El diputado sostuvo en una radio local que el video es una infamia perversa, sin precedentes, que apunta a dañar y desprestigiar a otros poderes del Estado y anticipó que “vamos a ir hasta las últimas consecuencias, porque hay intereses espurios y eso se averiguará en el Poder Judicial”.
Inmediatamente el periodista e investigador francés Jean-Charles Chatard que participó del documental le respondió con una carta abierta que envió a Revista Norte:
Señor Diputado Lucas Godoy
Quiero informarle que jamás mencioné su nombre en mi libro ”Francesas, autopsia de un doble asesinato“.
Quiero informarle que lo escribí con sinceridad.
Quiero informarle que siempre respeté la presunción de inocencia en este asunto.
Quiero informarle que no soy el autor y productor de la película difundida en la cadena M6.
Quiero informarle que no recibí salario para participar en esta película.
Quiero informarle que jamás le encontré.
Quiero informarle que si usted considera que proferí, una sola vez, las calumnias en su contra, le doy un consejo, Señor diputado, no vacile en denunciar.
Quiero informarle que la política argentina no me interesa.
Quiero informarle que por lo menos, tres personas, traicionadas por su ADN, participaron en la matanza de Cassandre y Houria y siempre son libres.
Quiero informarle que continuare la lucha, con el papa de Cassandre, por la libertad de Clemente Vera.
Quiero informarle que estoy disponible para debatir con usted, « el legislador », en el medio de comunicación de su elección, sobre el fondo de este asunto y la extrema violencia hecha a las mujeres en Salta.
Jean-Charles Chatard
– Nota relacionada:
Salta, el asesinato de las francesas: comentario y film de Mathieu Orcel
http://www.salta21.com/Salta-el-asesinato-de-las.html
Lucas Godoy se hizo cargo de la foto que se ve en el documental de las francesas asesinadas. Chatard le responde
La presunción de inocencia vale para todo el mundo, inclusive para gente qué de inocente puede tener poco.Es decir, vale para este tipo también y, claro, no se le puede acusar de ningún delito. Sin embargo, la institución de la presunción de inocencia, se aplica igualmente al periodista francés y, por tanto, Godoy, antes de conocer la verdad sobre él, no debiera salir a acusarle de qué representa a «intereses espurios». El asesinato brutal de dos jóvenes indefensas y buenas, no tiene nada de espurio, es una monstruosidad y es normal qué las miles de personas, de todo el mundo, qué se consideran humanos, se hayan interesado.
En todo caso, dada la gravedad del hecho, la suposición bastante bien fundada de qué no se hizo justicia y hay inocentes pagando culpas ajenas, Godoy solo puede hacer una cosa para lavar su figura: tiene qué ir a Francia o a Suiza, o a cualquier país qué el considere neutral con respecto al caso de las chicas asesinadas y allí hacerse un examen de ADN. Si sale negativo en pruebas repetidas y ciegas, hechas con las mejores técnicas disponibles y por los peritos más serios, a su vuelta le montamos un monumento recordatorio.