El MSR propone recuperar lo mejor de los argentinos como paso necesario para el crecimiento y desarrollo.
Como resultado de un intercambio de ideas y debate llevado a cabo en la reunión de la mesa de conducción del Movimiento Social por La República (MSR), acontecida el día martes 29/07 por la mañana, con la presencia de su presidente, el dirigente nacional Héctor “Toty” Flores, se acordó el siguiente breve documento, que tiene por fin plantear la necesidad de que los argentinos trabajemos para recuperar valores perdidos, que resultan fundamentales para recomponer la confianza entre nosotros, pasó indispensable para desarrollar nuestro país y elevar la calidad de vida de todos.
Se afirma que el nuevo fracaso, hoy evidente, que significó la década perdida, robada, desaprovechada kirchnerista, nos pone nuevamente frente a la necesidad de reflexionar acerca de las razones por las cuales los argentinos seguimos buscando «becerros de oro» en lugar de votar responsablemente alternativas políticas basadas en valores indispensables para la buena gestión. Nadie puede pensar que un corrupto puede gobernar en pos del bienestar del pueblo. Sin embargo, los argentinos nos empeñamos en torcer esa lógica evidente, que luego de un tiempo se paga con más pobreza, atraso, muertes y subdesarrollo.
Prácticamente no hay área de gobierno que no haya evidenciado una franca decadencia. Seguridad, Salud, Educación, Rutas, Obras Hídricas, Energía, Trabajo digno, Drogas y tantas otras cuestiones nos muestras lejos de esa gran nación que debemos y podemos ser. A lo mencionado debemos agregar la decadencia moral y ética que se evidencia en el tejido social en todos los estratos sociales, y que tiene como máximo exponente nada más y nada menos que al vicepresidente de la Nación, Amado Boudou. Tan grave es la situación que otros corruptos del mismo espacio político, como es el caso del jefe de gabinete, Jorge Capitanich, incumplió la obligación consignada en la Constitución Nacional al suspender su presencia en el Senado de la Nación, por la razón de que Boudou no está en condiciones morales de presidir la sesión. Esta situación nos avergüenza como argentinos ante el mundo, pero también debe llamarnos a la reflexión, puesto que a los corruptos es el voto ciudadano el que los unge en posiciones a las que nunca deberían haber accedido.
La Argentina está enferma de corrupción, de mentiras y de oportunismo.
Hoy vemos candidatos que se presentan sonrientes como opositores al kirchnerismo que hasta ayer se sentaban con De Vido y Jaime avalando el proceso de desmantelamiento de la red de transporte ferroviario y que se cobró la vida de decenas de inocentes. Nos referimos a Sergio Massa, ex jefe de gabinete del régimen, con vínculos con el narcotráfico y que increíblemente (y también lamentablemente para el futuro de nuestro país) lidera las encuestas, según sondeos de opinión publicados en diversos medios de comunicación. Otros, como Daniel Scioli, que también «mide bien», dilapidan descaradamente recursos económicos para promoverse electoralmente con el dinero de los impuestos, en una provincia con enormes padecimientos y necesidades. Observemos, por ejemplo, el creciente y legítimo reclamo de productores rurales por los severos problemas para transportar su producción, dada la ausencia de caminos viables y seguros los cuales quedan inaccesibles los días de lluvia. Esta situación, inexplicable luego de ingresos económicos records en la última década, afecta en forma directa al sector más productivo y dinámico de nuestra economía, desalentando el trabajo y haciendo perder posiciones a nuestro país en comparación con nuestros competidores, los cuales a base de honestidad, trabajo y profesionalismo, nos han superado en cuestiones impensadas hasta hace unos años, como ser la exportaciones de carne vacuna.
La impericia y desorientación del gobierno kirchnerista se evidencia también en el plano de la política internacional. Personajes impresentables como Héctor Timerman conducen las relaciones internacionales de nuestro país, en un mundo sofisticado, globalizado, la improvisación de nuestro gobierno conduce a decisiones erradas que nada tienen que ver con la cultura y el futuro estratégico de nuestro país. Los vínculos con Irán, Rusia, Angola y otros países que desprecian la vida humana, la democracia y las libertades, nada tienen que ver con un país vital, solidario, emprendedor, pacífico y de avanzada como pretendemos muchos argentinos. La patética imagen, que muchas veces dicen más que mil palabras, ocurrió cuando al día siguiente de la reunión de Cristina Kirchner con el Stalinista Putin, un misil ruso volaba por los aires un avión con casi 300 civiles a bordo, muchos de ellos niños pequeños.
Sin embargo y ante este panorama y tantas evidencias, nuevamente los argentinos parecemos dispuestos a repetir la historia. Repetición que nunca es igual, en el sentido de la profundización del padecimiento y atraso de nuestro pueblo, cada vez más alejado del camino al desarrollo que hoy pueden mostrar orgullosos la mayoría de nuestros hermanos sudamericanos.
El Movimiento Social por la Republica afirma con vehemencia que es posible el cambio cultural, donde la clave pasa por recuperar los valores que hicieron de nuestra nación un país con un gran potencial. República, trabajo, educación, honestidad, integración y corruptos aislados y presos devolviendo lo robado, deben ser reincorporadas a la idiosincrasia de nuestro pueblo como condición indispensable para recuperar el tiempo perdido y derrotar de una vez por todas y para siempre la pobreza en todos sus aspectos, pobreza inaceptable en un país bendecido, rico, como el nuestro.