La controversial venida de Víctor Hugo Morales a la UNSA: ¿Censura o circo mediático?

Miente, miente que algo va a quedar. Ese era el lema de la vieja teoría de la aguja hipodérmica en relación a los efectos que producía en la masa los mensajes emitidos por los medios de comunicación.

Esta estrategia, nacida bajo la Alemania nazi, sería duramente criticada por estudios de comunicación posteriores, pero se mantendría intacta hasta nuestros dias. En este marco nos preguntamos ¿fue censurada realmente la presencia de Víctor Hugo Morales a la Universidad Nacional de Salta?

Todo comenzó cuando la agrupación estudiantil Frente Independiente, con el aval de la escuela de comunicación, presentó una nota ante el Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades para que el periodista Victor Hugo Morales venga a la UNSA a dictar una conferencia magistral. La nota se constituyó en el despacho 0.84 que debería haber pasado, previamente, por la Comisión de hacienda del Consejo Directivo, ámbito en el que los consejeros docentes, estudiantes y PAU (Personal de Apoyo Universitario) debaten los diversos despachos presentados y aconsejan aprobar o no hacer lugar a lo solicitado por el causante. En este sentido, la nota pidiendo la ayuda económica para solventar la conferencia fue incluida en el orden del día del martes 14 de agosto de forma arbitraria, con la firma de algunos consejeros, violando el procedimiento que se sigue regularmente. Asimismo, se aconsejaba otorgar 1.900 pesos del fondo de organización de jornadas, congresos y otros, para los gastos de organización del evento en cuestión.

Debido a la justificada indignación de los consejeros directivos de la agrupación Franja Morada y del Frente de Graduados y Reformistas, se determinó que tal despacho se tratara, como corresponde, en la Comisión de docencia y hacienda respectivamente. Y fue en este preciso momento cuando comenzó el circo mediático.

El retratamiento de un tema fue tomado como sinónimo de censura. Se desplazo el significado de un término a otro, que absolutamente nada tenían que ver. Algunos autodenominados “progresistas” mostraron su absoluta solidaridad con el periodista catalogando de “gorilas” a aquellos que habían pedido el retratamiento, haciendo pleno uso de su representatividad frente a la comunidad universitaria.

El debate se extendió, los medios locales comenzaron a informar y a dar su punto de vista sobre lo sucedido, incluso apareció una nota en el diario Clarín.

¿Qué es lo que pasaba realmente? Es importante aclarar: NUNCA SE CENSURÓ A VÍCTOR HUGO MORALES. Se discutía que la conferencia a su cargo tenga el aval académico y el financiamiento de la Facultad de Humanidades. Víctor Hugo podía venir a la Universidad cuando quiera independientemente de lo que decida el Consejo, nadie se iba a parar en la puerta a decirle que se vaya. Muchas actividades realizadas por las fuerzas políticas de la Universidad se realizan sin el aval académico y económico de la institución. Incluso estas actividades, si se solicita con tiempo ante el área de Bedelia (encargada de la distribución de aulas), pueden desarrollarse en los espacios físicos disponibles.

Por otro lado, de ninguna manera la agrupación Franja Morada y el Frente de Docentes Graduados y Reformistas tenían pretensiones de negarle la entrada al periodista, sólo pedían la discusión pertinente en un ámbito democrático. Avalar un evento con la firma y sello de las autoridades de la Universidad implica un tratamiento serio, producto de un acuerdo entre las partes que tienen representación en los organismos de co-cobierno universitario, que para eso existen precisamente.

Ahora bien, el cuestionamiento a que la conferencia del periodista sea de interés académico se debe a la conmoción surgida por la publicación del libro “Relato oculto. Las desmemorias de Víctor Hugo Morales”, cuyos autores son dos periodistas uruguayos Luciano Álvarez y Leonardo Haberkorn, libro que está publicado por la Editorial Planeta. En este sentido, el Frente de Docentes y Graduados Reformistas y la FM, dieron a conocer un comunicado en el que se sostiene “que nuestra Universidad y menos aún nuestra Facultad, puede ocupar su presupuesto en financiar ‘conferencias magistrales’ de quien hoy está cuestionado por sus propios colegas en relación a un pasado que atravesó las fronteras de los estados nacionales, cuando las dictaduras del Cono Sur bajo la Doctrina de la Seguridad Nacional pusieron en marcha el ‘Plan Cóndor’ de cooperación entre los distintos terrorismos de estado que azotaban la región provocó la tortura, muerte y desaparición de numerosos ciudadanos argentinos y uruguayos en ambas márgenes del Río de la Plata”. En este marco, se podía discutir si el grupo político tenía razón o estaba equivocado en su postura, pero pecaba de desinformación e ignorancia en el tema quien afirmaba que los mismos podían censurar a alguien en la Universidad que es, gracias a los principios reformistas que sigue defendiendo, PÚBLICA.

Por su parte, la Doctora Alejandra Cebrelli y directora de la Escuela de Comunicación en un comunicado sobre lo sucedido ofreció una donación personal para solventar los gastos de esta conferencia. Qué interesante esta solidaridad con los estudiantes del Frente Independiente, ojalá se repita en casos similares, sin tener en cuenta la bandera política, porque se “supone” que toda esta movida tiene fines ACADÉMICOS, es justamente para que los alumnos de la carrera puedan profundizar sus conocimientos. Asimismo, sería importante que las donaciones personales se ofrezcan, por ejemplo, para financiar los trabajos de campo que deben hacer los estudiantes que muchas veces se hacen difíciles de solventar con fondos propios, entre otras cuestiones.

Una perlita mediática fue que el mismo Víctor Hugo Morales le dijo al aire en su programa radial que emite por Continental a la profesora Cebrelli que nadie se había comunicado con él para invitarlo. ¿…?

Finalmente, en una agitada sesión de Consejo Directivo del día martes 28, en el que se apersonaron docentes y estudiantes de las distintas agrupaciones políticas de la facultad, se trató el tema en cuestión. El docente reformista Rubén Emilio Correa en una exposición precisa y muy clara dio argumentos sólidos con respecto a la postura sostenida. Triste fue ver cómo estudiantes del Frente Independiente, mientras el profesor se manifestaba, hacían burlas y muecas. Esto significa una falta de respeto no sólo hacia el docente, sino también al intercambio de ideas que se estaba generando en un espacio democrático.

Tras horas de discusión, con 9 votos a favor y 6 en contra, se decidió dar el aval académico para la conferencia en la que disertará Víctor Hugo Morales. Ya lo había adelantado Rubén “el chato” Correa: “del presupuesto, el 87 % es para pagar salarios y el 13% restante para solventar el gasto de funcionamiento de la Universidad. Como si algo faltaba, estamos en el mes de agosto y todavía no se liquidaron los subsidios al Consejo de Investigación. Planteamos la Universidad libre con determinadas reglas de debate. No que vengan a meter algo sobre tablas. Es decir, Franja es minoría. Tenemos todo para perder, pero vamos a dar la discusión para este caso puntual en la parte económica y sobre el periodista esta en condición moral de dar una clase magistral en una universidad democrática”. En todo caso, se debía haber formulado en términos de charla-debate en la que se le pudieran hacer preguntas e inquietudes al periodista.

Viene Víctor Hugo, aparentemente, en el mes de octubre. Ojalá que aquellos docentes que estuvieron a favor de la hipótesis “de la supuesta censura”, entiendan que sus alumnos y colegas pueden pensar distinto. Que no hace falta dejar libre en sus materias a los estudiantes, perseguirlos y hostigarlos para demostrarles, como si volviéramos a los años previos a la Reforma de 1918, que no deben involucrarse en política, que el docente siempre tiene la razón y por lo tanto, el poder de influir negativamente sobre el rendimiento académico de quienes enseña.

¡Que así sea! Amén.

Yo me hago cargo

Caso contrario, serán denunciadas no sólo en el ámbito de la facultad, sino también públicamente con nombre y apellido de quienes cometen esta clase de maniobras intolerantes, corrompiendo nuestra Universidad.

– La autora de esta nota es Columnista de Salta 21. Es Estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación / UNSA. Investigadora del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional).