Anoche en Alvarado 141, la nueva sede de la Asociación Argentina de Actores, se presentó la última obra realizada por el GIT (Grupo de Investigación Teatral) que dirige Jorge Renoldi, titulada “Princesa peronista”, de Marcelo Pitrola.
Con correctas actuaciones de Fat Ferrario como Tití, el guardaespaldas; Belén Carballo como Victoria y Carlos Bonduri como Martinoti, el diputado; la puesta se desarrolla a media luz, atmósfera que enmarca un baño de mala muerte de una Unidad Básica. En ese lugar, acontece una especie de secuestro de una mujer llamada Victoria, quizá en alusión a la reina, nieta de una Reina de belleza de un Sindicato, coronada en épocas de Perón por el propio General. Por ello Victoria es realmente una Princesa peronista, quien sueña con una candidatura y con sentarse a la mesa de los referentes políticos del momento, quienes se hallan reunidos en el salón contiguo al lugar donde permanece forzosamente privada de su libertad.
Martinoti, su amante, inescrupuloso y ruin, dispuesto a hacer lo que sea para estar en el listado de los candidatos a la diputación nacional del partido, abandona a su leal servidor Tití al mismo tiempo que descarta a Victoria puesto que ambos han dejado de serle útiles en los tiempos políticos que se avecinan.
La obra trabaja con el discurso mitológico de un viejo peronismo extinto, en todos sus sentidos, el cual plantea justamente que la lealtad es la primera ley quebrantada por el incipiente nacimiento de una casta ambiciosa y corrupta. Y la gran señal es el romance entre Victoria y Martinoti, que gozó de una época de gracia con regalos lujosos en una relación escondida, ya que el diputado con miras a escalar posiciones, vive con su esposa. No hay lugar para el amor y por eso Victoria es un estorbo. Ella representa la clase a la que los señores quieren ocultar, una especie de Eva expulsada del paraíso.
La obra cuenta la historia de la princesa peronista, título que en sí encierra la contradicción entre el carácter nobiliario heredado por linaje y el sector popular al que alude. En ese punto de arranque se anticipa la caída de su reinado, absolutamente irreal.
– Foto tomada por Salta 21