Casi dos horas de un espectáculo de ideas filosóficas e históricas un sábado por la noche a las 21 hs., creo yo, habla de una necesidad humana: la del conocimiento. Aún más cuando se trata de monstruos del saber, divulgadores, antiacademicistas, preguntadores seriales, problematizadores de conceptos, derrumbadores de mitos y “falsas” creencias, movilizadores de ideas, una suerte de reduccionistas y relativistas necesarios frente a un auditorio, dos reveladores de consciencias, dos inconscientes subjetivistas.
Anoche y a lleno total en el Teatro del Huerto, volaba por los aires la primera gran pregunta del show de las ideas o conferencia o charla o teatro de tesis, tal vez podríamos armar la categoría teatro de divulgación, o podríamos decir solo “mesa”; pregunta que surge obligadamente: “¿qué es la filosofía?” Para responder Sztajnszrajber toma a un filósofo norteamericano para quien “la filosofía es rascarse donde no te pica”.
A partir de aquí, tanto “Feli” como Darío se sumergen con «Preguntas de historia y de filosofía» en un recorrido por cuatro tópicos: el amor, la muerte, la religión y el poder con el propósito de repensar los temas y de abrir preguntas sobre ellos. Una frase sardónica de Pigna atraviesa varios tramos del discurso: “esto no volvió a suceder”, cuando se refirió por ejemplo, a las distracciones de la prensa para que la sociedad no sepa ni reflexione sobre la corrupción en este caso a través de un crimen (sucesos ocurridos con Lisando de la Torre en el Senado), la retención del dinero de la gente en los bancos (1890), entre otras históricas y “recurrentes” situaciones acaecidas en nuestro país.
Lanzado el tópico sobre el amor, se vuelcan hacia el lado de los mitos para hablar de la tradición judeo cristiana, el significado “bíblico” o mítico de la mujer en el origen, como una figura de tentación que encarna el deseo. Para Pigna con el mito griego de Pandora se agrega un atributo a la mujer: “la curiosidad”, por la que justamente fue criticada.
Desde el punto de vista filosófico, Darío aborda la imposibilidad de alcanzar el amor ya que este es una búsqueda permanente, así como la filosofía busca el saber y nunca lo alcanza… Declara abiertamente, a modo de interrogante, “¿no será que nos enamoramos de nosotros mismos?” Ya que proyectamos en el otro nuestros deseos, es decir, lo que queremos que el otro sea y no vemos lo que realmente es. El amor tiene un efecto farmacológico, “te inoculás el veneno para matar el veneno”– dice el exitoso filósofo mediático.
Pigna relata el amor entre el abogado Mariano Moreno y María Guadalupe Cuenca, cómo se conocieron y casaron; y sobre la traición del saavedrismo, sobre cómo mandan matar a Moreno en una “misión imposible”– define Felipe. Las catorce cartas que María Guadalupe le escribió a su esposo sin saber que ya estaba muerto fueron devueltas a sus manos por Manuel Moreno a su regreso, quien antes y a través de una misiva desde Londres le anunció la trágica noticia de la muerte del recordado Moreno “a quien extrañamos mucho”– admitió Pigna.
Sobre la muerte, Darío expresó: “a pesar de que sabemos que nacemos para morir, no queremos morir”. De allí viene la angustia, explica, a la que algunos calman con “clonazepam”, otros rezan toda su vida mientras algunos se animan a hablar de ella, que es lo mejor para aceptarla. “La filosofía es el mejor ejercicio para la muerte”, es una frase que siempre usó para abrir sus clases, pero que frente a un público compuesto por jubilados – reza la anécdota- la suprimió.
El espectáculo también estuvo plagado de guiños humorísticos al público, incluso hubo acercamientos con preguntas y hasta votaciones para responder por una u otra. La gente, cautiva, silenciosa, expectante, atenta; destacó con aplausos algunas intervenciones como cuando Pigna narró la historia del cadáver de Eva Perón. Sin desperdicios verdaderamente.
Retomando la idea de que la filosofía es un ejercicio para la muerte, esto quiere decir que es una preparación para aceptar el final.
Con un dejo de humor señaló que las personas necesitan muchas veces “creer” en el más allá para pensar que todo sigue, y de paso, portarse relativamente bien por si hay otra vida, es decir, cumplir los mandatos. “Las personas -dice- creen que la muerte interrumpe la vida; no es así, la muerte es el final. Todo se termina.” Nos está invitando –creo- a la comprensión. A la aceptación. Y al hecho de dejar de inventar relatos para hacerlo más soportable…
Se atrevieron con un tema tabú como es el “suicidio”. Pigna da las cifras de los suicidios que son más altas que los crímenes y va hacia la historia para pensar en las épocas de mayor suicidio como fue por ejemplo el año 1930. Se refirió a los suicidios de grandes personalidades como la del fundador de la UCR Leandro Alem, la poeta Alfonsina Storni y el escritor uruguayo Horacio Quiroga. Hizo mención al prácticamente reciente suicidio del doctor Favaloro.
La muerte para Sztajnszrajber, es una pregunta sin respuesta, sin solución, porque nadie fue consciente de su muerte ni estuvo vivo durante su muerte. Pero vaticinó: “en 100.000 mil años encontrarán la respuesta frente a la muerte y se encontrará el modo de que los cuerpos no dejen de existir. Pero ya no seremos humanos…”
Con respecto a la religión, Darío toma la palabra “creer” para desentrañar significados que se le otorgan desde lo religioso y en la cotidianeidad. “Creer” en Dios es una afirmación: “Yo creo en Dios” significa que Dios existe – explica. En cambio si digo por ejemplo “creo” que x ganará el campeonato, es una mera opinión. Nos muestra la diferencia de sentidos en el uso que hacemos de la palabra. “De locos”– da cuenta con humor.
Expresa que algunos dicen “creer” en Dios porque si se comprueba que Dios existe, literalmente “cagaron” – dice con alto humor e irreverente, a lo que la platea responde con voraces carcajadas.
Entre tanto Felipe Pigna hace su aporte sobre los momentos críticos de la Iglesia, como lo fueron la hoguera en la que se quemaron mujeres y hombres, una mayoría que representó el 80 % de mujeres a pesar de que la práctica de la brujería -sostuvo- era más común entre hombres. Se refirió a la Iglesia cómplice de la dictadura y de cómo un sacerdote llegó a decir que los tres jerarcas dictadores eran la viva representación de la santísima trinidad!
Fue ineludible pensar en una religión legada por medio de la Conquista. Pigna se refirió a dos iglesias: la que venía con “El requerimiento” (libro que explicaba que Dios eligió a su sucesor y que por lo tanto quien leía ese documento era un elegido suyo), todo en español e inentendible para los indios, Iglesia que por cierto mataba en nombre de Dios; y por otro lado estaban los Jesuitas, como Fray Bartolomé de las Casas y Fray Montesinos, padres defensores de los indios. Estos tenían su religión, las que no son las instituidas y aceptadas por la tradición.
También se diferenció entre “creyente”, “agnóstico” y “ateo”. Darío subrayó que el creyente y el ateo toman como verdad uno que Dios existe; otro, que Dios no existe, respectivamente. El agnóstico en tanto, no cree en la verdad.
El poder fue el último tópico con el que cerraron la mesa. Para el amante de la sabiduría, quien le rindió honores al contemporáneo filósofo Paul-Michel Foucault y señaló como uno de sus mejores libros a “Historia de la sexualidad: La voluntad de saber”, el poder tiene que ver con el verbo «yo puedo». Honores en cuanto Foucault es para él uno de los que mejor explicó qué es el poder. Cómo el poder se retroalimenta de sí mismo. Se crea porque hay una resistencia al poder que el propio poder crea; inquietante mirada que indica que cuando queremos ser ya el poder pensó por nosotros y restringió ese deseo a través de lo que normativiza. El poder se construye a sí mismo – explicaba- porque nosotros alimentamos ese poder. El poder funciona a partir de los efectos del mismo, no es una construcción a partir de voluntades, sino una construcción de efectos de ejercicios del mismo. Una mirada diferente que nos hace pensar en que creamos al poder casi sin entender este mecanismo. Como ejemplo didáctico toma a “Matrix”, el famoso film. Cómo Neo cuando logra llegar al sistema descubre que ya ha llegado a él varias veces, pero además recibe la frase: “Sos nuestra creación, Neo”. Con humor, expresó que si deseábamos saber cómo termina veamos la parte III de la película…
Relación Poder-Iglesia y Poder-Gobierno son ejes que desarrolló el historiador. De esto, puedo acotar que diferenció Poder-Gobierno señalando que muchos están en el gobierno, pero no detentan el poder, y que en esto hay una confusión.
Esto es apenas un esbozo de esta forma teatral de divulgación o de esta charla antiacadémica, que rompe moldes, que se piensa a sí misma como una posibilidad no formal, pero no por ello carente de rigor científico y de seriedad conceptual. No es esta la primera vez que esta dupla filosofa e historiza y no será tampoco la última. Es como que el público mira con agrado y la crítica con aprobación, esta forma de llegada a cualquiera, que es la mejor manera de ir hacia algún lado.
Terminan con toda la ironía posible. Volver en el “segundo semestre” para dar respuestas a las preguntas surgidas de esta conferencia. Una estrategia verdaderamente política.
Para cerrar, y a manera de aprendizaje y reflexión de esta noche “impensada”, puedo agregar que hay muchas formas de morir. Este cierre involucra una muerte metafísica y por ello necesaria, como el término del espectáculo. Entonces creo que morimos y nacemos en posibilidades infinitas… que no hay una única muerte. La muerte del amor es algo que aún no ha acontecido, es un imposible y sin embargo, se puede decretar con cada separación. El antídoto? Un nuevo amor que nace. Podemos pensar entonces que la muerte es un comienzo, y al decir del filósofo, lo vemos desde otro punto de vista. Si llegara a decir que Dios es amor sería porque en realidad mi búsqueda es la de un amor religioso. Finalmente, creo que “puedo” continuar escribiendo. Y en ello, radica mi poder…