Así lo informó el Arzobispado de Mercedes Luján
Las monjas del Monasterio Nuestra Señora del Rosario de Fátima, de General Rodríguez, en donde fue detenido José López cuando intentaba ocultar una suma millonaria de dinero, son parte de una Asociación Privada de fieles.
Así lo informó el Arzobispado de Mercedes Luján. En un comunicado, detallaron que las Monjas Misioneras orantes y penitentes de Nuestra Señora del Rosario pertenecen a una Asociación Privada de fieles, cuyo gobierno es autónomo.
“Anhelamos que la Justicia pueda llegar a la verdad de lo acontecido para el bien común”, dice el escrito, firmado por Monseñor Agustín Radrizzani, arzobispo de Mercedes Luján.
– La Nación
Las religiosas del Monasterio donde José López escondió el dinero pertenecen a una Asociación Privada de fieles
Agustín Radrizzani es (¿era?) un buen tipo; ha sido por años uno de los obispos más progresistas de la Argentina. Es el hombre que reemplazó a don Jaime de Nevares en Neuquén luego de la muerte de este humilde y valiente pastor. Por mi actividad en la industria petrolera tuve el placer de conocerlo en esa ciudad de la Patagonia.
Pero en estos doce años mantuvo una relación muy aceitada con el Kirchnerismo, tal vez pensando que Néstor y Cristina venían a salvar a los pobres y desposeídos.
Por eso es ingenuo cuando dice que el monasterio pertenece a una asociación privada de fieles, como tratando de explicar “nosotros ahí no tenemos nada que ver”. En la Iglesia hay muchas congregaciones que nacen a partir de la iniciativa de grupos de laicos, pero en todos los casos necesitan de una autorización especial del Obispado donde se van a desempeñar y ese Obispado ejerce un control permanente sobre ellos y es lógico que así sea. Miren si se juntan veinte laicos piratas con guita, fundan una asociación con la autorización de la Jerarquía de la Iglesia y después se dedican a traficar cocaína aprovechando esa cobertura especial.
Seguramente Monseñor Radrizzani tendrá que explicar cuáles han sido sus relaciones con los funcionarios kircheristas implicados en este entuerto y a qué se debía que el monasterio que él debía supervisar era visitado regularmente por esta gente, y por otros que hasta ahora han conseguido zafar de la Justicia.