Intentó vincular a la Triple A con el caso del ex gobernador salteño. El ex dirigente montonero atestiguó por la querella.
A pesar de sus constantes diatribas contra la justicia civil, el ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, utilizó ayer el Tribunal Oral Federal de Salta para interrogar al ex líder de Montoneros Roberto Perdía, quien acudió en calidad de testigo en el juicio oral por la desaparición del ex gobernador Miguel Ragone.
“No tengo preguntas para hacer pero mi defendido sí tiene”, señaló el defensor oficial Federico Petrina Aranda, y le dio paso al represor, quien habló por videoconferencia desde la comodidad de la casa de su hijo en el country Yerba Buena de San Miguel de Tucumán.
Ragone fue secuestrado el 11 de marzo de 1976, en un operativo conjunto de militares y policías, exactamente tres años después de haber sido electo gobernador de Salta por el Frente Justicialista de Liberación (Frejuli). Como sucedió antes del golpe del 24 de marzo de 1976, la estrategia de Menéndez fue dirigida a responsabilizar a la Triple A por el crimen. Las preguntas del ex comandante intentaron desligar a las Fuerzas Armadas del secuestro y desaparición del ex gobernador salteño, y mostrar a la Triple A como una organización independiente y sin relación con las Fuerzas Armadas. Sin embargo, Perdía indicó que los integrantes de la Triple A continuaron desempeñándose de manera similar después del golpe de Estado, y resaltó que con todo el poder que tuvo la dictadura cívico militar, esta nunca investigó los delitos cometidos por la organización paramilitar.
Perdía, un ex integrante de la conducción de Montoneros, había sido citado como testigo a pedido de la querella que representa David Leiva, de la Asociación Encuentro por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Salta, para que explicara la relación que había mantenido el ex gobernador Ragone con la organización Montoneros.
En este sentido, el ex líder montonero señaló que Ragone integraba la Tendencia Revolucionaria, pero que no pertenecía activamente a la organización. Lo señaló como uno de los gobernadores “amigos” de Montoneros y recordó que sí formaban parte de su gobierno algunos militantes más activos, como el intendente de Salta Gerardo Bavio, el ministro de Gobierno, Ernesto Pfister Frías, y el intendente Enrique Campos, de Aguaray. La intención del testimonio de Perdía era también echar luz sobre un parte de prensa de Montoneros que reivindicó el asesinato del ex gobernador. Perdía señaló que ese parte de prensa fue una falsificación, y agregó el antecedente de la foto de las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon, con la bandera de la organización armada que fue fraguada en la ESMA.
“La familia Ragone se basó en el odio de algunos militares y sectores de la derecha contra su gobierno para decir que el crimen fue cometido por la Triple A, pero nosotros decimos que fue un plan del terrorismo de Estado para imponer el miedo, como parte de la estrategia de guerra psicológica que habían iniciado las fuerzas armadas”, señaló a Tiempo Argentino el abogado querellante David Leiva.
– Por Gerardo Aranguren – Tiempo Argentino – 17 de mayo
