“Videla va a visitar la ciudad y Bussi decide ´limpiarla`. Fue el 14 de julio de 1977, en el aniversario del Día de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Puso flores entre los rieles, en las vías, hizo tapiar las villas miserias y del lado visible pintó la bandera argentina”. (En nota a R. Pardo del 5-09-08).
El lunes 20 a las 21 hs., se realizó en el Salón Auditórium el homenaje a los artistas y técnicos de la película La redada , auspiciado por el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, en el Marco del Ciclo por la memoria. El film se presentará en los municipios a partir de mañana, donde los espectadores podrán conocer cómo en Tucumán, durante la gestión dictatorial de Antonio Domingo Bussi en 1977, desaparecieron cientos de personas. El Ciclo por la memoria fue anunciado en el casa del ex gobernador Dr. Miguel Ragone, con presencia de funcionarios de la provincia.
El Ministro Kossiner, durante el lanzamiento del ciclo destacó: «no debe quedar ningún rincón de la provincia donde no se pueda debatir lo que pasó en Argentina, en un pasado no tan lejano que representa la noche más oscura y negra que hemos vivido los argentinos”, y sobre el esclarecimiento de la muerte de Ragone expresó: “dignificar su memoria a través de la verdad”.
Este ciclo servirá para revalorizar la importancia de los derechos humanos y la democracia, conservar la memoria misma de la historia y de la deuda pendiente que tiene el pueblo de Salta para el esclarecimiento de la desaparición física del gobernador constitucional. El ciclo continuará con una asistencia y prevención contra la trata de personas.
Antes de la presentación de La redada , el Ministro anunció que la película será vista en toda la provincia.
Sinopsis: (guión de Leopoldo Teuco Castilla y Rolando Pardo). El gobernador de Tucumán decide «limpiar la ciudad» ante la inminente visita del presidente argentino, por lo que arroja al desierto de Catamarca a un grupo de vagabundos y borrachos que “levantan” de la ciudad.
Al ver esta película, recordé la obra teatral “El gigante amapolas” de Juan Bautista Alberdi. (Sí, escribió teatro.) Pero lo asocié porque como Rolando Pardo muestra al represor Antonio Domingo Bussi con su escoba en la mano, hay una desmitificación del poder siniestro y como en Alberdi: todo Goliat tiene su David, en el sentido más ficcional de la historia. ¿Acaso la sociedad no lo condenó? La justicia también es social.
Pero además, la escoba de Bussi es la que barre con los marginales de la ciudad. Bussi no es más que un soldadito de plomo, un minorado, un hombre al que sólo se le podía dar el mando de una escoba. Un Hp de plástico, un descabezado, un imposible de concebir. Con esa escoba, se barrió a sí mismo; y con esa escoba, la sociedad sacó la basura y la transformó en historia, en memoria colectiva.
“Les dolió a los milicos que se los ponga en ridículo, imagináte que se lo ve a Bussi con una escoba”– dijo Rolando Pardo en entrevista con Salta 21, cuando contó cómo se exhibió la película durante el juicio al represor. “Entre el humor y la ridiculez hay una gran cuota de crueldad”– definió.
La película te deja sin pausas y sin aliento: uno a uno vemos desmoronarse a los marginales, aplastarse la mística; aniquilar el paisaje urbano pleno de los “olvidados”, de los linyeras; bufones que no sirvieron más al rey de mentiras. Es que nos metemos en un mundo sin vueltas, es el universo en pleno de los antisociales; no hay nobles en la escena: es una historia de héroes marginales.
Nuestros héroes callejeros sufrieron de inocencia: esta es la esencia de La redada .
Rolando Pardo enfoca la miseria pero no es decorativa: vemos sus vidas, sus absurdas peleas, sus locuras, sus deseos, sus felicidades episódicas, sus modos de convivencia. Asistimos a su “caza” y a su exterminio, somos testigos de lo que pasó el 14 de julio de 1977 en Tucumán (aunque filmada en Salta).
La redada asesta a la cacería de unos pobres seres humanos indefensos a los que este genocida enjauló, como a sus pájaros, y los arrojó en una zona árida de Catamarca para que se mueran.
Los personajes son la Muda (Delia Vargas), Pata i’catre (Raquel Herrero), Machaquito (Hicho Vaca), Lucifer (Jorge Hacker), Huguito, cantor de tangos (Víctor Jorge Ruiz), Francisca (Clotilde Vitez, la francesa) , Clemente (Miro Barraza), No hay de qué (Jorge René Rodríguez), ¡El Cuchi! como soldado de frontera, entre otros. Vemos a los linyeras y a los mendigos como seres ambulantes.
La película tiene cuerpo, consistencia estructural y narratológica, está basada en un cuento de Leopoldo Teuco Castilla y fue estrenada el 29 de agosto de 1991. El nivel interpretativo de los actores es parejo tanto de parte de actores consagrados como Ulises Dumont (Bussi), Gianni Lunadei (jefe de policía) y Litto Nebbia (ángel presentador) como de los actores salteños. Una película de alta definición técnica y calidad artística con imágenes logradas. Hay una estetización de la marginalidad y una ruptura del canon de belleza, esta vez puesta en la miseria humana. Es felinesca.
– Dato: La frase de Kossiner (dicha cuando era romerista) ¿para archivar?: «si alguien pide la expulsión de Juan Manuel (Urtubey) yo voy a votar para que se vaya»
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http://www.salta21.com/spip.php?article1059