Marcha histórica de los policías y denuncia penal contra los jefes

En la cuarta jornada de paro este mediodía cientos de policías marcharon desde el Centro Policial hasta la sede de la Jefatura, en una acción de protesta sin precedentes. Llegan más efectivos al Sargento Suárez. Denunciaron a los jefes por coacción.

Más de 600 efectivos de la policía provincial que están en huelga desde la noche del jueves marcharon hoy al mediodía por el centro de la ciudad de Salta.

Por la tarde hubo una reunión de dirigentes y voceros en una sala del Centro Policial Sargento Suárez, para coordinar acciones de difusión a las distintas seccionales y unidades, al tiempo que se organiza la convivencia en el Centro de los autoacuartelados que ya son más de 200.

La marcha policial de esta mañana no tiene precedentes, puesto que en las protestas anteriores se limitaron a permanecer dentro del Centro Policial, pero ahora salieron en una manifestación pública por las calles de la ciudad de Salta.

«Me llamó la atención, yo calculo que serían unos 500, ocupaban una cuadra entera. Iban haciendo sonar dos sirenas que llevaban en unos carritos», comentó el señor González (55 años, comerciante), quien vió pasar a los policías por la calle Pellegrini. «Algunos iban con uniforme, otros no», señaló.

Al llegar a la sede de la jefatura, sobre la calle Güemes, frente a la plaza Belgrano, se apostaron allí unos minutos. No hubo discursos ni se registró ningún incidente. Era como si quisieran marcar presencia frente a sus superiores, el gobierno y la gente.

La seguridad estuvo a cargo de personal con jerarquía, jefes y subjefes de dependencia. Se lo vió al subjefe de la Policía de la Provincia, Mario Paz, quien se salió en un momento del edificio de la jefatura. Pero no así al jefe, Pascual Argañaraz, quien sigue con un perfil muy bajo a pesar de la gravedad de la crisis policial que afecta a la seguridad de la Provincia.

De todos modos no se registró ningún diálogo entre los manifestantes que estaban en la calle y en la plaza y los jefes que se encontraban dentro del edificio de General Güemes y Balcarce.

Denunciaron a los jefes por coacción

El apoderado legal del Centro Policial Sargento Suárez, el abogado Carlos Humberto Saravia presentó esta mañana una denuncia de coacción contra los jefes de unidades y dependencias que han venido ejerciendo presión sobre efectivos plegados a la huelga a través de amenazas personales, telefónicas y por mensajes de texto para que vuelvan al trabajo.

Esto ha tenido un efecto inmediato, más allá de la derivación judicial que pueda tener el asunto en el proceso penal en sí: los llamados, mensajitos y aprietes han cesado de golpe.

En el Centro Policial se ve más gente. Los espacios del amplio salón aparecían esta tarde más cubiertos. Nuevos contingentes de efectivos llegaron desde el interior para sumarse al autoacuartelamiento. Parece que se disponen a organizarse para un conflicto prolongado. Pero el ambiente es tranquilo.

En la reunión realizada por la tarde en una sala con ventana a la calle Ituzaingo, unos 35 efectivos (grupo que parece ser el nivel de conducción de la protesta porque afuera unos 250 efectivos dormitaban o dialogaban en el salón principal) analizaron la marcha realizada a la mañana, la situación general del conflicto, la organización de la convivencia en el Centro Policial y la demanda salarial -base del reclamo- que se reafirmó una vez más en los 2.300 pesos.

Pero el diálogo con el gobierno (que ofrece 1.900) está cortado.

El suboficial Antonio Gallardo, quien integra la Comisión Negociadora, estimó -en un breve contacto con Salta 21– que los policías que marcharon esta mañana fueron 800. Dijo que están a la espera de una convocatoria del gobierno para reanudar las negociaciones. Pero mientras tanto la medida de fuerza se mantiene. Gallardo volvió a desmentir información oficial sobre cesantías y renuncias y remarcó que no se ajustan a la realidad.

Hubo cámaras de televisión registrando la inédita marcha policial realizada hoy en Salta. Si las imágenes se difunden en cadenas nacionales será otro golpe mediático importante para un gobierno provincial que no logra desactivar la crisis policial.