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sábado, noviembre 23, 2024

La pobreza estructural de Argentina y la responsabilidad del Peronismo

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En la entrevista realizada la semana pasada por periodistas del canal kirchnerista C5N a Cristina Kirchner la ex presidente no se refirió en ningún momento a la corrupción de su gobierno ni al incremento de la fortuna de su familia en los doce años que ella y su marido manejaron discrecionalmente el Estado nacional (tampoco se lo preguntaron); en cambio cargó otra vez contra el gobierno de Mauricio Macri enfatizando, entre otras cuestiones, la inflación actual (“es galopante” –dijo-) y el incremento de la pobreza. Además convocó a la unidad del Peronismo –bajo su conducción obviamente- para poner fin al “gobierno neoliberal” que asumió en el año 2015.

Inflación y pobreza, dos temas sobre los que, tanto los kirchneristas duros como los peronistas “buenos” que ahora tratan de hacer rancho aparte, han machacado en el último año y medio.

Si hablamos de inflación, recordemos que durante el año 2014 la misma llegó al 38,53% según el índice del Congreso Nacional. El Poder Legislativo había tenido que encargarse desde 2007 de divulgar las estadísticas mensuales ya que el INDEC las adulteraba –o simplemente las ocultaba- tras la intervención del organismo dispuesta ese año por Néstor Kirchner. Las estadísticas gubernamentales habían dejado de ser creíbles desde entonces y el mundo empresarial elaboraba sus proyectos, presupuestos e inversiones en base a la información del Congreso.

En cuanto a la pobreza de la Argentina veremos seguidamente cuánta responsabilidad les cabe a los partidos políticos y los dirigentes que nos gobernaron durante los últimos 45 años.

A principios del año 1973 la dictadura del General Lanusse estaba en retirada: después de 18 años de proscripción el Peronismo se aprestaba a ser gobierno nuevamente. El doctor Héctor Cámpora primero y luego el mismo General Perón acompañado de su esposa se harían cargo del gobierno nacional y el Peronismo tomaría las riendas de la mayoría de las provincias.

¿Qué parte de la población era pobre en ese momento de la historia argentina?: el 3,5% (sí, sólo el tres y medio por ciento de los argentinos estaba por debajo de la línea de pobreza). Era la época del pleno empleo en el país, que se extendió hasta mediados de 1975; había una alta participación de los trabajadores en la renta nacional, un poco menos que en el período 1945-1966 pero muchísimo más que en los años que vendrían.

A principios de 1975 el gobierno peronista aplicó un plan económico totalmente regresivo y antipopular que fue implementado por su Ministro de Economía Celestino Rodrigo, y la pobreza subió al 7%. Parece una insignificancia si lo comparamos con lo que vimos luego, pero sí, la pobreza del país en solo dos años se había duplicado.

Aunque parezca increíble, ese plan económico concebido por el gobierno peronista fue la antesala del que luego implementó José Alfredo Martínez de Hoy durante la dictadura sangrienta que comenzó en 1976. Junto con la destrucción del aparato productivo y el crecimiento de la patria financiera, en los años de la Junta Militar la pobreza volvió a duplicarse.

Es el país que recibiría el Presidente radical Raúl Alfonsín en el año 1983: gran cantidad de fábricas cerradas, una moneda destruida, una deuda externa inmensa, los jefes militares de la segunda línea de la dictadura todavía jóvenes y con el fusil al hombro desconociendo la investidura presidencial y amenazándolo con golpes de estado, y el sindicalismo peronista hostigándolo permanentemente con 14 huelgas generales más los paros sectoriales de la mayoría de los gremios. En un escenario de alta inflación la pobreza trepó al 39%.

El “remedio” llegó con el triunfo de la fórmula peronista Carlos MenemEduardo Duhalde en 1989. El nuevo gobierno vendió todas las empresas públicas, rifó el país, y puso en marcha la convertibilidad del peso. Todo el Peronismo apoyándolo. El “1 peso igual a 1 dólar” le salió al país una fortuna: en ese disparate se gastaron los miles de millones de dólares de la venta del patrimonio público más el que le prestaron los bancos extranjeros. Había dinero por todas partes pero aún así los pobres no bajaron del 27%.

Para no hacerla más larga, vinieron luego los dos años de gobierno del radical De la Rúa, los dos del mencionado Eduardo Duhalde y los doce del matrimonio peronista Néstor y Cristina, cuyas historias son conocidas por ser recientes.

Duhalde devaluó la moneda en un 200% poniendo fin a la convertibilidad peronista -la verdadera causa del desastre- y el índice de pobreza trepó al 50%. Cuando los Kirchner después de doce años se fueron, aún con las decenas de miles de millones de dólares que ingresaron por la buena soja y los vientos de cola que soplaron en la región y el mundo durante una década, la pobreza no pudo bajar del 30%. Hoy con Macri es el 32%.

Seguramente la cantidad de números enunciados cansan pero mostrarlos así nos permite darnos cuenta de cómo evolucionó la pobreza en la Argentina en los últimos 45 años, de cómo esa pobreza se volvió estructural, y nos permite conocer además quienes fueron y son sus responsables políticos. Por fuera de esos números fríos están los seis millones de niños de entre 0 y 17 años que hoy son parte de esos pobres e indigentes, que nunca vieron trabajar a sus padres y viven del cartoneo. Los miles de niños y adolescentes que desde hace años comen de los basurales y habitan en viviendas precarias que son verdaderas chozas, que sufren y mueren por su desnutrición crónica, que no estudian, que no han completado la escuela primaria. Según el nuevo INDEC y el Observatorio de la Deuda Social en esta situación se encuentran la mitad de los chicos argentinos de esa franja de edad.

Causa indignación escuchar a los dirigentes peronistas, sean políticos, “dirigentes sociales” o gremialistas –o las tres cosas a la vez-, malos o “buenos”, cuando critican a los gobiernos no peronistas y pretenden hacerlos responsables por la pobreza del país cuando ellos tuvieron y tienen aún mucho que ver con ese flagelo. No olvidemos que aún en los años en que el Peronismo no estuvo al frente del Poder Ejecutivo Nacional, controló siempre el Senado y casi siempre la Cámara de Diputados. Pero además ese partido político ha gobernado casi sin interrupción la mayoría de las provincias (las del norte del país en particular) y muchos municipios (como el Partido de La Matanza en la provincia de Buenos Aires); y es en esos distritos donde la pobreza alcanza niveles muy por encima del promedio nacional.

Pero claro, pedirle a la dirigencia peronista que reconozca la responsabilidad de su partido en estas cuestiones y formule una autocrítica alguna vez es como pedirle peras al olmo.

Nota del autor: han sido consultados datos de Chequeados.com, del INDEC, de consultoras privadas (O. Ferreres, declaraciones periodísticas del economista peronista Aldo Pignanelli), del CIPPES (Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales) y del Observatorio de la Deuda Social de la UCA.

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