El domingo 6 de agosto a las 20:00 hs. en el Saón Auditórium (Salta) se presentó el espectáculo unipersonal titulado “Sudamericana”, protagonizado por Anahí Sandívares, bailarina cordobesa. No se sabe mucho más acerca de su bío o de su vida artística y profesional. En un reducido circuito de personas “de teatro” conocimos su trabajo gracias al esfuerzo constante de Ana María Parodi quien lleva a su sala esas perlitas que halla en el fondo del mar… Esta fue la segunda puesta realizada por parte de Anahí, a pedido del público salteño. Un hallazgo.
La artista realiza plásticos movimientos que recorren un espacio indígena, su territorialidad y cultura a través de danzas, vestimentas, rituales, aromas sugeridos… texturas. Arte indigenista de corte mítico que presenta una temática en común: la rebeldía femenina. Anahí, la ribereña guaraní, muere en una hoguera y su espíritu convoca al de otras mujeres para efectuar danzas y rituales. Con cierto ángel, la bailarina encarna a la indiecita y desparrama en el aire la flor del ceibo, como la sangre derramada de la tribu. Se trasviste en la Pachamamma, como imagen inevitable de la fertilidad… o en las danzas afro de la Cuba negra.
Ella es toda risa, toda hoguera, toda lágrima y toda América. Maravilloso despliegue de movimientos que van del dramatismo a la sensualidad; del espacio cosmogónico al geográfico con la misma soltura y dinamismo.
Si bien Sandívares combina encanto y heroínas míticas, el espectáculo no tiene un cierre, y este se muestra como si fuera la moldura para su versión final.
La matriz indígena nos permite asomarnos a los complejos y múltiples rostros de Sudamérica que concita tantas formas artísticas como expectativas. Se propone como visión del mundo alternativa al modelo occidental impuesto, heredado por parte de los españoles. Pero creo, desde mi punto de vista, que omite cierto desarrollo que puede darse aunque haya ausencia de relato, solo voces, música y situaciones creadas por el movimiento. El espectáculo es breve. De buena cepa.
– Fotos tomadas por Salta 21
