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domingo, noviembre 24, 2024

La gran cuestión de la sucesión del Sr. Presidente, Evo Morales

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(Corresponsal de Salta 21) Llegué a la terminal a las 5, 30 de la madrugada de ayer jueves. Mientras observaba el ajetreo de los pasajeros que subían a distintos micros, aguardaba que se anunciara la partida del mío hacia La Paz, desde Oruro, que es uno de los tres Departamentos en los que el actual Presidente boliviano, arrasó en las pasadas elecciones (el tercero es Potosí).

Al tratar de acomodarme en mi asiento, me golpeé tantas veces mi cabezota, que la Sra. que iba a ser mi compañera de viaje, esbozó una sonrisa, algo más discreta que las carcajadas de los asientos de atrás. Me dispuse a coquear, para mitigar el apune, que todavía no se me pasa…, y le convidé a mi acompañante ocasional lo que llevaba. Aceptó gustosa y fue el pie para comenzar una larga charla, que viró en la nota periodística que ahora tipeo en exclusiva para Salta 21 .

Luego de un rato de animada conversación, me confesó que su nombre es Catalina Soto y que desde los 13 años, tuvo que abandonar su hogar, en la parte desértica de Oruro, del costado que da a Chile (de donde es la familia del Mandatario boliviano), para luchar la vida en la ciudad. Siempre tuvo deseos de estudiar, pero en las casas que solicitaban empleadas domésticas ponían como condición que no estudiasen ni tuvieran hijos. Por ende, tuvo que aguardar hasta casi sus 48 años, a fines de curarse de su analfabetismo. Sabe ahora, el poder que significa estar informados, leer, escribir, hablar por sí misma, pensar por sí misma.

El proceso de aprendizaje, como casi siempre, es muy doloroso y costoso para las mujeres, dado que tienen que ser sostenes de sus familias y hasta de sus padres. Pero a Catalina, junto a sus ilusiones, le fue naciendo una conciencia, una conciencia política, politizada y que anhela difundir con pasión entre sus congéneres. Por ello, desde hace seis años, integró la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”, que ya cumplió más de tres lustros. Desde hace dos años, es miembro de la Comisión Nacional y viaja por su Bolivia querida y por el mundo, portando el mensaje “evista” de liberación.

Cuenta que innumerables mujeres, en especial, campesinas e indígenas, no sabían qué era lo que estaba haciendo el Presidente Morales, ni entendían el odio que le profesaban y le atesoran como un rencor tanguero. Se percataron entonces, que había que hacer “docencia” revolucionaria, organizando a las mujeres por comunidad, ofreciendo talleres de formación política, en la que se informaba lo mínimo: en qué consistía el proyecto constitucional, de dónde venía Evo, quiénes lo atacaban, por qué, etc. Poco a poco, enuncia Catalina, se avanza hacia temas menos “elementales” y se aborda en charlas simples, las razones por ejemplo, del cambio climático, explicando que no es fruto del enojo de la Pachamama ni de los dioses, sino de la naturaleza del capitalismo. Esos talleres a su vez, quedan a cargo de las que más se atreven a difundir lo que aprendieron. Se emplea pues, la milenaria tradición de la cultura oral para romper con el “cerco informativo” y con el “Paradigma hegemónico de la contrainteligencia”, al decir del periodista Julio Haro. Poco a poco, con el mecanismo del boca a boca, se disemina por toda Bolivia, la necesidad de la resistencia, de la pelea contra los imperialismos, de la defensa de los derechos de los pobres, de la igualdad de género, etc.

Preguntada acerca de cómo barajaron sus maridos o parejas, esa transformación interna de gran importancia cualitativa, sonríe, se sonroja y responde que en el camino hubo muchas separaciones, a causa de que los varones no aceptaban que “sus” mujeres hicieran política y “abandonaran” su rol “natural”: el de los quehaceres, el de la crianza de los niños y el de la “debida” atención a los maridos. Otros varones, como su pareja, tuvieron que aprender o afrontar la posibilidad de una separación, dado que Catalina no iba a dejar de hacer crecer su conciencia política ni a abandonar a otras millones de congéneres, a la ignorancia política e histórica en la que ella había crecido. Ahora, su esposo colabora hasta con las tareas de casa y ya no se siente inseguro con los viajes de Catalina, quien conoció Perú, Chile y hasta la Bonn de Alemania. Nunca antes había salido de Oruro.

De cara al futuro, imagina que desde 2009 hay que principiar por trabajar para encontrar el sucesor de Evo; alguien que no aparente ser igual o parecido a él y que luego, dólares mediante, se “dé vuelta”. Lo cree difícil, pero es impostergable comenzar desde hoy a buscar al sucesor que prosiga con su labor emancipatoria.

Por mi lado, no puedo escribir más; creo que historias como la de Catalina indican que lo que se concretó desde que asumió Evo hasta la fecha, torna a Bolivia una especie de nueva Cuba, aunque parezca una exageración, en particular, para los trotskistas.

Los correos a los cuales pueden comunicarse son:

• fnmcb_bs@yahoo.es;

• csoto@bartolinasisa.org.

– Para leer las postales anteriores, hacer click en el nombre del autor.

2 COMENTARIOS

  1. NO HAY PEOR CIEGO QUE NO QUIERE VER, PERO TODOS DEBEMOS DE VOLVER A APRENDER.
    Entendemos que nuestros actos y enfoques siempre serán a partir de lo que creíamos haber tenido como base para argumentar o comparar o equiparar, en fin, hasta analizar en base a conocimientos adquiridos anticipadamente, eso es humano, eso es lo que le pasa a todo mundo, no hay por donde perderse,,,, justamente el modelo, el sistema Neoliberal nos forma, nos usa, nos dice como ser, como pensar nos moldea a tal punto que todo lo visto, aprendido es para seguir el modelo, para sustentar el modelo, por ello habría que volver a mirar y observarnos bien, tendríamos que des formatear algunos hábitos, reconducir nuestra visión, encontrar nuestro propósito en lo comunitario (en la comunidad), pero bueno como antes describí, nosotros los bolivianos estamos buscando nuestro reencuentro, nuestro nañ (camino), nuestro tinku (encuentro o centro), solo pienso que tal vez debiéramos usar una frase del Cristo, tenemos que volver a nacer, nacer ideológicamente, para volver a aprender, pero no envase a los conocimientos de la ciencias disque exactas europeas, sino a los conocimientos, saberes y sabidurías de nuestros pueblos, por que el medicamento no es para los enfermos de Europa, mas al contrario es para los hermanos del Abya Yala (América).

    Otro

    La naturaleza humana nos hace jugarretas, cuando el ser humano se encuentra a otro semejante, con ideas nuevas, alguien convencido, alguien que es y actúa como debe de ser, de inmediato criticado, mellado, lapidado, hasta crucificado, eso es porque probablemente en la humanidad, estamos tan dolidos, que no creemos ni en nosotros mismos, por ello y otras cosas, solo sigamos haciendo lo que tenemos que hacer, sin mirar tanto el pasado, ni distrayéndonos en exagerado a los costados, seamos firmes en la visión en la misión y es bueno recordar la idea de otro hombre, Lucho Espinal – que el hombre es como una tea encendida, que cuando se consume dando luz a sus semejantes y se consume, entonces habrá valido la pena porque nuestro propósito es servir al pueblo (a la comunidad), esto no es socialismo ni comunismo solo es comunitario.

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