Erika Lederer, la hija del segundo jefe de la maternidad clandestina de Campo de Mayo, nunca se reconcilió con su padre y luego de la marcha del 2×1 contra la acordada de la Corte Suprema de Justicia, se propuso «reunir a los hijos de los genocidas que jamás avalamos sus delitos, a los que gritamos en sus caras la palabra asesino y Memoria, Verdad y Justicia». Ricardo Lederer además de ser el segundo jefe militar de Obstetricia, estuvo involucrado en los vuelos de la muerte. Se suicidó en 2012.