El viernes 31 de enero a última hora varios medios dieron a conocer el caso de una niña de 11 años del barrio posadeño Esperanza que fue abusada sexualmente y está embarazada. Su madre, su padrastro -que supuestamente es un pastor evangelista- y el hermano de éste fueron detenidos. El juez en lo penal, Marcelo Cardozo, informó que los hombres están acusados de coautoría del delito de abuso sexual y a la mujer se le imputa ser partícipe necesaria del abuso.
Como evangélica me da vergüenza saber que quien se dice representar el mensaje de Cristo para la humanidad comenta tal atrocidad. Este supuesto pastor detenido es farsante e impostor, ya que no es conocido por el Consejo pastoral de misiones y además estaba en concubinato.
Es tiempo que, quienes practicamos diversas religiones, salgamos de nuestras paredes para denunciar aquello que pudiese ser delito o tan solo acercarse a ello, teniendo una responsabilidad ante la sociedad y principalmente ante Dios.
Asimismo me pregunto: ¿Ese señor ha sido verdaderamente nombrado pastor evangélico? ¿Qué pasa que la Secretaría de Culto no verifica más detalladamente los métodos por los cuales se nombran a los representantes de las diversas religiones?
Hace 10 años que el Secretario de Culto, Embajador Guillermo Oliveri, promete una ley y nunca la presentó. Los ciudadanos practicantes queremos mayor libertad religiosa y mayor control para con los impostores o farsantes que abusan de la entrega de la gente ante diversas necesidades.
Cuando vemos que se comete algún delito en silencio, en nuestras iglesias, debemos denunciarlos sabiendo que no estamos perjudicando a nuestras religiones sino, por el contrario, estamos ayudando a dignificarlas.
– Por Cynthia Hotton, Diputada Nacional (M.C.) – Argentina Transparente
