Para revivir la palabra de Dios.
Salta, martes 26 de 2013. Iglesia de Nuestra Señora de la Merced. Solistas: Víctor Muradov (violín) y Christian Baeza González (oboe). Coro de Cámara de la Universidad Católica de Salta. Orquesta Sinfónica de Salta. Director Titular Maestro Jorge Lhez. Concierto para violín, oboe y continuo en re menor BWV 1060 de Juan Sebastian Bach (1685-1750). Lux Aeterna de Morten Lauridsen (1943).
“Bach es la la Palabra de Dios en música”. Me parece una de las frases más felices que escuché en los últimos tiempos. Le pertenece al conductor titular de la Sinfónica local y la dijo para referirse brevemente al concierto aludido en el epígrafe. Este contó al violín con el asistente de concertino de la orquesta Víctor Muradov de muy buen desempeño y al estupendo oboísta chileno Christian Baeza. El concierto reconoce cierto parentesco con el famoso BWV 1043 para dos violines no solo en su tonalidad sino también en su estructura y su atractivo armado melódico y armónico. Sigue la línea que para este tipo de composición del barroco, tiene la escuela veneciana. De hecho trae además recuerdos al adornado barroco vivaldiano. No es fácil el “martellato” del compositor, pero este maravilloso estilo estuvo magníficamente entregado por Lhez, los solistas y el ripieno del reducido grupo instrumental.
La segunda parte fue para una de las páginas más conocidas del compositor norteamericano Morten Lauridsen, que generalmente escribe para coros a capella aunque no es difícil encontrar en su producción acompañamientos instrumentales. “Lux Aeterna” está escrita para el Coro de Maestros de Los Ángeles que escuché personalmente hacen tres años. Tiene un lenguaje básicamente tonal con algunas incursiones en pasajes de modernismo moderado pero en esta obra dividida en cinco partes expresadas sin solución de continuidad, en sus casi treinta minutos de duración, fue ostensible el uso de las intensidades como parte de lo que el compositor quería expresar en cuánto a la idea de profundo sentimiento basado en ciertos sonidos oscuros de pronto iluminados por plenos coral-instrumentales. El maestro Lhez ya la había estrenado con el grupo de la Católica hacen tres años y para estos días apareció como un acierto su inclusión como quien conmemora los significados de la Semana Santa de la cristiandad. Para los lectores, cuando llegue el momento: Felices Pascuas.
