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domingo, noviembre 24, 2024

“La sociedad cubana es hipercrítica”

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– Carolina Silvestre y Hechos, no palabras. Los derechos humanos en Cuba

En su documental, que podrá verse hoy a las 19 en el Centro Cultural de la Cooperación, la cineasta desmonta ciertas “verdades” impuestas desde el discurso capitalista. Para ello entrevistó a funcionarios, intelectuales y ciudadanos de la isla.

Carolina Silvestre es la actual vicepresidenta del Incaa.

– Por Oscar Ranzani

Históricamente, los enemigos de la Revolución Cubana señalaron que en la isla no se respetan los derechos humanos. Desmitificar esta concepción es el objetivo del documental Hechos, no palabras. Los derechos humanos en Cuba, dirigido por la cineasta argentina Carolina Silvestre (actual vicepresidenta del Incaa) y que podrá verse hoy a las 19 en el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543), con entrada gratuita, previa presentación de la responsable de prensa de la Embajada de Cuba, Zulan Popa. Hechos… fue estrenado hace dos años y no es la primera vez que Silvestre indaga en el proceso político cubano: en 2005 había realizado Bloqueo. La guerra contra Cuba, focalizando en este único aspecto. “El objetivo de Hechos… fue colaborar para esclarecer todas las mentiras que Estados Unidos le dice al resto del mundo para poder imponer el bloqueo. La excusa de ellos es que ‘como en Cuba se violan los derechos humanos’ y no hay un sistema político acorde a lo que ellos consideran que es democrático (aunque para mí no tienen un sistema democrático en EE.UU.), imponen desde hace cincuenta años el bloqueo, que no es otra cosa que un genocidio”, señala Silvestre en la entrevista con Página/12.

La joven realizadora grabó 80 horas de material que contiene entrevistas a funcionarios, intelectuales y ciudadanos de la isla. A partir de una estructura constituida por capítulos, Silvestre muestra cómo, frente a los cuestionamientos de que en Cuba no hay elecciones libres, existe una democracia más participativa que en otros países que se autodenominan democráticos. A su vez, Hechos… rebate las críticas sobre temas espinosos como los disidentes, la libertad de prensa y la migración ilegal, entre otros. Pero ése es sólo el comienzo de un documental jugoso que aborda también los programas sociales implementados en las cárceles de Cuba, que promueven una genuina reinserción de los detenidos, y la política de inclusión (de avanzada, realmente) para los chicos y adultos con discapacidad. No se detiene tanto en el combate al analfabetismo (uno de los principales logros de la revolución en materia de derechos humanos) ni en las políticas de salud. “No profundizo en esos dos temas porque como son muy conocidos en el mundo, Estados Unidos está imposibilitado de usarlos para golpearlos. Nadie puede negar que Cuba tiene una excelencia superior a los países del Primer Mundo”, explica Silvestre.

Hechos… surgió por la necesidad, en principio, de mostrar la realidad del pueblo cubano, de qué manera se organiza y cómo participa. En el documental, Silvestre demuestra que “existe la libertad de prensa, demuestro que existe la libertad de culto; demuestro que, a pesar de que hay un partido único, ese partido no participa en las elecciones, con lo cual es realmente ridículo pretender mostrarle al mundo que en Cuba no hay elecciones”, comenta la realizadora, quien agrega que en la isla hay elecciones cada dos años “y participa todo el mundo. Empiezan eligiéndose desde la base hasta que llegan a una cúpula. Y no necesariamente tenés que ser del Partido Comunista. La herramienta electoral de ellos es el propio pueblo cubano, no es un partido político. El Partido Comunista Cubano acompaña en la dirección del proyecto que tenga el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Otra cosa es la falacia de que no existe una división de poderes en Cuba”, subraya Silvestre.

En Hechos… se señala que Cuba tiene otra concepción de los derechos humanos en comparación con la de los países altamente desarrollados: los derechos civiles y políticos son inseparables de los económicos, sociales y culturales.

– Naciones Unidas es quien dice que los derechos humanos son indivisibles. El concepto de derechos humanos es indivisible. Quien lo hace divisible es Estados Unidos priorizando los derechos civiles y políticos porque justamente con ese argumento invaden el resto de los países, no solamente Cuba. Mire la invasión a Irak, por ejemplo. Interfieren en todo para apoderarse de recursos naturales o de lo que quieran.

¿Por qué cree que si Naciones Unidas señala que cada pueblo tiene derecho a la libre determinación y a escoger su sistema político, algunos cuestionan que en Cuba no hay democracia?

– ¿Por qué hemos cambiado no-sotros el significado de las palabras? El concepto de democracia es el gobierno del pueblo para el pueblo. Es decir, que el pueblo pueda participar en todos los asuntos públicos. Eso en Cuba sucede. Donde no sucede es en Estados Unidos. Allí el padrón electoral es un 40 por ciento, y de ese 40 por ciento vota casi un 30. ¿Dónde está la representatividad del pueblo estadounidense? ¿Eso es una democracia? Volvemos al principio: hay que ver cuál es el significado que les dan a las palabras. Estados Unidos ha impuesto un modelo de democracia. Y ellos dicen que eso es la democracia. Para mí eso puede ser una semidemocracia, estará intentando serlo, pero van a tener que modificar muchas cosas, así como las tendrá que modificar Cuba. Ni uno debe meterse en las modificaciones que tiene y necesita Estados Unidos porque sólo su pueblo es quien tiene derecho a modificar, ya que vive ahí, ni se le puede faltar el respeto a Cuba, que es el país donde más porcentaje de votos hay, en proporción. Siguen votando la revolución y hay que respetarlos. Allí viven 12 millones de personas. ¿A usted le parece que pueden estar sometidos como quiere hacer creer Estados Unidos? ¿Por qué los tratamos de tontos a los cubanos? ¿Por que no podrían rebelarse? ¿Por qué, si en el resto del mundo nos rebelamos todos los pueblos en contra de las dictaduras? Si el pueblo cubano creyese que está viviendo bajo una dictadura, ¿no se rebelaría?

Con respecto a la libertad de prensa, ¿qué cambia al no haber concentración mediática sin monopolios ni propiedad privada de los medios? ¿Hay acceso a los medios por parte de la sociedad civil?

– Yo vivo en un sistema capitalista, amo a mi país y acepto que la gente quiera vivir en un sistema capitalista, si no sería autoritaria. Pero la diferencia es que un medio aquí en Argentina lo que hace es defender sus propios intereses, el interés que puede tener en ese momento el establishment. Fíjese lo que sucedió acá con el tema del campo: los medios automáticamente se pusieron a defender un interés propio, personal, de una minoría que es la que más tiene y la que sigue concentrando el poder, en vez de ponerse en función de toda la sociedad argentina y darse cuenta de que si no se toman algunas medidas, es imposible redistribuir la riqueza para que no se agrande la brecha entre ricos y pobres. En Cuba eso no pasa. En Cuba los medios defienden intereses, no voy a decir que no. Pero el tema es que el 98 por ciento de la sociedad apoya esa revolución. Entonces, tal vez por eso se dice que en los medios de Cuba no puede hablar la sociedad civil. No, ¡por favor!: tienen columnas, son hipercríticos, no hay sociedad más crítica que la cubana. Y existe sociedad civil en Cuba. No es verdad que no existe. Además, hay 300 organizaciones no gubernamentales que representan a economistas, a gente de la cultura, etcétera.

– Página 12

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