Tuvimos la suerte de ver en acción al maestro Javier Logioia Orbe. Arrancó con la romántica obertura que Berlioz introduce luego en su ópera “Benvenuto Cellini”. Siguió el concierto para flauta de Ibert, compositor ecléctico. Ulloque, deslumbrante.
Salta, viernes 18 de julio de 2014. Teatro Provincial. Solista: Cecilia Ulloque (flauta). Orquesta Sinfónica de Salta. Director Invitado Maestro Javier Logioia Orbe. Obertura El Carnaval Romano op., 9 de Héctor Berlioz (1803-1869). Concierto para flauta y orquesta de Jacques Ibert (1880-1962). Sinfonía en do mayor (*) de George Bizet (1838-1875). Aforo 90%. (*) Estreno en Salta dice el programa de mano.
No hace mucho me preguntaba a qué se debía que uno de los buenos directores de nuestro país, no haya venido nunca a Salta. Pareciera que lo hubiera llamado. Tuvimos la suerte de ver en acción al maestro Javier Logioia Orbe que no sólo satisfizo las expectativas, no sólo habló al final del concierto alabando a la Orquesta local, sino que mostró valentía al traer un programa que se salió de lo muy escuchado, junto a la vitalidad, precisión y conocimiento que ya conocíamos de mucho antes por lo que se publicó de él en medio locales y del exterior. Músico apasionado, sí, pero sin tensiones, tranquilo, reposado, amable, educado, discípulo de los insignes Calderón y Scarabino, Realmente un placer haberlo tenido.
Arrancó con la romántica obertura que Berlioz introduce luego en su ópera “Benvenuto Cellini”. Trata de describir los avatares de un carnaval en la eterna Roma. Vivaz, con detalles de exquisitez, un brillante “saltarello” que abre el camino para el solo del corno inglés de Saro Danielian al que le sigue una orquestación llamativa. Muy buen inicio.
Siguió el concierto para flauta de Ibert, compositor serio, ecléctico, formal. Una mezcla rara de un dejo impresionista con formas clásicas e intenciones románticas. En este caso, la obra tiene por momentos pasajes difíciles de encuadrar y no por ello, puede hablarse de ausencia de atractivos. Por el contrario, sus dificultades técnicas la torna más que interesante. Salta la conocía desde el 2003 con la misma solista en una magnífica interpretación. Pero lo hecho por Ulloque esta noche roza lo irreprochable, lo casi insuperable para nuestro medio y para muchos lugares del planeta donde existen instrumentistas de enorme condiciones. La musicalidad, basada en un inocultable talento, hacen de Cecilia Ulloque, una de las figuras que la Orquesta local tiene el orgullo de poseer en sus filas. Es la solista de la fila de flautas. Dominó el lenguaje del autor con una relevante dote de estrella de la noche. Sin exageración: deslumbrante.
A mediados del siglo XIX comenzaron a formarse en el llamado primer mundo, las grandes orquestas del romanticismo. Viena, Nueva York, Berlín y otras invadieron el espacio musical académico, clásico, culto, elaborado, etc para ejecutar las composiciones que se prestaban para estas agrupaciones. Entre muchos compositores apareció la figura de Bizet músico francés que ganó el codiciado Premio de Roma a los 19 años. Pero como si previera el futuro, a los 17 años, con total desparpajo, escribió su primera sinfonía que según el programa de mano se estrenaba en Salta aunque no es así ya que fue hecha por el director fundador de la orquesta, el Mº Felipe Izcaray en octubre de 2005. Tiene mucho de Haydn, pero también de Rossini o de Gounod. Cuatro movimientos, de giros líricos generalmente esperables pero no por ello exentos de atractivos sonoros. Son tres “allegros” y un “adagio” que en poco más de media hora fueron el vehículo para el lucimiento del director visitante. Obra juvenil, fresca, de rica instrumentación lo que revela el talento del autor. Sencillamente deliciosa.
