Y sí!, está de fiesta el maldito ángel caído y baila y baila en una pata al ritmo de la muerte y más porque muchos, acá en la tierra, participan como felices del festín criminal: matar inocentes.
Hago referencia puntualmente al bebé de tan sólo 22 semanas de gestación, casi seis meses de vida, oriundo de la provincia de Chubut, hijo de una joven de 15 años y que por el lamentable pedido de su abuela la Justicia local (Cámara de apelaciones) le concedió a lo Pilato la muerte del inocente, inofensivo e indefenso nietito.
Sin ninguna culpa personal fue engendrado en el seno de su madre por causa de reiteradas “violaciones”, las cuales se repetían desde temprana edad (se dice que desde la niñez) por parte de la pareja de la abuela; en todo caso en estos radica la culpabilidad y entre estos la más culpable es la abuela del bebe siguiéndole su monstruosa pareja que abusó de su hija. El bebe no pidió la vida y menos venir de esta manera.
Inofensivo y sin haber sido reconocido como persona por causa de sus rasgos pequeñitos, mansamente fue ejecutado después de haber sentido todas las angustias, en su corta gestación, que le venían desde el exterior.
Indefenso ante su madre, su abuela y la sociedad, a quienes les correspondía cuidarlo, soportó la soledad y la tristeza de la muerte sin poder dar aunque sea un balbuceo para pedir ayuda, auxilio…
Estremece saber que gente con tanto estudio, cultura y hasta creídas dignas personas de fe se presten para tremendas tragedias y horror.
La estupidez femenina y la desidia del varón se toman de la mano y juntos intentan expiar las culpas que acarrean las matanzas de los niños por nacer creyéndose con el derecho y la autoridad de decidir quién vive y quién no. Se habla de los derechos de la mujer por encima de los derechos de una vida en proceso de crecimiento (concepción, gestación, alumbramiento, niñez, adolescencia, juventud, madurez, ancianidad, muerte) y la verdad que estos derechos traen aparejada la responsabilidad de ser mujer y entre estas se presenta primordialmente la maternidad, que es propia de la mujer y solo de ella.
¡Qué paradójico! El mundo cristiano va a celebrar su fiesta máxima que es la Pascua de resurrección de su Redentor (¡cuántos se llamarán y se creerán cristianos entre este séquito de asesinos!) y es increíble ver cómo se arma el mismo escenario que hace dos mil años:
Los Pilatos: Son los letrados actuales que dan luz verde para matar inocentes. ¡Inconcientes irresponsables!
Los Fariseos: los “abortistas” (entiéndase los que están con la muerte de inocentes creaturas); los intereses económicos que están negociando tras de todo esto. ¡Raza de víboras, sepulcros blanqueados!
La chusma: hoy es la gente que no quiere darse por enterada y menos por entendida sobre tremenda tragedia y creen que todo está bien porque por algo será que la “autoridad competente lo permitió”, “¿para que traer chicos con problemas desde el vamos al mundo? Total uno está bien y es gente bien y entonces grita a la par de lo que le dicen” ¡Hipócritas!
Los soldados ejecutores: La gente de salud (pseudo legales o ilegales) que realiza la matanza de inocentes. ¡Insensibles asesinos!
Los Judas Iscariotes: Las abuelas que solicitan la muerte del inocente, algunas madres, los violadores la otra parte progenitora.
La víctima inocente: el bebé por nacer.
El holocausto continúa su marcha y el mal reina burlescamente celebrando sus conquistas…-“A ver por donde seguimos”. Dice el maldito señor de la oscuridad y la muerte…
