13.7 C
Salta
jueves, octubre 10, 2024

¿Ley de Hidrocarburos o capitalismo de amigos?

Notas más leídas

Con 40% de inflación, cepo cambiario y restricciones para remesas de utilidades, Vaca Muerta es un espejismo que esta ley no podrá evitar. Necesitamos tener una mirada a largo plazo.

La Argentina no tendrá soberanía en la medida en que no tenga autoabastecimiento energético. La energía son puestos de trabajo a partir de la radicación de industrias, es la posibilidad de que haya crecimiento económico y también y no menor, de que no haya cortes de luz.

Es importante entender que mientras tengamos cepo, 40 puntos de inflación y no tengamos mercado único libre de cambio, es imposible pensar que Vaca Muerta sea una realidad. A la falta de invariabilidad tributaria y la adolescencia de políticas mirando la macro economía, se agrega una incertidumbre a las inversiones. Por esto es que Vaca Muerta es un espejismo.

La muy deficiente política energética es uno de los principales problemas de la macroeconomía.

Con la explotación de los hidrocarburos no convencionales podrían crearse 90 mil puestos de trabajo y 40 mil con los convencionales. Por otro lado, el sector minero tendría el potencial para ocupar a más de 30 mil personas, sólo en el primer año de inversiones. El PBI per cápita podría ser entre 6 o 7 veces mayor con una política de inversión. Pero esta ley no abre perspectivas en esa dirección.

La política energética del gobierno ha sido una de las principales causas que llevaron a la “tensión cambiaria”, el déficit fiscal y el impacto negativo sobre la balanza comercial y las reservas monetarias. También a esa mala política energética, al descontrol – cómplice o por descuido – con que se condujo Repsol – le debemos la declinación de las reservas de gas y de petróleo.

Se necesita una nueva logística para importación de equipos, y un régimen de amortización acelerada para paliar el descenso en el precio internacional del petróleo. También un régimen de promoción de inversiones en servicios. Pensemos que desde Bahía Blanca habrá que transportar unos 10 millones de toneladas, por caso de caños. No tenemos hoy ni infraestructura ferroviaria ni vial para movilizar mercancías de tal envergadura.

Si tuviéramos autoabastecimiento de energía bajaría la presión sobre el dólar. Con autoabastecimiento energético se consigue una balanza comercial y fiscal ordenada. Las inversiones van a venir cuando no tengamos 40 puntos de inflación y cepo, imaginar todo el trabajo del sector de hidrocarburos viene de la mano de bajar la inflación, como ha afirmado el diputado Sergio Massa en sus últimas declaraciones públicas.

Levantar el cepo es volver al Mercado Único y Libre de Cambios: que el que ingresa dólares tenga la tranquilidad de que no es un ancla, sino que puede disponer de ellos de acuerdo a las ganancias que tenga. Esa es la mejor ‘ley de hidrocarburos’ porque así se atraen inversiones para movilizar y hacer realidad lo que hoy por hoy es un espejismo.

El potencial que tiene el shale oil y shale gas en Mendoza y Neuquén se debe a que el agua que se necesita para hacer la fractura hidráulica y así extraer el fluido de la roca madre, se encuentra muy cerca de los yacimientos de explotación, lo que hace a la inversión más rentable, a diferencia de otras áreas desérticas en donde el recurso hídrico no está al alcance de la mano como en esa zona

Para encaminarnos hacia la solución integral en materia energética, es necesaria, entre otras, una nueva ley de hidrocarburos, que aliente las inversiones para alcanzar el autoabastecimiento. Para ello, debería darse un diálogo y negociación racional con la participación de la Nación, las Provincias, los trabajadores y los empresarios, para convenir una legislación para las próximas tres generaciones y no a las apuradas y con inexistencia de debate previo, como con el proyecto que nos ocupa. Sólo a título de ejemplo, miremos los cambios en la legislación hidrocarburífera en Brasil y México, que fueron el resultado del acuerdo entre las fuerzas políticas del oficialismo y la oposición. El Pacto por México que auspició el presidente Peña Nito es un ejemplo.

En tanto no se haga de la forma planteada seguiremos perdiendo el tiempo y desaprovechando las oportunidades, porque las inversiones en la industria hidrocarburífera se manejan por alternativas y cuanto más tiempo pase, las alternativas más atractivas y posibles para los inversores, irán absorbiendo los capitales disponibles, que nunca quedan ociosos. Esto lo expresa muy bien el dictamen del Frente Renovador, que hago mío plenamente.

Para explotar los inmensos recursos que tenemos hacen falta multimillonarias inversiones en dólares de capital de riesgo y para atraer inversiones será necesario, tanto por vía de una verdadera nueva ley de hidrocarburos que otorgue la seguridad jurídica necesaria, como por legislación específica adicional tratar temas como: el precio de los hidrocarburos líquidos y gaseosos en boca de pozo; la disminución gradual de la inflación que impacta en los costos internos y desincentiva las inversiones; el acceso al mercado de cambios; facilitar la importación de equipos y materiales necesarios; y establecer las condiciones y proporciones graduales racionales para la remesa de utilidades y reinversiones. Estos son los aspectos macroeconómicos, que más interesan a los grandes inversores internacionales. Aspectos macroeconómicos que esta ley no resuelve y que en realidad ni siquiera encara mínimamente.

El Acuerdo de los gobernadores avanza indebidamente sobre las potestades de los municipios, porque los primeros mandatarios provinciales que lo suscribieron no tienen las facultades como para fijarles límites, como cuando en el Anexo I se establece que las provincias y las municipalidades no podrán gravar a los titulares de permisos y concesiones con nuevos tributos ni aumentar los existentes, salvo tasas de servicios y contribuciones por mejoras o incrementos generales de impuestos.

De igual modo, en cuanto al articulado que modifica la Ley 17.319 de Hidrocarburos, no estamos de acuerdo con la pretendida invasión a las potestades jurisdiccionales provinciales, que se hace mediante la incorporación a la Ley del artículo 27 ter, mediante el artículo 6° del proyecto, otorgando a la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas, creada por el Decreto del Poder Ejecutivo N° 1.277/12, facultades que son potestad de las provincias como Autoridades Concedentes.

A la Legislación Ambiental, no se le presta la mínima atención y solo en el Artículo 23° del Proyecto se establece que el Estado nacional y los Estados provinciales, para dar cumplimiento al Artículo 41 de la Constitución Nacional, establecerán una legislación ambiental uniforme. Esto es sólo declarativo y sin dudas insuficiente. Deberá ser regulado por ley con la debida especificidad, tanto para las explotaciones convencionales, como para las no convencionales y costa afuera; razón por la cual, como artículo 24° se han agregado los Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la Actividad Hidrocarburífera.

Este plano de la desprotección ambiental es sumamente preocupante y de por sí solo amerita el rechazo de este proyecto de ley.

Hay otro punto que rechazamos de plano. La posibilidad de que los actuales permisionarios gocen de prórrogas a pesar de no haber realizado las inversiones comprometidas al obtener el área.

En el 2008, Lázaro Báez ganó siete licitaciones para explorar y explotar pozos petroleros en su provincia. Santa Cruz. Según denunció en su momento la oposición y el propio gobernador santacruceño, Daniel Peralta, el empresario incumplió con sus obligaciones porque no invirtió los fondos que se había comprometido a desembolsar: aun así, el Estado no le quitó las concesiones.

Ahora, gracias a las reformas de la Ley de Hidrocarburos, Báez podría extender por 35 años el control de sus áreas petrolera. La modificación al artículo 27 de la Ley establece que “los sujetos titulares de permisos de exploración y/o de concesiones de explotación de hidrocarburos tendrán derecho a solicitar a la Autoridad de Aplicación una Concesión de Explotación No Convencional de Hidrocarburos”.

Y el nuevo texto del artículo 27 bis agrega que “el concesionario de explotación, dentro del área de concesión, podrá requerir la subdivisión del área existente en nuevas áreas de explotación no convencional de hidrocarburos y el otorgamiento de una nueva Concesión de Explotación No Convencional de Hidrocarburos”.

El plazo para controlar las nuevas concesiones de explotación no convencional es de 35 años.

Los yacimientos petroleros de Santa Cruz que están bajo control de Báez son Meseta Cerón Chico, Río Guenguel, Paso Fuhr, TapiAike, El Turbio y El Turbio Este. El empresario podría entonces utilizar la nueva ley para beneficiarse en el mercado energético.

Este es sólo un ejemplo de los casos que este proyecto admite y que una ley seriamente pensada para el interés general no puede aceptar.

Debieron caducar todos los permisos en los casos de incumplimiento total o parcial de las inversiones comprometidas.

Asimismo la ley debería impedir que los permisionarios anteriores incumplidores – en el supuesto que no se les caducaren sus campos, tal como correspondería – negocien las áreas sorteando la licitación que debería ser llamada por la Autoridad Concedente.

Tenemos muchas objeciones. Comparto lo que manifiestan los ex Secretarios de energía cuando – en una carta pública del 28 de octubre de 2014 dicen que “el punto de partida de este proyecto es un pacto Nación-Provincias falaz”.

En suma, esta ley le transfiere gran parte de la futura renta a los actuales permisionarios sin media una licitación que abra cauce para que el país obtenga más ventajas por sus recursos.

Por último, no comparto el modelo centralista en ninguno de los planos. Tampoco en materia petrolífera.

Una prueba de la Argentina que no logra el rumbo al desarrollo es que en 2014 seguimos empantanados con y por el petróleo. Desde la Standard Oil de los treinta, pasando por la California y los contratos de los cincuenta, la anulación de los sesenta, el endeudamiento inexcusable de YPF que alentó Martínez de Hoz en los setenta, la irresponsable privatización de los noventa y la contramarcha costosísima de 2012-2013, acá estamos, perdiendo oportunidades y mucho dinero, carentes de una estrategia, sin Sur (para no decir sin Norte).

Votaré por el rechazo del dictamen de la mayoría.

– Por Alberto Asseff – Diputado nacional – Discurso – sesión del 29-10-2014

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -spot_img

Últimos Artículos