Corren malos tiempos para el poder “K”.
La Corte Suprema argentina le dio un portazo en toda regla al intento de Cristina Fernández de Kirchner de afiliar la justicia a un partido político. La presidenta, una vez más, perdió una apuesta de la que es responsable exclusiva.
El hecho no es menor. El virtual asalto al Poder Judicial le habría permitido tener el control total de los jueces, decidir quienes entran, los que se quedan y los se van. Cumplido ese cometido, el supuesto Estado de Derecho –aunque imperfecto y a la argentina- habría pasado a ser un verdadero recuerdo para la historia.
El límite al furor ilimitado de poder que padece la Jefa del Estado fue la Constitución. Lareacción del Gobierno y de una persona que presume de ser “abogada exitosa”, aunque no se le conozca un solo caso en el que haya intervenido como tal, resulta, cuando menos, improcedente. La burla, las ironías y la mordacidad contra el más alto tribunal llegaron al limite de atribuirle intenciones de anular elecciones generales si los candidatos no eran de su gusto. Los magistrados, pese a la embestida, guardaron silencio.
La actual Corte Suprema, hasta el fallo que le puso freno a la viuda de Kirchner y a su mayoría en ambas Cámaras, era uno de los orgullos del matrimonio que mayor poder ha concentrado en Argentina después del formado por Juan Domingo y Eva Perón.
La conducta rabiosa de la presidenta (“quiero ser jueza en el 2015″ dijo irónica) no hace honor a la investidura. Las comparaciones suelen ser odiosas pero acostumbran a ilustrar con justicia. Dilma Rousseff se ha visto sorprendida, en diez días, por unmovimiento de “indignados” que hizo recordar el principio del fin de Color de Mello.
Su reacción fue reunir un Gabinete de emergencia, dar marcha atrás con algunas medidas y ponerse a trabajar sobre lo que le espera. Todo, sin descalificar ni ofender a los miles de brasileños que, en un abrir y cerrar de ojos, le han puesto patas arriba el país.
Los que en Argentina salían con las cacerolas jamás recibieron un trato similar. Por el contrario, se les llegó a mandar grupos de choque con “Willy” Moreno, secretario de Comercio al frente, piqueteros con cargos oficiales y hasta un luchador de ring que resultó tener un casino clandestino. Las movilizaciones del último año que desempolvaron las cacerolas solo recibieron el desprecio y la indiferencia del Gobierno y de su presidenta. Pensar que la Corte iba a tener otro trato, en el fondo, era una ingenuidad. Lo de Cristina Kirchner, al final, es simple, como lo era Bush: O estás conmigo o estás contra mi.
Textual de Cristina Kirchner:
“Los argentinos pueden votar y elegir libremente a los Poderes Ejecutivo y Legislativo por ahora. No vaya a ser que venga una medida cautelar y no nos dejen votar. No sería extraño que dicten alguna cautelar y nos impidan votar legisladores o presidente. Si el presidente o los legisladores no son convenientes, puede que lo hagan”.
– Radio Miami