¿Cómo está Lio? ¿Cómo está el ánimo del equipo? Las preguntas que se hacen casi todos los argentinos, el presidente Mauricio Macri las escribió en su teléfono el viernes y las mandó. Del otro lado del celular estaba Sergio “Kun” Agüero, compañero de cuarto del goleador del Barça en Rusia.
La última vez que Macri y el Kun se habían visto fue el 30 de mayo, cuando el Presidente se acercó al predio de Ezeiza a despedir a la Selección y a darles ánimo. Pero la relación se había afianzado en un asado que habían comido juntos antes de esa despedida.
En su respuesta al mandatario, Agüero admitió que el ánimo del equipo no era el mejor, pero le transmitió esperanza. Y aprovechó para desmentirle que hubiese una movida para desplazar a Jorge Sampaoli, como se había rumoreado fuerte.
Es más, el “Kun” había sido uno de los que había echado leña al fuego cuando a un periodista que le consultó sobre los dichos del director técnico le respondió “que Sampaoli diga lo que quiera”.
Macri le pidió al delantero que les mandara a sus compañeros un mensaje de aliento de su parte. La comunicación fue corta.
Cuando los despidió en Ezeiza, el Presidente había visto bien al equipo y le tenía fe. Pero el jueves sufrió como todos los argentinos el 3 a 0 ante Croacia.
Vio el partido en un salón comedor del área presidencial de la Casa Rosada, con su mujer Juliana Awada; su vocero Iván Pavlovsky; Pablo Clusellas, secretario Legal y Técnico y ex compañero del Newman de Macri, y Fulvio Pompeo, secretario de Asuntos Estratégicos. (Clarín)
