A tal punto llegó su crecimiento que su nombre hoy suena insistentemente como candidato presidencial del postkirchnerismo.
Juan Manuel Urtubey es y seguirá siendo, por cierto, motivo de notas, comentarios, admoniciones, críticas, apoyos y todo aquello que pueda mantenerlo en el centro del mundo mediático al que tanto aspiran los políticos de hoy. Ya sea por sus errores o virtudes, ninguno de estos personajes quiere pasar desapercibido, afirmándose en aquel célebre principio cínico de la política: “Que hablen mal, pero que hablen…” Es una forma de mantenerse en el candelero, dirían.
En el caso de Urtubey, su nombre sigue rondando todos los ámbitos del poder desde hace mucho. No hay que olvidar que fue el “delfín” de su principal maestro: Juan Carlos Romero, del que no dudó en alejarse cuando las cosas comenzaron a irle mucho mejor con el kirchnerismo.
Desde aquella época en que se encaramó como diputado nacional (1999), no cesó de crecer en los espacios que los medios de comunicación fueron abriendo a cada paso para él. A tal punto llegó su crecimiento que su nombre hoy suena insistentemente como candidato presidencial del postkirchnerismo. Urtubey, por supuesto, alienta esa hipótesis: si no es él, ¿quién?
Alberto Fernández, el ex jefe de Gabinete y uno de los cofundadores del kirchnerismo (según se define a sí mismo) es un importante asesor del gobernador salteño y lo ayudó bastante en la construcción de su imagen en los círculos políticos.
El joven mandatario, como antes hizo con Romero, comenzó a buscar distancia entre él y el kirchnerismo. No hay que olvidar cuando dijo que “Duhalde y Kirchner son historia” para justificar la arremetida política del grupo conocido como “Sub 45” integrado por figuras que, como él, quieren ser los que hereden el poder que hoy está en manos de Cristina Fernández, la viuda de Kirchner.
NÉSTOR KIRCHNER DECÍA: ¡¡¡CUIDADO CON URTUBEY!!!
Pero, para ello, Urtubey deberá sortear no pocos obstáculos. El principal, es el recelo que sienten hacia él los jóvenes integrantes de la agrupación que lidera, precisamente, el hijo de la presidenta, Máximo Kirchner. Estos prefieren apuntar a una eventual reforma constitucional para lograr la reelección de Cristina, antes que permitir que se acerquen otros personajes sobre los que ya fueron advertidos por el propio Néstor Kirchner.
En un libro que La Cámpora prefiere mantener alejado de sus militantes (aunque logró, justamente, el efecto contrario ya que muchos de ellos tienen un oculto ejemplar en sus escritorios), se habla de los encuentros que Kichner venía manteniendo con esos jóvenes liderados por su hijo y que hoy son notorios funcionarios del Gobierno nacional.
El libro en cuestión, se llama “La Cámpora – Historia secreta de los herederos de Néstor y Cristina Kirchner”, escrito por la periodista Laura Di Marco. Allí, la autora despliega lo que se podría llamar la ‘protohistoria’ del camporismo kirchnerista.
En el libro se describen varios diálogos entre Kirchner y estos jóvenes liderados por Máximo, como por ejemplo, Andrés ‘El Cuervo’ Larroque, Eduardo ‘Wado’ de Pedro, Juan Cabandié, Mariano Recalde, Axel Kicillof e Iván Heyn, entre otros.
En un encuentro con estos integrantes de La Cámpora, en octubre de 2008, Kirchner les dijo:
– Muchachos, hay algo que tienen que entender. En política hay dos clases de tipos: los que trabajan para un proyecto político y los cogedores sueltos. A los de la segunda categoría hay que saber detectarlos a tiempo porque, tarde o temprano, te terminan cagando.
Es la sobremesa de una cena en la Residencia de Olivos donde los muchachos “lo escuchan con devoción”, según la periodista Di Marco.
En la página 20 del libro, Kirchner alude a Sergio Massa, el actual intendente de Tigre, ex jefe de Gabinete de Cristina y, precisamente, uno de los integrantes del Sub 45, junto a Urtubey. Se sabe el desprecio que el expresidentes sentía hacia ‘Masita’ al que consideraba un ‘tibio’ y demasiado afecto a darle notas a medios del Grupo Clarín.
– Es un pendejo liberal y ambicioso- es la respuesta de Kirchner cuando le pregunta sobre Massa uno de los jóvenes presentes en la sobremesa.
En la página 21, Kichner lanza una advertencia severa:
– Otro con el que hay que tener cuidado es Urtubey. Es la cuña liberal dentro del peronismo.
Según Laura Di Marco, “los herederos toman nota. Recordarían estas palabras años después, en 2011, cuando el gobernador salteño resulte reelecto”.
“Desde entonces –agrega la periodista-, Juan Manuel Urtubey, presidenciable para 2015, se transformaría en una amenaza interna. Amenaza doble, además, porque es uno de los pocos gobernadores jóvenes del peronismo que no pertenece al universo kirchnerista, ni al semillero de Máximo”.
Los problemas de seguridad, educación sexual, educación religiosa, su posición ante el fallo de la Corte Suprema de Justicia por el aborto no punible, son sólo algunos de los aspectos por los cuales Urtubey recibe no pocas críticas desde diversos sectores. Pero, desde 2008 hay que reconocerle la existencia de pocos conflictos sociales (que el kirchnerismo supo agradecerle) desde la desactivación de las últimas protestas docentes. Hoy sobreviven las manifestaciones de la salud y algunas barriales, éstas últimas, sin prolongación en el tiempo, aún cuando los problemas son crecientes.
Esta supuesta ‘tranquilidad social’ fue lograda por Urtubey domesticando a los principales líderes sindicales del Frente Intergremial que le otorgan sustento a sus endebles aumentos salariales y acotan cualquier intento de protesta.
Esto le da un hándicap especial en el panorama nacional pero su principal sustento es el apoyo de la ciudadanía salteña: Urtubey fue reelecto con casi el 60% de los votos. Cristina obtuvo el 54% para retener la Presidencia.
Sin embargo, Urtubey seguirá jugando, todavía, a no romper lanzas definitivamente con el kirchnerismo hasta tanto no se clarifique la situación nacional en el plano económico e institucional. En el primer caso, necesita de fondos frescos urgentes para que esa supuesta tranquilidad social no le explote en las manos. Las relaciones, entonces, han de ser más o menos gentiles.
En el segundo caso, van tomando mayor envergadura política aquellos mismos jóvenes que tomaban nota cuando en octubre de 2008, escuchaban con admiración a aquel hombre que les daba consejos y les advertía: Cuidado con Urtubey…
– Informe de RM, especial para Agensur.info
– Fuente: Observatorio Salta
