Carlos Slepoy, el abogado y ex detenido en la ESMA cuestiona el modo en que se instrumentaron los juicios por crímenes de lesa humanidad. Sostiene que éstos debieron ser caracterizados como genocidio y afirma que los civiles que fueron copartícipes deberían estar sentados en el banquillo.
Fue uno de los miles de detenidos desaparecidos que pasó por la ESMA y por otros centros clandestinos de detención durante la última dictadura militar. Desde hace 30 años reside en España, lugar desde donde ejerce como abogado querellante en los juicios a los responsables del terrorismo de Estado en la Argentina.
En esta entrevista, Carlos Slepoy sostiene que se ha avanzado mucho en los juicios por violaciones a los derechos humanos pero que aún falta profundizar; alega que la figura que se debió aplicar en las causas fue la de genocidio y advierte que José Alfredo Martínez de Hoz debería estar sentado en el banquillo de los acusados.
¿Cuál es su evaluación sobre los juicios de derechos humanos en el país?
– Se ha avanzado enormemente en el enjuiciamiento a quienes han sido los ejecutores directos de los crímenes cometidos durante la última dictadura militar. Si uno mira el panorama mundial se podría sentir plenamente satisfecho pero a mi entender es una medida superficial que no tiene en cuenta las enormes posibilidades que existían y aún existen, de profundizar mucho mejor el enjuiciamiento de este tipo de crímenes. Hay disfuncionalidades, atomización de los procedimientos, retardo de los mismos, jueces indiferentes e ignorantes de la materia que están juzgando y esto tiene que ver con que el auspicio enorme que implicó la nulidad de las leyes de Punto Final y de
Obediencia Debida no fue seguido por decisiones políticas y judiciales que hicieran una estructuración del sistema
judicial adecuado como para juzgar específicamente esos crímenes.
¿A qué se refiere?
– A que el número aproximado de imputados y procesados es de 600 militares, lo cual es un número alto pero ínfimo al lado de los que participaron en estos hechos. Creo que no ha habido una política de Estado que apunte a
revertir el proceso del genocidio, con una reestructuración del sistema judicial que tenga en cuenta el modo en que se desarrolló la represión y establecer un esquema de procesamiento similar al diseño del plan criminal.
Acá se están juzgando algunos centros clandestinos de detención en forma absolutamente anárquica.
Se está juzgando reiteradamente a las mismas personas. Creo que Menéndez va por el tercer juicio y Bussi por el segundo, cuando nos alcanzaba con una sola cadena perpetua para ambos.
¿Por qué cree que solamente están sentados en el banquillo los militares y no los sectores civiles que fueron ideólogos o copartícipes?
– Porque se ha quedado en la persecución judicial de los responsables directos de los hechos sin comprender que fue un fenómeno de todo un bloque social que decidió la dominación de otro bloque social que debía ser extirpado de la Nación argentina. Para mí se trató de un genocidio y si esto fue así, Martínez de Hoz y otra gente no solamente deben ser juzgados por haber contraído una deuda externa espuria, sino por ser copartícipes, colaboradores, cómplices e instigadores. Si se habla de un genocidio y no de crímenes de lesa humanidad, implica otra forma de juzgamiento y de encarar las investigaciones, y significa implicar a los representantes de aquel bloque social que fue el verdadero causante del exterminio porque los militares fueron sus mandados.
Usted a menudo habla de la creación de un tribunal al estilo Nuremberg
– Sí, porque éste fue un tribunal con múltiples garantías del proceso internacional. Entre paréntesis, todavía no hay una ley que penalice los crímenes por genocidio en la Argentina, lo que es vergonzoso dado lo que pasó y la
obligación internacional que contrajo el país al firmar la convención contra el genocidio, y mucho más cuando
muchos jueces se están escudando en la ausencia de esa ley precisamente para no reconocer su existencia.
¿Qué otras herramientas aportaría además de las que acaba de señalar?
– Lo que creo que es inadmisible es que se esté juzgando por centros clandestinos; esto se debería juzgar por cuerpos de ejército y debería haber tribunales en ese sentido, aunque no necesariamente uno solo va a juzgar todo.
– Por Horacio Aranda Gamboa
Infobae
23-03-2010
“Martínez de Hoz debe ser juzgado por cómplice del genocidio”
Me parece razonable que esa persona y muchas otras que fueron complices de la dictadura sean juzgadas junto a los represores y que vayan a la carcel.