El Tío Patilludo o Tío Rico como se lo conocía en América Latina es una de las creaciones más conocidas del genio de Walt Disney. Este simpático personaje era el tío abuelo rico de los hijos del Pato Donald; tenía mucho, mucho dinero, era un verdadero millonario -en dólares por supuesto-.
Uno de los placeres del Tío Patilludo era llenar la pileta de natación de su casa con grandes cantidades de billetes verdes (de baja denominación dado que los dibujos originales eran de los años cincuenta/sesenta) y zambullirse, desde un trampolín, en esa montaña de dinero.
Los episodios eran muy divertidos y supongo que los niños que los disfrutaron, a medida que se fueron haciendo adultos habrán pensado que tamaña costumbre era sólo producto de la fantasía de Walt Disney y sus colaboradores. Tantos dólares juntos –supondrían- caben solo en la ficción. Se sabe que en los Estados Unidos desde mediados del siglo pasado un tipo con mucho dinero efectivo encima no es bien visto; los pagos se hacen allí siempre con la tarjeta de crédito o débito, salvo que se trate de pequeños importes donde sí se permiten los billetes o monedas.
Los años que sobrevinieron demostrarían –medios de comunicación de por medio- que, en algunos países, era posible ver muchos millones de dólares físicos juntos. En los operativos de las fuerzas armadas colombianas de fines de los ochentas requisando los aguantaderos del Cártel de Medellín se veía como derrumbaban paredes de ladrillos o falsos techos de donde se desprendían millones de dólares en billetes producto del narcotráfico, los que luego resultarían incautados por el Estado Colombiano.
Lo que nunca pensamos es que, en nuestro propio país, íbamos a ver también millonadas en billetes verdes, contantes y sonantes, a través de los noticieros de la televisión. Y que ese dinero tenía que ver con los funcionarios públicos y familiares y amigos empresarios de un Gobierno que hasta hace poco guiaba los destinos de los argentinos.
Sin duda la Administración que dejó el poder en Diciembre pasado fue pródiga en millones. Un repaso sirve de muestra.
– 5 millones de dólares vimos contar, con la ayuda de máquinas cuenta billetes, a los hijos y empleados del empresario kirchnerista Lázaro Báez en La Rosadita.
– Casi 10 millones de dólares vimos tratando de esconder en un convento católico al ex secretario de Obras Públicas José López.
– 4,7 millones de dólares había en las dos cajas de seguridad que Florencia Kirchner, la ex hija presidencial, tiene en las bóvedas del Banco de Galicia.
No sabemos sí Bill Gates, el dueño de Microsoft, se deleita guardando millones de dólares en una bóveda, en las cajas de seguridad de un banco o llenando la piscina familiar como el Tío Patilludo; tal vez sí, pero en definitiva es su dinero, conseguido con su esfuerzo y creatividad (después discutiremos si la economía de mercado que le permitió ese atesoramiento es o no buena y justa); lo que sabemos es que el tipo nunca fue funcionario ni empleado público ni testaferro del poder político de su país. Distinta es la situación de Lázaro, José López y Florencia porque su dinero es, sin ninguna duda, producto del saqueo de los impuestos que todos pagamos.
Pero hay otros millones inquietantes.
– 7 millones de pesos tenía declarado la familia Kirchner cuando llegaron a la Casa Rosada en el año 2003.
– 80 millones de pesos tenía la familia Kirchner a fines del año 2014, tras once años de ejercer el poder político del país.
– 8.000 millones de pesos de impuestos a los combustibles retuvo el empresario petrolero amigo Cristóbal López en los últimos cuatro años de gobierno kirchnerista; ese dinero debía haberse entregado mensualmente a la AFIP como lo hacían otras compañías petroleras como Shell o la semi-estatal YPF, a las que sí se exigía estrictamente su cumplimiento.
– 65 millones de dólares es el valor de los departamentos que, según el Miami Herald, compró en EE.UU. Daniel Muñoz, el ex secretario privado de Néstor Kirchner, algunos en la misma ciudad de Miami y otro frente al Central Park de Nueva York.
– 36,6 millones de pesos es la suma con que el Gobierno kirchnerista financió a la actriz y productora Andrea del Boca la realización de su novela televisiva “Mamá Coraje”, de los que la artista militante ya habría cobrado la mayor parte.
Y por último, los millones más dolorosos que dejó el Gobierno Nacional y Popular.
– 12 millones de pobres a Octubre de 2015, según el informe del Observatorio de la Deuda Social de la U.C.A., de los cuales 4,6 millones son niños.
– 6 millones de argentinos que no tienen agua potable.
– 21 millones de argentinos que no tienen cloacas.
– Más de 16 millones de personas que no tienen gas de red.
– Más de 10.000 millones de dólares lo que el país debe gastar por año para importar gas, cuando entre 1999 y 2008 fuimos productores y más aún exportadores de este preciado hidrocarburo.
Estos últimos millones son uno de los mayores daños que produjo el Gobierno que venía a luchar por los pobres y excluidos, y son la consecuencia directa de su corrupción e ineficiencia tras más de diez años de bonanza económica pocas veces vista en la Argentina.
– Oscar A. González (El Tala)
La danza de los millones del Gobierno Nacional y Popular
Declaraciones de Macri, hoy, en TELEFE: «No imagino a Cristina presa, ni lo pienso». Yo tampoco. Y, agregó yo, ni a Cristina, ni a ninguno de los qué fuerón pillados afanando. Menem, Cavallo, De La Rua, Martinéz de Hoz, etc, etc., están libres y disfutando de sus últimos años en páz. ¿Por qué habrían, los Kirshners y los Macri, a la cana?