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lunes, noviembre 25, 2024

Lo que nunca contó Felipe Izcaray sobre la Orquesta Sinfónica de Salta

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Felipe Izcaray dialogó en exclusiva con Salta 21. Esto que les ofrecemos a nuestros lectores, es mucho de lo que alguna vez quiso decir el Director Honorario de la Sinfónica de Salta. Tenía muchas ganas de hablar, tanto, que lo hizo durante hora y media. Puesto el micrófono, dijo lo que tenía que decir.

Nos encontramos café de por medio en enero de 2011. Felipe llegó a Salta en diciembre de 2010 para pasar las fiestas con su familia: su esposa, hijos y nietos. En los primeros días de enero tenía que regresar a Venezuela. Recordemos que durante el 2010, no vino a Salta a dirigir ningún concierto ya que burocráticamente no se ajustó la programación para que esto ocurriera, con lo que la Secretaría de Cultura incumplió con un Decreto que lo establece, aunque Izcaray se muestra esperanzado al respecto y afirma que este año ocurrirá. Habla sobre los comunicadores, los ataques, el mito Felipe Izcaray, habla de su relación con Eleonora Ferrer, el ex gobernador Juan Carlos Romero, Luis Gorelik, Mariano Ovejero y Enrique Roel; los avatares de la Orquesta, aquellos días de gloria… Lo que se escribió y lo que resta por escribirse. Otra parte de la historia del primer Director Titular de la Sinfónica de Salta.

Creer o reventar

¿Cómo te sentís hoy en relación a la Orquesta Sinfónica de Salta?

– Primero que nada mi intención no es perjudicar a la Orquesta ni nada, ni imponer criterios míos por sobre los del Instituto de Música y Danza habiendo sido yo miembro de él. Hasta que me fui de Salta fui miembro del Directorio y estuve presente en todos los avatares de la orquesta. Estuve siempre presente, de hecho cuando Gorelik fue el Director de la Orquesta y propuso ciertas cosas yo lo apoyé, está en las actas, yo di mi voto favorable, por ejemplo cuando se hizo lo del arpa, lo de Cerveza Salta, yo nunca he hecho un voto negativo contra las proyecciones de la Orquesta. A mí nunca me vas a ver perjudicando la Orquesta Sinfónica que es como si yo perjudicara a mi hija porque yo la considero así. Yo fui el Director Fundador, pero no es solamente eso sino qué tipo de Director Fundador eres: quien quiera examinar eso tiene que ver que se estableció una Orquesta querida por el público, que se limaron asperezas con los comunicadores que no la veían con buenos ojos al principio. A mí Martín Grande me pidió disculpas una vez en el aire: “le pido disculpas porque usted ha hecho una labor: que la Orquesta sea del pueblo y que el pueblo sienta que la Orquesta es de ellos”; estoy acá una semana y la gente me saluda en la calle, me saludan y me dicen “qué bueno maestro están pasando sus conciertos por la tele y los veo con mucho cariño, ¿cuándo viene a dirigir?”. Alguien a quien yo no le caigo bien o no le gusta cómo dirijo puede expresar su opinión, pero ¿por qué me vas a atacar?, ¿por qué me vas a perjudicar?, ¿por qué me vas a desdecir?, ¿por qué me vas a insultar…? Como han hecho muchas veces por ahí.

Y en ese sentir están tus reclamos…

– ¿Por qué protestaba yo? Porque en los programas de mano no aparecía mi nombre, que porque durante los años que estuvo Gorelik como Director yo no figuraba en los programas de mano de la Sinfónica, tuve que protestar, tuve que imponer… porque era el nombre del Fundador de la Orquesta. La Orquesta se creó en el año 2001 y en el 2007 llegó a dirigir este señor. Hay proyectos que la provincia sugirió, que yo apoyé. Ahora, qué mezquindad que en el disco de la Orquesta Sinfónica mi nombre no apareciera. No existo. A ver, ¿por qué trataron de evitar de cualquier manera que yo dirigiera? Entonces había que imponer, yo estaba encantado con irme a Cafayate, a Orán, a Tartagal, porque uno está llegándole a una gente que te lo va a agradecer el resto de su vida, a mí sí me gusta hacer eso. Pero yo creo que se ha mantenido el aprecio general del público que ha asistido a las funciones, yo creo que hay buenas perspectivas a que este año se programe ya mi actuación en la Orquesta Sinfónica y no voy a poner ningún tipo de problemas, simplemente yo hice una petición sabiendo que puede aceptarse o no, yo siempre he sido respetuoso en ese aspecto, si el Decreto dice que yo sea invitado a dirigir dos programas al año de la Orquesta que se hagan los dos seguidos porque el boleto es bastante caro, yo acabo de pagar 1500 dólares de Caracas a Salta. Yo no estoy buscando ningún enriquecimiento sino que estoy buscando encontrarme con mi público, con los músicos, hacer buena música, poder aportar lo que yo pueda aportar al crecimiento de la Orquesta; yo hago todo tipo de repertorio, yo en Salta hice todo tipo de música, ópera, música académica y popular. Llegué a hacer Los Beatles, con lo cual muchos me criticaron, pero no solamente hice Los Beatles.

Volvamos un poquito para atrás con respecto a algunas cosas que dijiste: esto de criticar a los directores, Salta 21 inclusive, porque hemos sido bastante críticos pero también en nuestro caso, los hemos apoyado y sobre todo a vos, te hemos apoyado… .

– Perdona que te corte, pero yo creo que había un concepto errado sobre mí y de ciertos comunicadores, entre ellos Miguel Brizuela, que me tildaron de “romerista”, de “menemista” y qué se yo…

Pareciera que alguna gente hace una cierta lectura como que la Orquesta se relaciona con la política y le bajan línea a los directores, ¿puede ser que viene la mano por ahí?

– Yo puedo decirte que artísticamente tuve desencuentros con la administración, pero también tuve encuentros como los conciertos en el interior y el concierto con Martha Argerich, es decir, que puedo decir que en algunas ocasiones Eleonora Ferrer me apoyó y de repente pasaban cosas como “¿y esto de dónde salió?” Te voy a poner un ejemplo: a mí no me sorprendió cuando Ricky Martin dijo que era gay, pero sí me sorprendió cuando Rock Hudson dijo que era gay. Es un tema medio frívolo, medio de farándula, pero aquella imagen del macho quedó sepultada y a muchos les tomó de sorpresa como a mí. Así te quiero decir que lo del concurso fue una sorpresa para mí, cosas que hieren porque uno no las espera, yo no tuve nada que ver con el conflicto con Los Nocheros, yo no tomé ningún tipo de decisión, yo estaba encantado de tocar con un grupo que era muy conocido, pero yo no intervine cuando le impusieron al Director, yo no tuve nada que ver y allí se creó un ambiente que nunca se debió crear.

Y vos no podías oponerte a eso tampoco, porque no era una decisión tuya.

– No, en absoluto. Eso fue una decisión directamente del gobierno. Ahora, yo sí dije que si íbamos a Buenos Aires que hiciéramos un concierto con la Orquesta sola más temas clásicos y ahí conté con el apoyo del gobierno. Luego vino el tema de la sanción a los músicos, a la que yo me opuse ferozmente: no se debe echar a los músicos, se puede sancionar, se puede amonestar, pero no echar y traté de convencer al gobierno de que no lo hiciera, de que se revirtiera esa situación. Si yo hubiese tenido a cargo las presentaciones junto a Los Nocheros, nada de esto hubiera pasado, porque no lo hubiera permitido. Si yo hubiese estado a cargo del desenvolvimiento artístico de estas presentaciones no hubiese habido sanciones de este tipo porque yo lo hubiera manejado de otra manera, yo hubiera tratado de mediar, de buscar otras soluciones…

Recordemos un poco cuál había sido el problema: eran los cinco pesos de viáticos, es decir, era un tema administrativo, pero no artístico…

– Exactamente, a nivel artístico no. El problema fue que el Director que vino fue cuestionado por los músicos. Hubiese habido mucha más armonía con cualquiera de los Directores que habían trabajado con la Sinfónica, pero hubo un ambiente muy de pesadumbre, porque se echaron dos músicos y sancionaron a otros dos y mi trabajo fue el de tratar de convencer al gobierno de que esto no pasara. Hubo tres personas claves: una Pajarito Sutti, que también estaba de acuerdo con que esto no pasara, hubo uno que se fue para Mar del Plata, aunque él ya estaba por irse porque ya se había ganado el concurso. Pero el Pajarito Sutti y otra persona a quien realmente extraño y de quien realmente lamenté su muerte porque fue una persona de los pilares que yo tuve aquí en Salta, de complicidad, de amistad, que es Amado Chibán, su muerte ha sido un shock para todos, un hombre tan auténtico… A través de él, que era muy allegado a Walter Wayar, llegué hasta Wayar cuando estaba encargado de la gobernación, y le conté mi versión sobre los hechos y le dije: ”yo creo que al gobierno le haría mucho con revertir esa decisión y reconocer su error”. Y fue Walter Wayar quien le dijo al gobernador que se revierta y hubo una cierta negociación y se revirtió lo de la sanción. La decisión recayó en mí y yo era quien iba a decidir cuándo se aplicaría la sanción. Hay un verbo que a mí me encanta: “la cajoneé”, nunca se aplicó esa sanción, por ahí debe andar en algún archivo y eran como 25 días de suspensión…

¿Entonces no se fue nadie?

– No, sólo Brown que era quien ya se tenía que ir y al otro, al violinista, se le pagaron hasta los retroactivos: se revirtió por completo la sanción. Lo importante es que el gobierno se dio cuenta que era perjudicial para la Orquesta mantener esa sanción.

Felipe, si alguien tiene que llegar al gobernador para impedir que un músico se vaya, no era más fácil decirle: “che mira Eleonora paremos esta situación” o ella dijo no…

– No, esta era una decisión directamente del gobernador. Además fue por el problema que se armó y yo no tenía ninguna autoridad ni dinero: de dónde iba yo a sacar para pagarle los viáticos a los músicos, en ese momento no tenía la experiencia. Hoy, eso no pasa ni dejo que se haga una negociación ni que se comprometa la Orquesta con un compromiso de tal magnitud de ir al Teatro Colón sin un control por lo menos en lo artístico, eso no lo permitiría yo más nunca en ninguna Orquesta.

Lo que pasa es que todo el mundo sabía por esa época que Eleonora ejecutaba órdenes directas del gobernador, eso no está pasando con Mariano Ovejero hoy.

– También hay que reconocer que a mí se me sacó de la Orquesta cuando me quisieron sacar y punto. Yo tengo la opinión que tengo sobre ese concurso, pero ya pasó. En aquel momento –lo reconozco- Eleonora también tenía inquietudes y las planteaba y cuando eran buenas yo la apoyaba y se hacían.

Ah, tuvo una idea, entonces…

– Sí. Martha Argerich no hubiera venido aquí sin ciertas circunstancias. Estábamos en plena crisis económica. Cuando me comuniqué con Buenos Aires me dijeron que Martha podía venir por un caché realmente bajo: 7 mil dólares que no era nada a lo que ella cobraba. Sacamos la cuenta y Eleonora habló con el gobernador y le dijo que teníamos que traerla. Él sabe quién es Martha Argerich. Inclusive nos dijeron que ella no tenía factura y eso era una traba, ¡pero era Marta Argerich!, ¿iba a tener que inscribirse como proveedora del Estado? Eso es muy burócrata, ¿ves? Las cosas se dieron y en muchas ocasiones se lanzaba la Secretaría y se arriesgaba. Incluso Marta Argerich quería venir con un Director invitado y Eleonora dijo que no.

Ahí sí se puso las pilas y no con Los Nocheros.

– Ahí se puso las pilas, me defendió y dijo: “aquí tenemos un Director de Orquesta”.

Y por qué no hizo lo mismo con Los Nocheros…

– Eso fue antes. Un año antes.

Cambió, digamos.

– Sí. Cuando vino Martha Argerich realmente fue maravilloso, ella se encariñó con la Orquesta y son de los recuerdos más lindos que yo tengo. Después comenzaron a pasar algunas cosas. Algunos músicos comenzaron a hablar con gente de aquí para minimizar mi trabajo y muchas personas optaron por creerles, pero lo importante es que esas personas hicieron valer esa opinión y pensaron que yo tenía que salir. Decían, entre sus opiniones, “que la Sinfónica estaba en decadencia” y la declaran la mejor del país. Tuvimos 18 días de éxito en Ushuaia. Decían “que los músicos no quieren al Director” y allá en Ushuaia me gritan “¡Felipe, Felipe!”. Se fueron canalizando ciertas cosas y bueno, se dio lo que se dio.

Vuelvo a retomar el tema que te decía recién: si eso no tendrá que ver con que los directores se asocian a lo político y en todo caso al gobierno. Mirá, te vas vos y entra el Director nuevo con un gobierno nuevo.

– Pero acuérdate que el Director ya tenía un año. Si me van a calificar a mí de “romerista” políticamente, yo les puedo decir que le agradezco a Juan Carlos Romero el apoyo que me dio a mí en determinado momento cuando yo gestioné cien mil dólares porque no teníamos instrumentos propios de percusión, con el argumento de que “es la mejor del país y merece tener sus propios instrumentos”. Cien mil dólares que se destinaron a la compra de elementos de percusión y esto fue hablando con el gobernador. Inclusive le dije “mire gobernador, en otras orquestas se está pagando el doble que acá”. En una época el sueldo acá fue bueno, pero después ya no.

Cuando era el uno a uno.

– Claro. Entonces pagaban más en otros lugares, el doble, y además tenían estabilidad. En ese momento no se podía aumentar el sueldo, pero se diseñó el mejor plan de antigüedad de la provincia que además es el mejor de toda Argentina. Aquí se reconoció la antigüedad así hayas trabajado en Ucrania siempre y cuando haya sido un cargo oficial, o sea, del estado. Un músico que venía de Colombia si allá había tocado en la Orquesta Nacional de Colombia, o haya sido profesor del Conservatorio Nacional que depende del estado de Colombia, se le reconocían todos esos años de antigüedad. Y esa fue la ventaja de tener contacto directo con el gobernador. La misma Eleonora se lo dijo. Los que me dicen “romerista” es sólo de pancarta pues si no, yo no hubiese salido y ahí está el principal desmentido. Fíjate que el primer año de Gorelik fue durante el gobierno de Romero y fue en el último año de gestión de Eleonora Ferrer como secretaria de Cultura, él recibió todo el apoyo y obtuvo prebendas económicas que yo en mi vida tuve. A mí no me pagaban los taxis, me daban los viáticos que le daban a cualquier empleado público que no alcanzan para nada. Luego vino el Gori Caro y demás, en el gobierno de Urtubey. Lo que sí, cuando yo salí de la Orquesta Romero me preguntó “¿qué querés hacer?” y yo le dije “me quiero quedar en Salta, no me quiero ir”, le dije que quería trabajar con las Orquestas Juveniles que había estado ya trabajando un tiempo. Y ahí se me nombró Director Honorario. Pero se decidió todo ese año. Hubo una Carta de la Ministro para Gorelik diciendo que por decisión del gobernador él tenía que invitarme a dirigir y lo hizo.

¿Cómo estás hoy?

– Mi cariño por la Orquesta y mi cariño por Salta son inmensos, de hecho mi familia está viviendo acá. Pero hay razones que nada tienen hi_6-167.jpgque ver con todo esto que me imponen vivir solo en estos momentos en Margarita, en un país con muchas dificultades políticas- como habrás leído- aunque allá estoy trabajando en una provincia que está tranquila, yo trabajo para ambos estados: para el gobierno nacional y para la región. Yo tengo una Cátedra de Dirección permanente ahora y también soy lo que se llama Director Itinerante. Por ejemplo: voy a dirigir la Orquesta de Mérida pero a la vez abarca mi Cátedra de Dirección más los conciertos que yo haga con la Orquesta del Sistema de Orquestas Juveniles. Hay algo realmente maravilloso que me encantaría que vieras que es el Coro de Jóvenes de Manos Blancas, es un coro de niños minusválidos, down, ciegos que cantan y otro coro que está al lado de niños sordomudos que hacen la música con las manos con guantes blancos, todo coordinado. Es imposible verlo y no llorar. Yo fui a hacer un trabajo con ellos, les di clase de dirección – te juro- a una chica sordomuda, trabajé con un Quinteto Vocal de Jóvenes todos invidentes, pero con un oído absoluto y una cosa increíblemente bella. Esto es parte de un programa de Educación especial que se da y es parte de mi trabajo, esto me mantiene muy ocupado. Le tengo mucho cariño a la Orquesta de Mérida porque me recuerda mucho a la de Salta, allí hice un postrado y conocí a un célebre salteño, el Dr. Salim que durante la dictadura fue profesor en la Universidad Nacional de Mérida, fue profesor de Derecho. También dirigí la Orquesta de Caracas.

Como que tenés el año ocupado allá.

– Sí, lo tengo ocupado, pero jamás he tenido un conflicto con nadie.

¿Hace cuánto que tienen una Orquesta en Venezuela?

– La primera Orquesta se fundó en el año 30’. Y las del interior en el 75’. Y poco a apoco se fueron fundando orquestas regionales.

¿Tendrá que ver los conflictos que hay aquí con los años de la Orquesta que recién tiene una década?

– mmmmm

¿Con lo personal?

– Posiblemente. Si tú te vas a otras provincias, no hay ningún problema, ganan lo que ganan, son empleados públicos…

Nadie se queja…

– Es que el Status Quo está mantenido… Aquí la Orquesta se creó dentro de un conflicto que acabó con dos orquestas que había, para crear otra. La gobernación de Romero fue un periodo conflictivo, de protagonismos, de enfrentamiento, de comunicadores duros contra él, etc. etc. Cuando se crea la Orquesta se tenía una gran expectativa, cuando yo gano le dije a Romero “quiero que esta Orquesta sea la mejor del país y que toque todo tipo de repertorios, pero necesito su apoyo”. Nosotros en Mérida diseñamos lo que se llamó un regalo para la comunidad, que llegue a todos los rincones. Yo tenía esa experiencia. “Ud. haga la mejor Orquesta que yo a la plata la consigo”– me dijo el gobernador. Se hizo. Hubo comunicadores como Sergio Poma que me llamó para una nota en la radio y me dijo: “yo soy total y absolutamente anti-romerista pero reconozco que Ud. está haciendo una labor sincera con la Orquesta”. Después coincidimos que nuestros hijos iban al mismo colegio y fuimos amigos. Una vez me acusaron que yo fui al Concierto de Joan Manuel Serrat e irrumpí para sacar a alguien y sentarme yo. Lo que pasó fue simplemente que como Joan era amigo de mi hermano, él me llamó desde Buenos Aires y me dice “hola habla Serrat, el cantante”, “ah yo creía que era Serrat, el panadero”– le digo (risas). Tenía una gran admiración por ese hombre y cuando él vino, compramos asientos y nos dieron – a mí y a mi esposa- uno en una fila y otro en otra, entonces fui a hablar con un señor que tenía la contigua y le pregunté si podía cambiar, y no tuvo problema. Pero hablaron además de que yo ni hice fila para entrar…

¿Tendrá que ver con la xenofobia?

– También…

“El extranjero este, viene de Venezuela, nos viene a conquistar…” Porque por ahí si viene alguien de Buenos Aires no importa…

– Pero fíjate que tuve una amistad entrañable con Eduardo Falú, me tomó gran aprecio, pero qué mas quiero yo, la gente con quien me interesaba hacer relaciones me tenía cariño. Con Saluzzi, un referente mundial que ha tenido problemas en Salta, logré que con él tengamos dos veces Teatro lleno e hiciéramos las galas patrióticas que hacíamos con tangos o con Strauss. Cuando hice el Cascanueces por primera vez, salían críticas en semanarios que yo decía “¡de dónde sacan eso!”. Uno dijo “Felipe Izcaray ha dirigido el Cascanueces muy mal porque él nunca ha dirigido Ballet”. En ese momento era mi 49-50 vez que dirigía Cascanueces, pero yo no podía discutir con una persona que escribió un anónimo en un semanario.

Una vez Miguel Brizuela me preguntó “¿es verdad que a su hijo lo bocharon en Matemáticas y Ud. hizo que lo pasaran”? Seguramente alguien se lo había dicho. Y yo le dije: “sí, lo bocharon en Matemáticas, rindió otra vez en diciembre, otra vez en febrero y otra vez en marzo con un tribunal y la pasó”. Le dieron información errada.

Había como una burbuja que te cubría y estabas metido en todos los quilombos (risas)

– ¿Cómo respondía yo? Te lo puede decir Miguel Brizuela. Cuando vino Martha Argerich no lo querían dejar entrar y yo le di un pase para que entrara, hasta lo metí en el ensayo de Martha Argerich. Él escuchó cuando ella dijo que venía de tocar Ravel con la Sinfónica de Boston – dirigida por su ex-esposo Charles Dutoit en el Festival de Tanglewood del 2004- y que la Orquesta la estaba tocando igual de bien. Yo no voy a decir que la Orquesta era igual que la de Boston, pero ella estaba tan contenta que lo dijo. Y siempre que yo podía ayudar a un periodista a conocer la Orquesta porque odiaba eso de “este entra… este no”, yo lo hacía. Nunca le negué una entrevista a nadie. Cuando venía el concurso que decían “que yo no quería rendir”, bueno sí, yo no quería rendir (risas) y quién quiere rendir…, pero estoy de acuerdo con que hay que modificar la Ley., está obsoleta y lo dije siempre porque hay que buscar la manera de darles estabilidad a los músicos. Yo vine acá porque dije “quiero que sea un proyecto de vida para mí y mi familia” y lo cumplí. Lo que sucedió después no es por mi culpa. Ese proyecto no lo trunqué yo. Te puedo enseñar mi proyecto inicial del año 2000, todo lo que yo quería y podía hacer con la Orquesta. Tu podrás ver que yo propuse los conciertos populares, las giras al interior, los conciertos en barrios, los conciertos clásicos, los conciertos patrióticos, todo, todo se cumplió.

Nunca se te ocurrió decir: bueno está bien, no voy a trabajar para el estado, no voy a dirigir para la Orquesta Sinfónica, pero me vengo a crear mi propia Orquesta, a dar clases, a enseñar a dirigir, o sea, a armar un proyecto independiente.

– Yo lo podía hacer pero lo que pasa es que yo tenía que vivir de eso. a mí me pregunta mucha gente que se interesó, pero para mantener una familia, para mantener un cierto nivel de vida se necesita ganar cierto dinero, se necesita tener una obra social. Yo decía -y esto me ganó contrariedades- que no había una Orquesta en el mundo que concurse cada tres años, ni en Argentina ni en Rusia ni en Estados Unidos. Hay maneras muy efectivas de mantener la calidad de los músicos, por ej. si el cuarto clarinete no está al nivel deseado de la Orquesta porque el Director Titular o la Comisión artística lo notan, se lo anima a mejorar o estudiar. Hay gente que se vino de Georgia con cinco hijos y de repente pierde un concurso, salir de la Orquesta trunca. Hay personal administrativo secretarial que tienen estabilidad total y absoluta, y los músicos de la Orquesta no lo tienen, ¿cómo te explicas tú eso? Como archivistas tienen estabilidad y como músicos no, no puede ser. ¿Te has fijado que el último concurso de Director no fue internacional? Lo fue, pero no hubo nadie de fuera de Argentina que concursara. En el último que yo estuve sí hubo directores de otros países, pero no en el reciente.

“Yo me vengo acá, concurso, proyecto pero después me quedo sin trabajo”

– Claro, te puedes quedar sin trabajo. Muchos me preguntan si volvería a la Orquesta: hoy concursaría, por qué no, además tengo base mucho más firme, a mí no necesitan pedirme que me venga a vivir en Salta porque tengo mi familia aquí, pero qué pasa: concursar ahora y que dentro de unos dos o tres años… quién me garantiza que voy a estar… Yo pasé 6 años aquí, pagué en el Fondo de Jubilaciones el 11 % de mi sueldo y ¿dónde está esa plata? Tengo que tener 35 años aportados para optar por una jubilación en la Argentina como todo ciudadano. El 11 % que pagué de mi salario se pierde. En Venezuela tengo una previsora, yo empecé a trabajar en el año 78, llevo muchos años trabajando, el día que yo decida jubilarme tengo todo. ¿Venir a hacer un concurso y después en tres años hacer otro? Yo ya no soy un changuito. Hay que cambiar la Ley, por los músicos.

¿Pero a quién le importa eso, replantear la Ley? En su momento hubo un interés muy fuerte…

– Yo lo estuve planteando, antes de las elecciones hablé con Walter Wayar y le dije: “la Ley hay que cambiarla porque se nos van a ir los músicos, hay músicos buenos, hay que garantizar estabilidad”. Los músicos han presentado un proyecto que me parece extraordinario, es una combinación de estabilidad con evaluación, es decir, que no se rechaza lo de la evaluación. Yo digo que tenemos que buscar un término medio, esa es mi recomendación y lo digo con la mayor libertad y con el mayor de los respetos, yo no estoy atentando contra nadie: ni contra Roel, ni contra Ovejero, ni contra nadie. De hecho con Mariano Ovejero he tenido el mejor de los tratos y no tengo por qué estar peleando. Yo puedo tener una opinión sobre la gestión cultural, pero como no estoy, no puedo ponerme a opinar sobre lo que está pasando. Me llega tu diario y me llegan los partes de prensa de la Secretaría de Cultura y me parece interesante.

¿Y cuáles son tus “pretensiones” según Mariano? (risas) ¿Cuáles eran tus pretensiones? Porque viste que en una entrevista que yo le hago ahí lo dice… “que se te habían aclarado los puntos porque tus pretensiones…”

– Él no me aclaró nada. Te voy a decir los hechos: me llegó una carta firmada por Claudio García Bes en donde me invitaban a dirigir la Orquesta Sinfónica de Salta y me ofrecían pasajes Buenos Aires-Salta, unos honorarios de 4 mil pesos que es lo que le pagan a todos los directores invitados y por supuesto los gastos, el alojamiento, etc. a lo cual dije que sí, no me opuse, me dije “vamos a abrir esta puerta”. Y le dije: “va a ir mi representante – que es mi esposa- para hablar los detalles, tiene un poder mío para hacer gestiones” y que era justamente el tema de las fechas. Porque me dijeron que habían unas fechas que eran después de la gira a Buenos Aires. Cuando regresan los músicos por lo general le dan unos días libres después de la gira. Cuando llega Norma habló con Claudio y se pensó en otra semana que se le iba a proponer al Director titular. El Director titular no aceptó. No me voy a meter en eso porque merece otro tipo de consideraciones, pero él dijo que no y obviamente le respetaron su decisión. Yo le escribí a Mariano y dije que solicitaba 1º que me respondan, porque yo le había escrito varios mails al Director y no me había contestado; 2º que esta invitación que me habían hecho yo la había aceptado: nunca dije que no. Planteé esto que te estaba diciendo: que sería bueno que me invitaran dos semanas seguidas, que no tenían que ser ese año, que yo no estaba imponiendo nada, pero que al hacerse dos semanas seguidas como dice el decreto, cubro lo del pasaje y todo eso, a mí no me importa, no puedo pretender hacerme rico con esto.

Entonces Mariano nunca habló con vos y no te planteó absolutamente nada…

– No. Quedamos para hablar este miércoles.

O sea que recién van a hablar en el 2011.

– Sí, yo no he hablado con él. Sé que fue Claudio quien presionó para que se hiciera la invitación.

Además, por decreto, vos tenés que tocar “por año” dos conciertos

– Sí, dos programas.

Ahora te están debiendo dos…

– Bueno sí, pero yo no voy a presionar, yo no quiero imponer nada.

Vos estás haciendo valer tus derechos…

– Pero es que además yo quiero venir a Salta, me importa la Orquesta porque es una Orquesta a la que yo ayudé, es una Orquesta que yo fundé de cero, es una Orquesta que ganó el premio Kónex que se da cada 9 o 10 años, hubo 6 en los que yo estuve.

Le dieron todos los laureles a Gorelik.

– Fue como Director, pero la Orquesta en sí, la labor de la Orquesta no es sólo de Gorelik. Él estuvo entre los cinco directores, pero hay 6 años que yo dirigí. Yo como Director estoy fuera porque no nací en Argentina, esas cosas habría que verlas bien, porque pago mis impuestos en Argentina y trabajo en Argentina. No importa: para mí está por delante la Orquesta. Lo digo con toda franqueza: quiero Salta, me encanta Salta, me gustan los salteños y quiero venir a dirigir la Orquesta de Salta. Por tres mangos no voy a ponerme a cuestionar mi venida. Es igualmente válido y vigente el Decreto en el que se me nombra como Director Honorario que la ley 7072 que obliga a que se tiene que rendir concurso, entonces no se puede tomar parcialmente.

El Decreto no dice que porque vivas lejos no te van a traer…

– Ni habla tampoco de que no me vas a pagar… El decreto dice que deberán contratarme para dirigir dos veces al año, el cargo es honorario pero no los conciertos. Y puedes buscar en internet colocando director honorario y vas a ver una lista inmensa de directores honorarios.

Pero no creo que trabajen gratis…

– Por supuesto, es como el profesor honorario de una universidad, el profesor honoris causa cuando va a dictar un curso cobra. Yo para nada quiero imponer mi criterio sobre la Orquesta ni quiero discutir con el Instituto de Música y Danza.

¿Fuiste miembro del Instituto de Música y Danza?

– Fui miembro del Instituto hasta que me fui. Cuando estuve de Coordinador de las Orquesta fui miembro del Instituto. Hubo una opinión del abogado de que yo tenía que representar la Orquesta en el Instituto. Apoyé en su momento la gestión de la Orquesta Juvenil e incluso apoyé al Ballet aunque tenía una diferencia personal. Yo fui el primer Director que tocó con el Ballet y fui a ver los ensayos y tuve una relación profesional con ellos, apoyé a los bailarines en lo que pude y siempre quise que se sintieran bien cuando yo estuviera dirigiendo. Te voy a decir un dicho: “no tiene nada que ver el culo con la pestaña”. Que yo tenga una diferencia personal con alguien no significa que yo vaya a perjudicar a la Institución.

¿No te convenía quedarte con el cargo de Director de Orquestas Infantiles y Juveniles y esperar un poco?

– Es que yo no era Director, era un cargo burocrático de Coordinador, pero la crisis económica no lo permitía. Mira, yo no tenía oficina, no tenía escritorio, no tenía teléfono… entonces andaba deambulando de acá para allá y en determinados momentos no estaba de acuerdo con las cosas que se hacían en la Orquesta y estaba realmente en una situación muy incómoda. Por eso cuando recibí el ofrecimiento de Venezuela yo dije que “era una salida para mí y para todos los que se sentían incómodos con mi presencia”.

¿No te pagaban ahí?

– Yo tenía un sueldo.

Pero no te convenía…

– Lo que pasa que tener un trabajo con el que no estás conforme es realmente incómodo.

¿Había problemas internos, políticos …?

– No eran problemas políticos, eran problemas de relaciones, de que no se le daba la importancia que se le ha debido dar al movimiento de Orquestas Juveniles que en Venezuela ha resultado ser una explosión social increíble y ha resultado reconocida por todo el mundo. Aquí en Salta había algo así como que era la “orquestita”. El presupuesto se iba en la Sinfónica y no había para la Orquesta Juvenil que era donde estaba yo. Se ha debido invertir en la Orquesta Infantil porque principalmente hay que comprar instrumentos. Si realmente hubiese un programa que dé frutos… Yo mostré videos sobre cómo se ha hecho en Venezuela, allá hay cientos de miles hasta en el más mínimo rincón, en el más mínimo pueblito, en el más mínimo Iruya de acá hay allá una Orquesta Juvenil; hay orquestas en las cárceles, hay esa que te dije de los minusválidos y se ha llegado al teatro con la Orquesta Penitenciaria. Yo hubiera querido que se hiciera, pero bueno, después vino la crisis.

Yo creo que también hay una cuestión de mala relación: la Cultura se relaciona con la Educación entonces hay un bache terrible con eso. Vos tocaste un punto importante y es que hay una especie de malestar de los artistas porque todo se lleva la Sinfónica y todo se lleva el Ballet entonces lo que se hace aquí es decir “esto funciona turísticamente… los llevamos acá… los llevamos allá… y es cartel para la provincia”. Por eso es otra de las cosas que tienen que ver con los fines políticos que se le da a la Orquesta y al Ballet.

– Cuando yo estaba en la Sinfónica hubo un concierto muy importante y fue uno que dimos en Tartagal. Yo estaba nervioso, era la época en que había piqueteros y con los piquetes no podías llegar a pasar, estaba preocupado por lo que podía llegar a suceder sobre todo porque la Orquesta era identificada con Romero. Vinieron a hablar con nosotros unos dos o tres piqueteros líderes y te voy a decir con toda sinceridad que Eleonora (Ferrer) manejó muy bien la situación aunque a alguna gente no le va a gustar que diga esto en este momento, 4 años después de haber salido de la Orquesta con diferencias profundas con Eleonora, pero fue así. Cuando fuimos a Tartagal que dimos un concierto en el Monumento a Güemes al frente de la estación de trenes, había 5 mil personas, un calor espectacular, fue hermosísimo, los líderes estaban ahí y se conmovieron que había comunicación, yo me enorgullezco de eso, de cómo se trató a la gente. Al otro día me llamó el gobernador para felicitarme. Yo creo que a la gente hay que conquistarla con la música, no tomo esa frase como una frase política. Tomo a conquistar como rescatar, yo diría rescatar a la gente, quitarle sus pesadumbres, sus problemas laborales, la tensión por la pérdida de las petroleras que es lo que le ha pasado a esa gente. La Sinfónica fue como un aire fresco. Por eso la Sinfónica volvió y antes de irme hice un concierto en Tartagal. Después hicimos Rosario de la Frontera…, todo eso para mí fue lo más importante. Porque si tú vas por allí y preguntas por los conciertos de la Sinfónica, se van a acordar.

Qué es lo más importante para el pueblo, para Doña Rosa que tiene hi_6-168.jpgun quiosquito por ahí. Qué es lo más importante para un argentino: los deportistas y los artitas. Lo demás, los políticos, llegan y pasan. Todo el mundo sabe quién fue Fangio, quién es Carlos Gardel, la Argentina que la gente quiere es la de sus deportistas y la de sus artistas. Tú puedes estar de acuerdo o no con Maradona por su manera de ser, pero no puedes decir que Maradona no era nadie. Maradona enorgulleció a la gente. Esos goles que les metió a los ingleses que yo celebro -no la mano de Dios sino lo legal- son los legales porque la mano de Dios, eso es trampa. Aquí en Salta yo hice una vez un ejercicio: puse en el buscador de La Nación y de Clarín, la palabra “Salta”, todas las noticias que salían de Salta eran sobre los piqueteros, los problemas sociales, el hambre… pero las noticias positivas eran sobre la Sinfónica, el Cuchi Leguizamón, etc. etc. Cuándo fue la primera vez que salió Salta en portada de Clarín: cuando hubo un Concierto en el Monumento de los españoles con 60 mil personas, sacaron mi foto con la Orquesta detrás, Beethoven venció a la lluvia. Ahí el arte estuvo por encima de la política. Y salió Salta en los noticieros de la tarde porque lo estaban transmitiendo en vivo. Ahí se proyectó Salta, y fue noticia 3 años seguidos.

¿Vos tuviste un problema en Bariloche porque no llegaron los instrumentos?

– Fue un problema de coordinación porque quisieron poner los instrumentos en un avión que no cabían. Cuando íbamos a llegar a Bariloche la primera vez, preguntamos: ¿caben los instrumentos? Los armadores de la Orquesta midieron el avión, midieron la puerta de la bodega y los timbales no podían entrar. Entonces 3 días antes salió el camión de acá para Bariloche con todos los instrumentos. Eso fue en el 2003. Lo que pasó años más tarde es que los camiones no llegaron y tuvieron que alquilar allá los instrumentos. Ahora yo pregunto: ¿por qué se despreció el criterio que se aplicó en el primer viaje? Era la misma Secretaria, había otro director ya – yo no estaba en la Orquesta- y se tuvo que improvisar. Eso generó un montón de prensa, yo nunca rechacé hablar con ningún periodista, yo nunca jamás fui entrevistado, la primera has sido tú. Lo importante es que la Orquesta estuvo presente y suscitó muchos artículos. Quiero aclarar que sí toqué música del Cuchi Leguizamón: hice 4 programas con su música, pasó que en una gala patriótica se iba a estrenar una obra suya pero la partitura estaba mal escrita y se cambió el repertorio. Hice galas dedicadas al tango también. Hicimos un homenaje en vida a nuestro querido y entrañable Coco Botelli, y salió contento. Hice todo tipo de repertorio. Tuve siempre en cuenta los valores culturales de Salta.

¿Por qué será que criticamos tanto a la Orquesta y a sus directores, si supuestamente esto nos beneficia a los salteños?

– Porque la Orquesta llegó a un nivel, suena bien. Confieso que en el último año no la escuché porque no la dirigí. Pero se hizo un trabajo espléndido, artísticamente no se la criticó. La Orquesta toca con amor propio y quiere que las cosas salgan bien. Obviamente la Orquesta tiene un costo, el Ballet tiene un costo.

¿Eso influye?

– Yo diría que sí, pero nadie aquí critica lo que se paga por ejemplo por otros eventos. Cuando traen a una vedette a hacer cosas con la provincia eso cuesta plata, pero como sale en la tele… La pregunta es ¿tiene un buen resultado artístico la Sinfónica? ¿Tiene una buena proyección popular? Yo puedo responder por mis años: sí, tiene un buen resultado artístico porque creció en poco tiempo y se hizo lo que se tenía que hacer, se le hizo ver a la gente que la Orquesta es suya. Como le hicimos ver que la Orquesta es suya y que paga por eso entonces cuando ellos ven que la Orquesta falla, se lo van a decir. “Mire Doña Rosa la Orquesta es suya, venga a ver el concierto o yo se lo llevo a Tartagal”. Bueno, si falla se lo van a decir, esa es la consecuencia de haber hecho a la Orquesta como parte de Salta. Cuando River pierde, quiénes son los primeros que lo critican: los hinchas.

Entonces vamos por buen camino…

– Yo creo que sí porque no creo posible que alguien pueda decir “hay que acabar con la Orquesta”. Porque 5 días después la van a estar extrañando. Lo que hay que hacer es mantenerla, mantenerla en la palestra, lo digo humildemente y con la mejor intención: hay que mantenerla en la mente del público como algo suyo.

Cuándo vamos a saber si venís.

– No te preocupes, este año vengo. La gente lo quiere y está en el ánimo del Directorio y de la Secretaría.

Campaña en contra de Felipe borrada.

– Hay gente que hizo cosas para perjudicarme: tergiversaron, falsificaron, modificaron mi biografía en wikipedia, hicieron desaparecer mi proyecto. Ya pasó esa etapa. Voy a venir, voy a hacer mi trabajo para que la Orquesta se proyecte de la mejor manera. Yo siempre he tendido un trato muy cordial con la gente y con las Instituciones.

¿Pudiste cruzar alguna palabra con Roel?

– No, no lo conozco. La única comunicación que tuve con él es a través de una carta donde lo felicité por el concurso, también llamé personalmente a Mariano (Ovejero) para felicitarlo por el concurso porque me pareció que se hizo de la manera más abierta posible. Los músicos de la Orquesta me hablan de Roel como de una buena persona y ya para mí eso es ¡muy importante! Puedes ponérmelo con comillas y signos de admiración: es muy importante porque es buena gente. Me he encontrado en la vida con gente mala y el hecho que en este momento halla un trato cordial y halla paz, es fundamental. Si hay un problema con lo artístico, ya eso se tendrá que solucionar.

Te admiro porque sos una persona que cree en el sistema, cree en los decretos, cree en la estructura…

– Totalmente. Creo en los decretos, en las leyes, en el sistema -en tanto no me perjudique- (risas)– , en la Constitución. Hay derecho a opinar pero no a insultar. Y tampoco de atentar contra esa persona porque opine diferente que ese es el problema de los venezolanos ahora: “o estás conmigo o te destruyo”.

Mira, yo creo que esta vez hay campaña a favor de Felipe.

– Entrevistas y notas anteriores:

Solapada discriminación a Felipe Izcaray y evasión del decreto de designación

http://www.salta21.com/Solapada-discriminacion-a-Felipe.html

Mezquina respuesta de Roel: ¿alevosa conspiración contra Felipe Izcaray?

http://www.salta21.com/Mezquina-respuesta-de-Roel-alevosa.html

Una de Felipe Izcaray, otra de Luis Gorelik

http://salta21.com/Una-de-Felipe-Izcaray-otra-de-Luis.html

“Hay Felipe Izcaray para rato”: la pasión por la Sinfónica de Salta

http://www.salta21.com/Hay-Felipe-Izcaray-para-rato-la.html

Felipe Izcaray: su vida en Margarita, pasado y presente de la Sinfónica

http://www.salta21.com/Felipe-Izcaray-su-vida-en.html

Una de cal y otra de arena con Felipe Izcaray

http://www.salta21.com/Una-de-cal-y-otra-de-arena-con.html?

Felipe Izcaray agradece profundamente a los salteños

http://www.salta21.com/Felipe-Izcaray-agradece.html?

Felipe Izcaray dirigirá en Venezuela la obra Las coplas de Florentino

http://www.salta21.com/Felipe-Izcaray-dirigira-en.html

4 COMENTARIOS

  1. ¡Dios santísimo, qué historia tan intensa! De esta entrevista hacen ya 11 años. Ha corrido mucha agua bajo el puente. La orquesta sigue su tiránica labor, gracias a Dios. Les sigo deseando LO MEJOR.

  2. Lo que nunca contó Felipe Izcaray sobre la Orquesta Sinfónica de Salta
    la verdad que izcaray es una buena persona, todos los musicos de la orquesta lo sabemos. pero falta a la verdad. Antes del ultimo mandato del doctor romero presiono a los musicos para que firmasemos una solicitada en apoyo a la reeleccion del gobernador, y no trato respetuosamente a quienes decidimos no involucrarnos en cuestiones politicas. Presiono a la orquesta en el «nocheros gate» y le entrego un escrito a las autoridades diciendo que opinaba cada musico con nombre y apellido, opiniones que se habian vertido en una asamblea privaday fueron utilizadas para las posteriores sanciones. Fue una figura importantisima para la orquesta, pero ya es el pasado, paso a las nuevas generaciones de directores y hacedores de la cultura.

    • Lo que nunca contó Felipe Izcaray sobre la Orquesta Sinfónica de Salta
      Lo que dice el “músico medido” no es exactamente la verdad. Lo que pasó fue exactamente así: durante un ensayo de la orquesta se acercó el Sr. Agustín Usandivaras y le entregó a Felipe Izcaray una solicitada de apoyo a la gestión cultural del gobernador Juan Carlos Romero. Le pidió que informara a los músicos que estaba a disposición y que la firmaran quienes así lo desearan. Izcaray repitió exactamente eso a los músicos. Nunca les impuso nada ni los obligó, tampoco trató mal a quienes no quisieron firmar porque nunca supo quien firmó y la lista se la llevó Usandivaras después de las firmas.

      Con respecto a lo que el “músico medido” llama «Nocheros gate», se debe acordar que hubo una tortuosa asamblea en la que a los gritos se dijeron de todo. Las autoridades de cultura no necesitaban un escrito de Izcaray para decidir a quien sancionar, pues fueron observadores vivenciales de todo lo que pasó en esa asamblea. Pero para estar más seguros, se le puede pedir al “músico medido” que muestre el escrito donde Izcaray menciona a tales o cuales músicos para confirmar su veracidad.

      Lo que si es cierto es que Izcaray (a pesar de que estaba de acuerdo con respecto a los escasos viáticos) le dijo a los músicos que no ir a Buenos Aires iba a traer más perjuicios que beneficios para la orquesta. También es cierto que gracias a la intervención del Ministro de Educación (el Boto Fernández, q.e.p.d) se quintuplicó el monto de los viáticos para esa gira. Y para el siguiente viaje a Bariloche, los viáticos se elevaron astronómicamente, gracias en buena parte a las gestiones de Felipe Izcaray.

      Estimado “músico medido”, el tema se conoce perfectamente bien en todos sus aspectos, y no sólo del lado de Izcaray. Hay que aplicar lo que dice el refrán popular: “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

      Norma Isabel Pinto

  3. Lo que nunca contó Felipe Izcaray sobre la Orquesta Sinfónica de Salta
    Felicito a la Señora Romina Chavez Diaz por la entrevista al maestro Izcaray y haberle permtido desnudar casi completamente su pensamiento. En un nota que salió en otro medio salteño firmada por mi, hablaba de la «época de oro de la orquesta» refiriéndome a sus primeros seis años. No me equivoque y además tengo cómo demostrarlo aunque quienes siguieron de cerca el proceso no lo necesitan. Cuando se eligió el primer maestro, el fundador de la orquesta se acertó de pleno en la persona de Felipe izcaray. Uno de los miembros del jurado me dijo, «es la persona que Salta necesita» y no se equiovocó. Luego en el concurso del 2007, esa misma persona borró con el codo lo que antes habia escrito con la mano. No sé que pasó aunque tengo mis sospechas. En fin, siempre se está a tiempo para reparar los daños de los seres humanos. En principio hay que modificar la ley 7072. Algun día ésto comenzará a estudiarse y será el inicio del reverdecer de la orquesta. Espero vivir para verlo porque todo el mundo sabe cuanto hice por apoyarla y por la vida de una agrupación sinfónica que debiera ser orgullo de Salta.

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