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domingo, noviembre 24, 2024

La barbarización de la Cultura: qué propone Elsa Púppulo

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Estimamos que estas propuestas/denuncias bien podrían tener cierta cabida como parte inspiradora de algún proyecto de ley de aplicación nacional, al servicio de la música culta de nuestro país.

Estoy viendo que desde varios sitios, van sumándose voces de alarma, de indignación, de protesta por lo que se viene dando en contra del mundo del arte en nuestro país. Simultáneamente es observable que lo que sucede en nuestro país no es un hecho aislado: los músicos de la legendaria Filarmónica de Berlín salen a la calle, otras orquestas de larga genealogía también están en crisis, el Opera (adjunto) de New York es clausurado, en Italia y en casi toda Europa los fondos que los Estados destinaban para arte, ciencia y cultura hoy deben ser recortados para favorecer intereses
mezquinos (los mismos que fueron denunciados por el Papa).

Este fenómeno global no es puramente casual, seamos conscientes de ello y asumamos la responsabilidad de actuar para que en la medida de nuestras posibilidades el oprobio de la barbarización no resulte victorioso.

Se impone entonces que todos nos unamos para reflexionar, para debatir y concluir en propuestas conducentes; debemos pedir cambios radicales (pero) desde lo colectivo.

Considero que las quejas son sólo testimonios, muy valederas, pero para que hayan cambios deben hacerse demandas, demandas formuladas entre todos, unificadamente.

Las demandas tienen que partir de algún proyecto, de una
serie de ideas que concilien, que unifiquen criterios.

Necesitamos propuestas firmes, acordadas entre todos los que demandamos justicia para nuestro arte. Un proyecto -tentativo- pero que ya hemos discutido entre un grupo de músicos, es el que a seguidamente pongo a disposición de todos Uds., a modo de consulta, de propuesta a partir del cual, luego de un debate entre todos, creo deberíamos formular nuestros reclamos en forma colectiva.

No ignoro que hay muchos que no tienen muy en claro frente a quíén formular las denuncias, las propuestas, las exigencias. Están quienes opinan que el Estado no es el responsable del diseño de políticas culturales, que todo debería quedar en manos de la autogestión privada; hay muchos que prefieren la lucha individual, el lento avance de la verdad y del ejemplo individual.

Mi visión pasa por la denuncia que en forma conjunta y coordinada debe invadir los medios de comunicación masivos, ése es el primer paso que creo debemos dar, de tal manera se hará evidente para el pueblo todo que el arte, en sus verdaderas expresiones, está en grave peligro; el pueblo tiene el derecho y el deber de ser consciente de ese peligro, sólo a partir de allì será posible que se genere una reacción masiva y los gobiernos se sientan con la obligación de actuar en conjunción con las demandas sociales, ávidas de belleza y de mensajes con verdaderos contenidos.

Hay muchas instituciones, fundaciones, centros de estudio, museos (ver sitios como los de Armando Ayache, el de Encuentros -de A.Terzian- o en La Gaceta Musical, o en Diario de Cultura) que luchan por difundir la música clásica, algunas con más o menos medios propios, pero TODAS casi sin la menor difusión oficial. Es el Estado el máximo responsable de todos los aspectos que hacen al «bien público», al «bien social» y a su difusión; al Estado más que a nadie le cabe a través de los medios oficiales que dispone, difundir la tarea de los músicos, sus presentaciones, etc. También debería ser ésta una tarea de los privados (quienes comercian con el arte pero a partir de un gran descompromiso o ineficiencia empresariales y sin invertir en publicidad), pero éstos, los privados, jamás atenderán a lo social si no es que se sienten presionados (como deberían estarlo) por
alguna instancia gubernamental (nacional, zonal, federal, comunal o la que correspondiera…).

El Estado (Nacional, Provinciales, etc.) es el que debe subvencionar la educación, la carrera del músicoy promocionar las presentaciones del arte musical erudito; el Estado debe regular el comercio que con la cultura hacen las empresas privadas y debe además instarlas a
realizar la ineludible difusión necesaria (tanto como para que el empresario tenga el lucro que pueda merecerse, como para que el artista cobre por su trabajo).

El Estado Nacional debe inducir a la aparición de «sponsors»
(mediante la adecuación impositiva, etc.). Macri subvenciona con dinero de todos nosotros, en un grado proporcionalmente mucho mayor a las escuelas privadas, en detrimento de las escuelas estatales; hay en el Gob. de la CABA una gran discrecionalidad (hija de la parcialidad ideológica) aledaña a la ceguera cultural que padece la Nación quien -también él- prefiere recoger el mensaje de lo popular, apoyarlo, difundirlo y usarlo, suponiendo que la música académica no tiene por qué ser apoyada ya que incurre en el prejuicio
de que no es convocante, que no arrastra multitudes… La reciente creación del Instituto Nacional de la Música constata la vigencia de tal prejuicio y sólo viene a defender, una vez más, el interés del músico popular, mientras que el músico académico continúa huérfano. Una verdadera política cultural debería ser consciente que la música académica podría arrastrar enormes sectores sociales, arrastraría multitudes -como ocurrió en el pasado- si tan sólo contara con apoyo estatal…! Más aun: de tanto en tanto, en los últimos años, cada vez que le pareció oportuno al poder de turno, se dieron conciertos gratuitos (generalmente al aire libre…pero bueno, es algo…), se vieron multitudinarios conciertos que demostraron el alto grado de
convocatoria que es propio del arte mayor (música académica y/o ballet).

Urge exigir una ley protectora en ese sentido; es intolerable que ya exista una Ley de Mecenazgo que permanece -sin razón atendible- en un total estado vegetativo. El Estado no puede desentenderse de su obligación por velar, muy de cerca, la actividad y la supervivencia de la música académica.

Hoy la Orquesta Sinfónica Nacional carece de sede, deambula en completa incertidumbre y con enorme precariedad económica. Los integrantes de la Orquesta Sinfónica que representa a nuestro pais deben resignarse a peregrinar como si fueran exiliados internos. Mientras, la Orquesta Filarmónica de Bs. As. debe actuar en una vereda, tal como un mendigo que reclama su pan.

Demandamos CICLOS DE CONCIERTOS, ciclos regulares, diagramados, previsibles, con la adecuada promoción (realizada con la obvia antelación).

Asímismo demandamos el consecuente subsidio a institutos (conservatorios y empresas de difusión musical); deberían darse subsidios a instituciones privadas en la medida en lo que sea necesario para que subsista la empresa (y el intérprete). Las instituciones privadas deben recibir el beneficio (ganancia) prudente, y el artista debe contar con un cachet mínimo que garantice su retribución.

Reiteramos: debe haber, por parte del Estado, la protección económica y promoción necesarias, indispensables para que la
música culta no fenezca. El cachet debe ser «en blanco», exigimos
transparencia laboral para artistas, mùsicos solistas, integrantes de
orquestas y coros.

Demandamos una adecuada y permanente promoción y difusión estatal de todas las actividades musicales (académicas) que se brinden en institutos estatales y privados. Sin promoción, casi no existe público que asista.

Se debe hacer la promoción debida a los compositores argentinos; existen enormes archivos completamente abandonados con infinita cantidad de obras de compositores como Giacobbe, García Morillo y otros (en mús.instrum., sinfón., de cámara y ópera -De Rogatis es, como muchos otros, un gran operista olvidado-). Gran parte del patrimonio cultural argentino se está pudriendo en archivos totalmente ignorados; no sólo se acumulan partituras olvidadas, también juntan moho archivos musicales, entrevistas a celebridades del pasado, etc. Atendiendo al inmenso caudal disponible con
creaciones de artistas nacionales de nivel internacionnal, instamos también a la obligación regular de brindar dentro del repertorio nacional obras argentinas. Todo programa musical debe ofrecer alguna obra nacional, lo que alentaría a la producción de música argentina; una disposición legal en este sentido, acompañada por una legislación que reivindique la actividad del compositor potenciaría la cultura musical autenticamente nacional.

Es contra-natura continuar ofreciendo conciertos gratuitos, para luego argumentar que no se recauda dinero para retribuir al intérprete; un pequeño bono contribución pagado por cada asistente a instituciones estatales facilitaría solventar la actividad de los músicos.

En el rubro difusión es inherente al mismo la difusión radial y televisiva que se le debe a los artistas argentinos (intépretes y/o compositores), en un porcentaje que bien podría ser el del 30% del total de la música (clásica) difundida. La prensa gráfica también debe atender a la difusión de la actividad de la música clásica en rubros como «Cultura»/»Espectáculos», y afines.

Para que la debida difusión sea posible, el músico debe tener la
posibilidad de grabar sus interpretaciones; sin un disco en la mano el mejor intérprete es escuchado sólo por un puñado de personas. En consecuencia, exigimos la debida subvención para la grabación de discos, imprescindibles para la difusión (ver sitio de «bamusica»- consagrada sólo a lo popular-).

Hasta hoy, el músico debe solventar el alquiler de un piano, el de una sala de ensayo, el de una sala de grabación y luego debe intentar (en vano, generalmente) la difusión pertinente de su labor creativa. Quien esto escribe, en 2004 realizó un trabajo sobre los 24 Estudios de Chopin, único y sin antecedentes en todo el mundo. A pesar de contar con la recomendación de figuras como Martha Argerich, ninguna instancia estatal quiso hacerse cargo de los gastos, que corrieron por cuenta mía para finalmente no obtener la menor retribución puesto que la difusión y distribución del material fue prácticamente nula. La lamentable experiencia que comento no es algo aislado: es la norma que condena a la nada la carrera de innumerables pianistas e instrumentistas académicos en general.

El Estado debe disponer de varias salas (adecuadamente acustizadas) para brindar conciertos en todas las ciudades claves (del país), con pianos de concierto en condiciones. La fábrica Yamaha reiteradamente ha brindado su apoyo en ese sentido, y son un buen antecedente de lo conducente que resulta apelar a empresas como Yamaha, otorgándoseles las debidas ventajas impositivas y promocionales.

Ahora bien, me pregunto: ¿cómo entender la necesidad de rogar la donación de instrumentos al mismo tiempo que los gobiernos (nacional y provinciales) contemplan con total impasibilidad que pianos Steinway u órganos Cavaille Coll sean arrojados a la basura? Adelma Gómez, la que subscribe y otros han denunciado tales hechos, pero los gobiernos no se mueven de su sordera. Por alguna misteriosa (u obscura) razón la Argentina se permite lujos que en el primer mundo son prohibitivos.

La educación musical ha ido decreciendo en las últimas décadas para ser hoy sólo un testimonio más de la decadencia cultural con la que se sentencia a las jóvenes generaciones, cada vez más próximas a la simpatía por la cacofonía que por el amor al sonido puro, afinado. Es impostergable la creación de una verdadera causa nacional que persiga una forma de educación musical para niños y jóvenes en la que se introduzca gradualmente una iniciación auditiva real, entrenando al alumno en aspectos de rítimica, melódica y en rudimentos armónicos; ello derivaría en una natural aproximación del alumno al género clásico y a una mayor apertura sensorial y
espiritual. Simultáneamente, poniendo al alumno en contacto con las docenas de orquestas juveniles de nuestro país, sería una forma de no sólo familiarizar al adolescente con ese universo sonoro (prejuzgado como elitista), sino que también contribuiría al entrenamiento y desarrollo de musicos jóvenes y a la construcción de sus carreras.

Finalmente pero no por ello menos importante, tenemos la convicción de que debe realizarse una investigación en regla, de las condiciones del Teatro Colón, una exhaustiva investigación a cargo de profesionales independientes de intereses políticos y económicos. ¿Está dentro de las posibilidades del Teatro recibir el choque de miles de kilowatts que generan los instrumentos electrónicos usados en la música popular de hoy? No entraña nuestra propuesta una intención discriminadora, sólo nos preocupa la preservación de templos de la música que siempre constituyeron metas para los más talentosos; sería improcedente la imputación de elitista a nuestra inquietud; la cultura nacional, sea la académica tanto como la de raíz
popular deben perseguir un único gran fin: IGUALDAD CON ELEVACIÓN.

Estimamos que estas propuestas/denuncias bien podrían tener cierta cabida como parte inspiradora de algún proyecto de ley de aplicación nacional, al servicio de la música culta de nuestro país.

Como añadidura graficante, reproduzco una información llegada de la Alemania de Bach, Beethoven,…de Fürtwangler…

Música

La Filarmónica de Berlín lidera una huelga de orquestas en Alemania

http://www.abc.es/cultura/musica/20130930/abci-huelga-orquesta-alemania-201309301851.html

s. g.sgavinabarriuso



/ madrid Día 30/09/2013 – 21.43h

Temas relacionados

* Músicos http://www.abc.es/temas-acontecimientos/Musicos.html (acontecimientos)

* Huelgas http://www.abc.es/temas-acontecimientos/Huelgas.html (acontecimientos)

* Orquestas http://www.abc.es/temas-acontecimientos/Orquestas.html (acontecimientos)

Si hace justo una semana, un millar de músicos celebran conciertos
simultáneos en 16 ciudades españolas

http://www.abc.es/cultura/musica/20130922/abci-protesta-sinfonica-futuro-orquestas-201309201730.html para protestar por los recortes que están sufriendo, que están poniendo en peligro su futuro, hoy han sido las formaciones alemanas las que han salido la calle.

Lideradas por la prestigiosa -e icono de la cultura alemana- Filarmónica de Berlín http://www.berliner-philharmoniker.de/en/orchestra/ , un centenar de orquestas alemanas ha llevado a cabo una protesta a nivel nacional durante el día de hoy. La Orquesta Filarmónica de Berlín comienzó la protesta a las 10 de la mañana frente al edificio de Berliner Philharmonie http://www.berliner-philharmoniker.de/en/ y fue seguida por muchos otros grandes orquestas alemanas de ciudades como Hamburgo, Colonia, Francfort,
Stuttgart, Munich, Dresde y Leipzig, así como muchas orquestas regionales de toda Alemania.

Cierre y fusión de orquestas

Los músicos han protestado así contra los recientes recortes en las
orquestas alemanas, que han supuesto el cierre -o la fusión- de numerosas formaciones. Así, en los últimos 20 años, Alemania ha pasado de contar con 168 en 1992, a las 131 que siguen funcionando este año. Dos décadas en los que 2.500 músicos han perdido su puesto de trabajo.

«Las esperanzas de los jóvenes estudiantes de música de 24 conservatorios alemanes van a ser destruidos. Hoy en día los músicos tienen algo que decir: mantener viva nuestras orquestas profesionales en Alemania! Acaben con los cierres! (En alemán: «Orchesterland D – Einzigartig. Erhaltenswert «)», rezan unas protestas

http://orchestramanagement.wordpress.com/2013/09/30/breaking-news-german-orchestras-national-protest-and-strike-day-september-30-2013/ que coinciden con la negociación colectiva de sus salarios, que comenzará a discutirse mañana 1 de octubre.

Elsa Púppulo

– Notas relacionadas:

El Arte bajo amenaza: Carta Abierta de Elsa Púppulo para los amantes de la Cultura toda

http://www.salta21.com/El-Arte-bajo-amenaza-Carta-Abierta.html

Elsa Púppulo: Alegato por la Cultura Argentina

http://www.salta21.com/Elsa-Puppulo-Alegato-por-la.html

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