentes grupos.

Aquí llegó la Camerata, con un heterogéneo grupo de instrumentistas jóvenes. Bajo la batuta de Víktor Muradov escuché la “Llegada de la Reina de Saba” que es la sinfonía que precede al desarrollo de la ópera “Salomón” de Georg Friedrick Händel. Inteligentemente el director evitó caer en las influencias del romanticismo en el barroco y su ejecución fue tal como en su época, destacando solo los fortes y pianos y la unidad instrumental. A pesar de la pequeñez del espacio, por otra parte colmado de público, la sensación fue de plenitud musical. Víctor Muradov y su mujer Inga, alternaron la conducción de dos divertimentos mozartianos, el archiconocido K.137 y uno muy anterior en Re mayor. Ambos lograron ejecuciones amenas, con algunos problemas es cierto, pero con el concepto de cómo se debe hacer la música barroca. Para el final hubo otro trabajo de Mozart, la muy conocida Una Pequeña Música Nocturna, con un “allegro” festivo, una bella “romanza”, el fino “minué” para cerrar con uno de los puntos centrales de la noche, su “rondó” final donde fueron notorios sus novedosas -para la época- combinaciones sonoras.

Pero antes de esta última obra, estuvo el segundo punto interesante de la presentación. El Concierto para dos violines en re menor de Juan Sebastián Bach BWV 1043. El ripieno sin director. Los solistas fueron Muradov e Iordashnivili, conocedores profundos de la página. Aquí fue evidente que el grupo sin conducción muestra cierta timidez, cierta inseguridad por lo que el análisis de su trabajo debe partir pensando que al fin de cuentas se trata de un grupo de estudiantes en formación, lo cual no es poco. Pero mas allá de timideces y algunas pocas desafinaciones es posible rescatar figuras que con estudio y perseverancia han de llegar al profesionalismo, por caso el joven violinista Joaquin Diaz, afinado, atento, de muñeca suelta, arco seguro y habil mano izquierda.

Finalmente, el director titular maestro Sergio Jurado se dedicó a un poutpourrí de temas de Piazzolla y páginas de la música ancestral del propio Jujuy. El proyecto cuenta con el plausible apoyo del gobierno jujeño a través de su Secretaría de Cultura. Para mi, todo un logro.