Los protagonistas de “Un día en la vida de los únicos habitantes del universo” representan a Salta en la 25 Fiesta Nacional de Teatro. El viernes por Tucumán y de allí una mini gira por Salta y por espacios no convencionales como la Cárcel, son el training previo. Entusiasmo, energía y mucha vitalidad.
La foto de portada salió muy humorística, como esta nota que disfrutamos a pleno. El elenco de Concerta2 viaja el 15 de abril, son tres: Mariano Madrazo, Pía Carballo y Jorge Renoldi, su director. Presentan la obra del chileno Diego Bañares * el día sábado 17 a las 19 hs. en la Sala Piazzolla del Teatro Argentino de La Plata, con la que lograron el puesto número 1 en la Fiesta Provincial de Teatro 2009 donde participamos 21 elencos de la provincia.
Uno, dos tres, probando… probando…
¿Qué significa para ustedes participar por primera vez en una Fiesta Nacional de Teatro por un lado, y en La Plata, por otro?
– Mariano: Es muy emocionante, es la primera vez que participo de una Fiesta Provincial, tuvimos la suerte de ganar e ir directamente a la Nacional, se dio todo junto y empezamos hace poquito. Tenemos mucha expectativa con respecto a eso. Tengo una alegría enorme y estoy pensando mucho en hacer la obra lo mejor que se pueda y dejar a Salta bien parada. Me encantaría que digan “¡guau! qué teatro están haciendo en Salta!” Así, con esa idea voy, a deslumbrarlos, a darles una piña en el pecho a todos los teatristas de Argentina.
– Pía: Sí, realmente lo que dice Marianito es cierto, que exploten sus corazones y sus ojos ante el teatro salteño. A mí me pone muy contenta porque lo que más quiero es viajar y qué mejor que el teatro nos lleve viajando, conociendo otros lugares, actuando, vibrando, está buenísimo, me encanta.
¿CÓmo fue su entrenamiento? Porque bueno… en el escenario se ven cosas muy complicadas, un trabajo físico importante.
– M.: Sí, el trabajo físico a nosotros nos ayudó, nos hizo la asistencia en la parte física Grisel Nicolau; quien estuvo en Salta temporalmente y ya no se encuentra pero es su mérito y hay que seguir agradeciendo porque es un entrenamiento que nos ha durado, que ha quedado y que todavía mantenemos. Así que en ese sentido no podemos no decirle gracias.
– P.: Sí, buenísimo el entrenamiento de ejercitarse, mover el cuerpo, aprender de uno, de la posición…
– M.: Es más, hoy partimos de esa base pero seguimos entrenando solos, buscamos autoexigirnos y superarnos ya solos, partiendo de esa base.
Qué esperan ustedes que el público recepcione con la obra: ¿qué transmite la obra?
– M.: Transmite de todo. Nosotros tenemos una idea que es más o menos la pauta que nos da el director, y después el público -como uno trabaja con el imaginario del público- recibe y asimila lo que a ellos les parece, nosotros dejamos que el público se haga la cabeza. Hay gente que nos ha dicho. “chicos, me cansaron”. Es decir, se cansaron físicamente de vernos trabajar, hubo otra gente que dijo “me pegaste, me impactó la parte masculina o cómo trabajaron los cambios de roles”. Cada uno tiene una percepción, es libre.
– P.: Yo principalmente veo lo social. Lo que pasa actualmente todo el tiempo en cada pedacito de este sistema, cómo desde chicos nos domestican- como dice el director- cómo nos dicen «así tenés que ser cuando seás grande» y te van metiendo cosas. Nosotros, lo que siento que mostramos- desde mi punto de vista- es el machismo que da vueltas, le damos con un palo a ese machismo y a este sistema. Lo que veo que el autor quiso mostrar también es cómo cada uno tiene algo distinto que le pasó en un momento de la vida, cuando tu madre te castigó y te dijo algo y quedan «mambos», aparece el patrón que te da dinero… aparece la iglesia…
Cuando pregunto qué transmite lo hago porque de “Un día en la vida de los únicos habitantes del universo” es importante saber desde dónde se paran ustedes para construir un personaje, desde Adán, desde Eva, desde el psicoanálisis…
– M: Más que personajes son roles y ahí radicaba la dificultad de cómo hacerlo- como pasa todo dentro del escenario y no trabajamos con escenografía, la utilería es un bastón- entonces es mucho el trabajo corporal y vocal y tenés que cambiar muy rápido. Eso fue como lo más difícil pero la visión es desde los nenes, ir a los distintos contextos sociales: el policial, el religioso, el educativo, el familiar…
Veo en la obra (que vi dos veces) que hay un tema que está jugando ahí también, que es el incesto. ¿Cómo trabajaron eso? ¿Está? ¿Aparece?
– M.: Está, aparece. Es más, a veces aparece para algunos de manera simbólica. Cuando aparece el indigente, el deforme ese es el hijo, hay gente que hizo esa relación. Y hay gente que no lo ve.
Pía, creo que en particular esta pregunta va para vos sola: veo que has trabajado la máscara. Yo lo veo así, vos decíme si es o no es, porque hago mi propia interpretación, mi propio análisis… ¿Trabajaste la fealdad? ¿Cómo hacés como actriz? Porque no es tan fácil hacer esto, trabajar desde ahí y no tratar de «mostrarme» linda…
– P: Primeramente que es algo que tengo yo, me gusta lo que es feo, digamos, todo lo que es deforme me atrae mucho más. Hablando de feo externamente. También si veo algo lindo me conmueve, por supuesto, un chico o una flor… porque la vida es maravillosa. Pero también tiene su lado deforme: una montaña no es perfecta. Trabajar las caras era poder hacer un rostro con el que te iba a salir la voz y con eso la postura del cuerpo o desde el cuerpo que te llevaba a hacer una cara. Generalmente me salen feas. Hacer que sea feo, sale mucho mejor lo que uno intenta decir con su cara. Si te digo “estoy enojada” y no te hago nada no se nota tanto, no lo vas a poder ver pero si te hago esto (tuerce su cuerpo), va a salir mucho mejor. El fruto de eso me hace bien, me gusta hacer caras.
Cómo trabajás la voz, Pía, porque notaba que por momentos gritás como una chiquita y después hablás como una mujer. ¿Es difícil hacer eso, llegás bien hasta el final?
– P.: Es algo que nos enseñaron y que hay que ponerlo en práctica siempre. Primero calentar la voz, después de eso, lograr que este tubo acá se haga suave… Hay diferentes resonadores (los señala), hay que ir encontrándolos, fuimos buscándolos: la voz de niña, las mujer sensual, las otras mujeres… Al cambiar el cuerpo por ahí se me va pero “la práctica hace al maestro” (risas).
¿Cuánto tiempo trabajaron esta obra para llevarla a escena?
– M.:. Cinco meses, cuatro de entrenamiento y el último medio mes se diría, ya afinando para el estreno. Estrenamos el 11 de julio en el Arístene Papi.
Yo supongo que trabajan por separado cada uno manteniendo el estado físico. ¿Cómo se preparan, como es el entrenamiento: diario… o es esporádico… o se juntan con el director a trabajar directamente en el taller…?
– P.: Yo ando en bicicleta todo el día, que puede ser una forma de ejercitación, por ahí ando medio lento porque tengo un par de perros… De vez en cuando voy al parque y estiro las piernas diariamente, trato de saltar, de cantar, de mantenerme activa. Ahora retomamos con Mariano un entrenamiento más constante. Está en cada uno hacerlo.
¿La obra se afianzó a medida que pasó el tiempo o notan que fueron perdiendo cosas por ejemplo del estreno?
– M.: Noto que fue al revés, sí se afianzó. Justamente en el estreno había mucho nerviosismo. Durante la semana entrenábamos tres veces, 3 horas a la mañana y 2 horas a la tarde de ensayo. Había sido como mucha la presión y la exigencia que nos habíamos puesto. Creo que hubo errores que con el tiempo cambiamos, se afianzó la obra. Manejamos mejor los tiempos y si notamos que nos falta algo lo buscamos y sale inmediatamente. Cada vez nos conocemos más así que está cada vez más sólida la obra. Nos atrevemos a jugar más, físicamente hacemos que esas acrobacias sean más intensas o más difíciles. Tenemos una que no nos sale pero que la vamos a sacar y se llama “el círculo”. El día que salga se van a asombrar, es terriblemente difícil pero la vamos a sacar. Para eso entrenamos.
Pía, vos te tirás al piso, te levantás, rodás, subís… por ahí yo como espectadora sufro verte. ¿Te lastimás?
– P.: De vez en cuando hay algunas pequeñas cosistas pero en todo este tiempo hemos salido totalmente ilesos, no nos ha pasado nada. Sólo disfrutar… Mariano siempre me saca algún “bracket”, sale volando… (risas) En algún vuelo me raspé un poco la cara, tengo por ahí algunos raspones… Una vez fuimos a Metán y se veía sangre en la camisa y no sé qué era, no podíamos parar… Pero nunca fue algo malo. La vez pasada caí mal pero no me golpeé, eso está preparado. Uno tiene que aprender a caer también… varias veces le he pegado a Mariano (risas) alguna cachetada…
– M.: ¿Te acordás en Jujuy? (risas)
– P.: Pero hay que cuidar al compañero… Él me cuida y yo también tengo que cuidarlo. Entonces buscamos la forma de protegernos con la mano… Pero no queremos hacer como “que te estoy pegando”, no, lo hacemos pero con cuidado. Si no, no vibrás, si uno no suda en el escenario es como algo muerto.
– M.: Los golpes se sienten. Queremos que sea real.
Mariano, ¿cómo les fue en Jujuy? Más que lo que ustedes hayan percibido en su interior, la mirada exterior, o sea, la del público. ¿Cómo los recibió el público en la regional el año pasado y cómo se vieron ustedes a nivel región sobre lo que estaban mostrando?
– M.: Dentro del estilo que estamos manejando éramos los únicos que hacíamos este tipo de teatro, esto de trabajar sin nada. Hubo obras que impactaron, dicen que la de Tucumán “La historia de Antonio” es muy emocionante, no la pude ver, pero vi “Psicosis” que me impactó el trabajo físico que a mí me tira mucho, las imágenes eran asombrosas: una piba andando en bicicleta y hablando. Es una adrenalina tremenda. Con respecto a lo que nosotros brindamos tuvimos una muy buena respuesta. Pacheco nos vino a felicitar personalmente, también Tríbulo de Tucumán. Y alguien más… Fue ¡Uf!
Que los maestros digan que está bueno…
– M.: Sí, eso alienta. Uno siente que está haciendo las cosas bien entonces dan ganas de dejar un poquito más.
– P.: Yo me sentí muy bien también, muy buena “vibra”, “fue bárbaro” me dijeron…, “ay mamita… qué trabajo con tu compañero…”, “nos cansaron realmente”… Eso nos pone las pilas, nos gusta que se cansen y no que estén tirados en la silla. Nos gusta que sufran con nosotros.
– M.: “No dan descanso ustedes”, nos decían.
Cuáles son las actividades que tienen: hoy se van, mañana se presentan aquí y el lunes creo que tienen algo más…
– P.: Ahora nos vamos a hacer el bolso porque nos vamos a Tucumán (9 de abril), vamos a conocerlos y a que nos conozcan, que vengan a ver la obra… Ahora viajamos a las 14 y mañana tenemos una función en La Fundación por el Abril Cultural a las 21, 30 hs. El lunes nos vamos a la cárcel que va a ser otra vibración porque yo nunca actué ahí y Renoldi dice que está bueno ir.
– M.: Sabemos que es una energía diferente y esa mística, como no se ve nada desde afuera, no sabés qué hay adentro. Puede llegar a ser muy copado.
– P.: Sí, hay que saber qué se siente también. Y el 15, nos vamos a La Plata, a la Fiesta Nacional. Iremos a ver obras de toda la nación, a ver cosas buenas, a ver cosas más o menos, a ver qué nos ofrecen, a ver qué ven ellos de nosotros.
– M.: Va el autor a ver la obra. Le llevamos un regalito también…
¿Ah si? ¿Ustedes lo conocían?
– M.: Sólo vía Internet. No tuvimos la posibilidad de charlar con él, se le pidió la autorización, se le mandó fotos, las críticas… la primera aquella que hiciste…, le fuimos contando cómo iba el trabajo.
¿En el texto de él aparecen detalles de la escenografía, no pone nada de eso o fue la idea de Renoldi y listo?
– P.: Fue dirección de Jorge. Hay una parte que dice: “con un espejo ella le muestra su cara a él…” Y no hay nada de eso.
– M: Jorge decidió hacer un estilo minimalista. En todo sentido, la música, la puesta…
– P.: Y nosotros mismos, en el vestuario reducido…
Los veo arriba como si fuesen dos chicos. Además se ve que el actor disfruta…
– M.: Sí, es muy paradójico. Me pega en serio y la verdad que la disfrutamos y eso es lo que Jorge nos dice siempre: “jueguen, diviértanse”. Y lo cumplimos. Incluso le vamos proponiendo cosas nuevas y él dice “sacálo” o “dejálo” y eso ha hecho que nos vamos conociendo más y que nos vamos afianzando. Pía me sugiere, yo le sugiero… y se lo mostramos al director.
¿Concerta2 es un grupo que nace con esta obra o ya tienen trabajos anteriores como grupo?
– P.: Sí, Concerta2 que a mí me hubiese gustado que sea Desconcerta2 (risas) nació ahora con esta obra. Pero antes ya habíamos estado trabajando con el GIT…
¿Con «Cita a Ciegas»?
– P: Sí, bueno más o menos bien…
¿Fueron a Chile?
– P.: Fuimos a Chile, a Tucumán, a Jujuy… Conocí el mar, vi obras chilenas, los bolivianos son buenísimos, no pude ver la obra de Colombia…
¿Brasil?
– P.: No estuvo este año Brasil. Estuvo Venezuela, México, fue buenísimo.
¿Cómo es salir como grupo por primera vez y de repente posicionarse en el primer lugar en una Fiesta Provincial? ¿Da miedo hacer una segunda parte o está todo bien… o quieren más…?
– M.: Ya tenemos dos nuevos proyectos con Jorge donde estamos los dos juntos )Con Pía) y sí, queremos más. Genera una motivación, queremos ir a festivales internacionales y mostrarnos en todos lados.
¿Quieren estar en la punta, seguir arriba? (risas)
– P.: Yo no quiero ser famosa, yo quiero estar en el “Ander”, vamos a Europa si se puede, quiero crecer pero no busco “estrellato”, al contrario, busco que esto me ayude a ser una buena persona, a descubrir qué hay en cada uno de estos personajes universales; sacar algo de cada uno y mostrarme a mí misma y a los otros qué tanto tiene el teatro. La vida es un teatro.
¿Cómo ven el teatro en Salta?
– M.: Más allá de lo que ella hacía mención en forma individual, en forma colectiva deseo de corazón que se pueda armar un elenco en salta. Creo que no hay una Cultura de Teatro en Salta, hay muy poca gente que va. Esto me lleva a pensar lo que ocurrió en la Fiesta: la obra que representa a la provincia no ha sido vista por más de 250 personas, yo no sé si está faltando propaganda o publicidad, como está hecho a pulmón no tenemos auspicios ni nada. Cuesta mucho. Hay obras que no ganaron y fueron vistas por más gente, por más de 800 personas, por ejemplo “La fiaca” . Entonces uno dice buenísimo pero queremos llevar más público a nuestra obra. El público te demanda calidad, queremos más público pero le demos, le retribuyamos con una buena obra, con un buen producto.
– P.: Yo pienso lo mismo. Mi hermana vivió en Córdoba y me dijo que allá el arte brota, en Tucumán mismo hay muchas bandas, en Jujuy hay teatro en las calles. Y aquí es como que no… hay jóvenes que quieren hacer cosas, hacer una fiesta con “skate” que es un arte, mañana está «La Caldera rock» pero con teatro no pasa eso, no se mueve mucho. Yo misma no voy a ver mucho teatro porque no hay calidad, hay que ponerse más las pilas. Yo quiero hacer algo mejor, dejemos de ser mediocres en lo que hacemos. Sea música, sea política, todo es así… mediocre…, en esta vida cada vez se va todo más abajo, más abajo, en lugar de darle un empujón con alegría. ¡Vamos arriba gente de teatro! Mirá, por ejemplo, la policía saca los chicos que hacen malabares en los semáforos, ellos están mostrando algo muy bueno, es una expresión bárbara, te piden una moneda pero es una forma de trabajar que uno tiene. Y les roban los juguetes y los meten presos. Si yo me pongo una nariz quiero que la gente se ría, no hace falta la moneda pero si me la quieren dar mejor, pero ríanse… hay gente que no te mira y les das miedo. Yo voy a la plaza, hay chicos y les hago una cara, un gesto, los hago asustar… Pero es eso: qué sentís, si te pasa algo, si te produzco algo… La gente quiere jugar, que pase algo en la vida…porque si no todos vamos a trabajar serios así que, que te aparezca un monstruo en la calle está bueno. Un chico en un trapecio me fascina…
– M.: Salir de lo cotidiano te da alegría. Romper la monotonía…
Lo que pasa es que la sociedad está enferma. Yo tuve un maestro que se llama Ernesto Suárez, es actor y director. Y él nos decía que nosotros venimos también como actores con el cuerpo enfermo, entonces en el ensayo, en el entrenamiento, en el taller, tenemos que sacarnos eso y empezar a jugar que es lo que hacen ustedes, yo lo asocio. Ustedes se han despojado de todo eso que pasa en la sociedad. Y eso se ve, se ve entre ustedes, sé que les cuesta, lo veo a Mariano transpirando… transpiran la camiseta así que ahora la van a transpirar en La Plata. ¿Está? Les deseo mucho éxito.
– Los dos: ¡Muchas gracias! ¡Gracias, Romi!
NdR: La entrevistadora es Profesora en Letras, crítica de teatro y periodista, dramaturga, actriz y directora del Grupo Los Otros Teatro Independiente. Participará de la 25 Fiesta Nacional de Teatro como expositora junto a historiadores, investigadores y críticos de otras provincias del país.
[*] El mismo autor nos aclara que es argentino, nacido en Buenos Aires.
– Notas relacionadas:
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“Un día en la vida…” La apuesta minimalista de Jorge Renoldi
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Hola:
Soy Diego L. Bañares, el autor de la obra. Muy linda la nota. Sólo quería aclarar que aunque tengo grandes amigos en chile, soy todo lo argentino que permite haber nacido en la Ciudad de Buenos Aires.
Un gran saludo