El talento de Angelina Jolie es proporcional a su belleza. No hay nada que discutir a la hora de afirmar que el alma de “Maleficent”, la última película de Disney, es Jolie, nacida para contar la otra historia de “La bella durmiente del bosque”.
Cuando Aurora (Elle Fanning) está por cumplir la edad del hechizo (pincharse el dedo con una rueca y dormir el sueño eterno), le dice a su hada madrina, Maléfica, que quiere vivir junto a ella en esa especie de ciénaga mágica que es el bosque de las hadas. “Si ese es tu deseo…” le dice la villana heroína del cuento. Con esto echa a andar el vuelo de una adolescente que a sus casi 16 años puede decidir por sí misma la vida que quiere tener. En la época en que se escribieron los cuentos de hadas, no existía la adolescencia como etapa de la vida. Las niñas pasaban a ser mujeres con el casamiento. Desde este punto de vista, hay una “aurora”, tal y como se llama el personaje que media entre el odio y la venganza de su padre (el rey Stefan) y de Maléfica, por viejos resentimientos, por traiciones y ambición de poder de parte de quien hubiera sido amigo de la infancia de la sombría reina del bosque.
“Maléfica” no se ampara en la moral de las buenas costumbres “pasadas”, sino que muestra que sus reglas han cambiado. Esas costumbres ya no son las de pedir permiso “para ser”. En esta película comercial, muy hollywoodense, la joven Aurora sale de un estereotipo de niña al tomar decisiones que dan un giro a la injusticia de su padre. Si bien conserva la típica imagen angelical de una princesa “rosa” de largos cabellos rubios que corre por entre las florecillas del campo, su audacia no está en su insípida apariencia, sino en su espíritu rebelde, en su mente y en su gran corazón. Sólo así logra conquistar el amor maternal de Maléfica, un ser asediado por el odio, que trata de infundir terror y que resulta, por el contrario, un imán increíble para el amor, terreno que parecía árido e infértil después de padecer el más grande horror : ser despojada de sus alas.
Angelina Jolie se pone de manera formidable el traje de villana para lanzar el peor de los conjuros contra la bebé recién nacida. Desde allí, el reino de su rival, el codicioso Stefan (Sharlto Copley), se vuelve tan oscuro como el lugar que habita el hada de las sombras.
El mundo de colores que rodea a Aurora mientras crece alejada del castillo de su padre y custodiada por tres minúsculas e insoportables hadas, parlanchinas y peleadoras cual niñas traviesas, es el único lugar luminoso del film. La pequeña se las arregla para acercarse a Maléfica, quien se convierte en su feroz protectora.
Maléfica y su cuervo Diaval (Sam Riley) se pasean como diosa y semidios, entre el reino del bosque y el poblado de Stefan, un hombre que exhibe su ruina moral y que planea cómo destruir completamente a quien le cortara sus alas.
Las profecías del consabido cuento se van cumpliendo. Pero el relato de la otra historia, la del hada que no fue invitada al bautizo real, cobra vida para abarcar otro mundo más ambiguo, donde todo lo bueno tiene algo de malo y viceversa.
Creo que de alguna manera, se acerca a relatos más modernos, la idea de que los padres son quienes conquistan el corazón de los hijos, y no quienes los engendran. Crecer alejados de los padres verdaderos deja de ser un problema cuando se descubre la verdad. En este aspecto, el film vuelve a dar otro giro sobre los prejuicios y acomoda los tantos para que el plan de la Justicia, se cumpla. Aurora no sigue el mandato de su padre y aporta a la unión de los reinos.
La película dirigida por Robert Stromberg, experto en efectos especiales, ya que ha participado en películas como “La vida de Pi”, “Agua para elefantes”, “Shutter Island” y “2012”, traza una historia sencilla con buenos efectos, excelentes vestuario y maquillaje y muy buenas fotografías. No se le puede pedir más a un clásico infantil.
La cámara sigue muy de cerca a Angelina Jolie, quien maneja muy bien la gestualidad y muestra la evolución de su personaje sin soltar su conexión con la villana heroína.
De las sucesivas escenas se desprende el humor y las emociones, sin dejar de lado las batallas libradas que no pasan de ser esas viejas luchas entre el bien y el mal.
Entretenimiento asegurado para quien quiera revivir un cuento, desde otra perspectiva, narrado por quien ahora, es la nueva representante del bosque encantado.
¿Existe el verdadero amor? Es la gran pregunta que lanza el film. Y tiene respuesta, pero para ello, hay que ir al cine.
– Película: Maléfica. Título original: Maleficent. Dirección: Robert Stromberg. País: USA. Año: 2014. Duración: 98 min. Género: Fantasía. Interpretación: Angelina Jolie (Maléfica), Elle Fanning (princesa Aurora), Sharlto Copley (Stefan), Brenton Thwaites (príncipe Phillip), Imelda Staunton (Clavelina), Sam Riley (Diaval), Juno Temple (Fronda), Lesley Manville (Violeta), Kenneth Cranham (rey Henry), Hannah New (princesa Leila). Guion: Linda Woolverton. Producción: Joe Roth. Música: James Newton Howard. Fotografía: Dean Semler. Montaje: Chris Lebenzon y Richard Pearson. Diseño de producción: Gary Freeman y Dylan Cole. Vestuario: Anna B. Sheppard. Distribuidora: The Walt Disney Company Spain. Calificación por edades: No recomendada para menores de 7 años.