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lunes, noviembre 25, 2024

La gran mentira K

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Concentración del campo en pocas manos. Quiebra de tambos y subsidio a Sancor y la Serenísima. Exportación de carnes extranjerizada y deudas perdonadas por 130 millones. No hay retenciones a la minería ni impuestos a operaciones financieras.

Cristina Kirchner, y todos los funcionarios de su gobierno, desde un inicio han lanzado una de sus principales frases y a la vez mentira: «Estamos atacando a la oligarquía».

La realidad es precisamente la contraria. Desde el 2003, bajo el gobierno de Kirchner, en el campo se profundizó la concentración en pocas manos, y en todos los rubros, alentada desde el poder.

Para dar algunos datos, en el 2007 Kirchner subsidió con 1.500 millones de pesos al campo. Lo que no dice, es que esa plata se distribuyó solo entre las diez empresas más grandes, y a los miles de pequeños productores no les llegó nada.

Las consecuencias son claras: en el rubro lechero, subsidió a Sancor y a La Serenísima, que se quedaron con el 70% de la producción nacional y quebraron 4.000 pequeños tambos.

En el sector exportador de carne permitió la extranjerización de las grandes empresas (Swift, Paty, Cepa), a quienes además no les cobra impuestos a la exportación. A ellos los exime, mientras a todos nosotros nos cobra el IVA en el precio final de los alimentos.

jpg_Cargill.jpgLos amigos … exportadores

A las cerealeras, aceiteras y grandes exportadores como Cargill o Deheza también las subsidia, y a la vez permite que las grandes exportadoras actúen bajo el régimen de declaración jurada por ventas a futuro.

Así, los grandes venderán anticipadamente una producción que les compran a los pequeños productores. A éstos las grandes exportadoras le cobraron las retenciones actuales -más del 40%-, pero ellos le pagan al gobierno menos del 25%, que eran las retenciones en el momento de cerrar el negocio anticipado que hicieron.

Ese curro, que liquida a los pequeños y favorece a los grandes, se hace con el aval del gobierno nacional y con leyes específicas que el dueño de Aceitera Deheza y a la vez senador kirchenrista, Urquía, presenta en el Parlamento.

A esa y otras exportadoras también les acaba de perdonar 130 millones por deudas que tenían con el Estado. También es responsable del alza de precios. A un productor tambero le pagan 0.80 pesos por litro de leche, pero el precio final es de 3 pesos. ¿Por qué? Por los grandes formadores de precios -las empresas productoras y los supermercadistas- que en concordancia con el gobierno deciden el precio final.

Favores K a los pools de siembra

Para redondear una política global de ayuda a los grandes, no podemos olvidar dos cosas. Primero, que las retenciones son un impuesto a la producción. Por lo tanto sus amigos de las empresas comercializadoras de alimentos, los oligopolios exportadores, las productoras de fertilizantes y los intermediarios, no lo pagan.

Y en segundo lugar, que el gobierno no aplica retenciones ni impuestos al sistema financiero. Y es precisamente de allí donde sale el dinero y los fondos de inversión de los grandes pools, que además están exentos del impuesto a la ganancia.

Es decir, un círculo perfecto de medidas kirchneristas que favorecen e impulsan la concentración en el campo. No podemos dejar de mencionar que, en medio del conflicto, el gobierno propuso crear una supuesta Junta Nacional de Granos… pero privatizada y en manos de las exportadoras. Ni tampoco que, ahora en el Congreso, pretende que los reintegros a pequeños productores también dependan de esas grandes empresas. Todo un símbolo del rumbo oficial…

Un modelo de concentración

La síntesis y el resultado del modelo agropecuario kirchnerista son los siguientes: mayor concentración, desaparición o crisis de pequeños productores y un país que insólitamente aumenta su producción de alimentos junto con los niveles de pobreza e indigencia.

Este modelo se aplica en el mismo sentido en la industria. Además de su sociedad con Paolo Rocca y Techint, el gobierno subsidia a las empresas concesionarias que destruyen nuestros trenes. No les cobra retenciones al negocio de la minería, y acaba de extenderle a las transnacionales del petróleo 35 años sus concesiones en el país.

Mientras tanto, negocia desde la CGT de Moyano junto a los industriales que no haya aumentos salariales y mantiene a los desocupados con planes sociales de apenas 150 pesos.

Y en esencia, el sistema fiscal del kirchnerismo es altamente regresivo. Si hablamos del IVA, representa el 47% del total de ingresos impositivos. Es el impuesto más regresivo al pueblo trabajador y a los sectores humildes del país.

jpg_NestoryCristinaCaricaturas.jpgCuando nos referimos al gobierno, hablamos del que aplica este modelo, y no otro supuestamente «antioligárquico», que solo existe para los debates de TV.

Néstor conduce y Cristina dignifica: Mientras Kirchner negocia en EE.UU. con empresarios multinacionales, Cristina lo hace en la Rosada con los conglomerados del poder económico nacional. Con y para ellos, gobierna el kirchnerismo.

Por Arturo Vaca.

Enviado a Salta 21 por Mariano Poma, del Movimiento Socialista de los Trabajadores

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