Néstor, la película, amplía el mito de Kirchner

La película sobre el expresidente argentino Néstor Kirchner, que se estrenará hoy, se convertirá en el más reciente evento -y quizás el más importante- del fenómeno de reivindicación de su figura en Argentina tras su muerte a finales de 2010.

Hay calles, monumentos, escuelas, mausoleos, cátedras, entre otras cosas, que llevan el nombre de Kirchner. El fenómeno incluso llegó a otros países: en Venezuela, una de la salas más importantes del palacio presidencial fue recientemente bautizado «Salón Néstor Kirchner».

Ahora llega la película de su vida, dirigida por la directora argentina Paula de Luque, producida por dos personas cercanas al kirchnerismo, y con la música del dos veces ganador del premio Óscar, Gustavo Santaolalla.

El largometraje se hizo en alrededor de un año y tuvo en el medio un cambio de director. Sus realizadores no ocultan el cariz político del film, que de manera documental incluye una serie de escenas poco vistas sobre la edad joven de Kirchner y su pareja, la actual presidenta argentina Cristina Fernández.

Además, incluye una entrevista al hijo del fallecido mandatario, Máximo, quien muchos probablemente por primera vez escucharán el tono de su voz, pese a que ha sido señalado como una poderosa figura del actual gobierno, pero tras bastidores.

«Es una película que nació en medio del dolor y la incomprensión por la muerte de Néstor», dijo uno de los productores, Fernando «Chino» Navarro, en un encuentro con la prensa extranjera en el que estuvo presente BBC Mundo.

«No recibimos comentarios o sugerencias de la familia Kirchner (para hacer la película)», afirmó Navarro.

¿Polémica?

«La tendencia a ensalzar de muchas maneras a figuras políticas juzgadas relevantes está solo presente en el caso de gobiernos peronistas».

Por la cantidad de reformas que ocurrieron durante su mandato -2003-2007- Néstor Kirchner es considerado aún hoy en día una figura política que divide opiniones.

Tras llegar al gobierno impulsó una reforma legal que permitió el enjuiciamiento de militares acusados por crímenes de lesa humanidad durante el último gobierno de facto (1976-1983), impulsó una reforma en el poder judicial que para el momento tenía poca credibilidad y además efectuó el pago total de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional con reservas internacionales. Todas políticas que le generó apoyo y críticas en el país.

«Sería ingenua si no supiese que es una película polémica, ya que Néstor era un personaje polémico», señaló a BBC Mundo la directora del film.

«Me interesó mostrar a un tipo que (cuando llegó a la presidencia) nadie conocía y que hizo todo lo que hizo. Es un personaje interesantísimo, intenso, de alto contenido dramático. Es un personaje muy contundente», aseveró.

¿Legado?

La directora de la película cree que no es sólo para kirchneristas.

Con esta película se extiende el movimiento de reivindicación de Néstor Kirchner que pareciera ir ganando fuerza con el tiempo.

La mandataria hace constante alusión a su fallecido esposo para hablar o argumentar las políticas de su actual gobierno.

Con frecuencia se puede ver en Argentina homenajes a Kirchner por parte de agrupaciones políticas del oficialismo.

«La tendencia a ensalzar de muchas maneras a figuras políticas juzgadas relevantes está solo presente en el caso de gobiernos peronistas», señaló a BBC Mundo el sociólogo Emilio de Ípola.

«Estos gobiernos, principalmente, los de Juan Perón (1945-1955) y los actuales de Néstor y Cristina Kirchner, (…) adoptan medidas positivas -o sólo demagógicas, pero con valor simbólico- que van reforzando el lazo entre ellos y el pueblo», señala el especialista.

«Entonces se establece una relación de amor del pueblo hacia sus altos gobernantes, relación que se traduce luego en toda clase de homenajes y gestos simbólicos: calles avenidas, ciudades, instituciones, libros, películas y monumentos proliferan en una suerte de carrera que va desde la sincera adhesión hasta la peor obsecuencia», agregó.

Sin embargo, según De Luque, el largometraje «no es solamente para los kirchneristas, puedes verla si estás de acuerdo o no. Es un documental que aborda a un personaje importante de la historia de nuestro país».

¿Es buena o no?

El film dura 98 minutos, en los que se recorre los inicios de Kirchner como joven militante en la política en los años setenta, la temprana relación con Cristina, hasta ir cronológicamente contando toda su carrera política hasta su muerte.

Aunque las reseñas cinematográficas se revisten de gran subjetividad, para este cronista el mayor valor del largometraje lo constituyen el material audiovisual de archivo de la familia Kirchner.

Es posible ver al expresidente, a su esposa e hijos, en escenas que rara vez se podrían ver fuera del entorno familiar.

Tal material de archivo además se centra en muchas de las cosas que no se ven en un discurso político, como por ejemplo las miradas que cada uno le da al otro cuando habla, el movimiento nervioso de manos al hablar en un momento cumbre, entre otros detalles de importancia.

Esta puesta en escena conjugada con la música de Santaolalla ofrecen unas secuencias documentales sobresalientes.

Y también Cristina

En el flim también se le da espacio a la figura de la presidenta.

Otro elemento a valorar son las entrevistas que incluye el largometraje, como por ejemplo a la mamá de Néstor Kirchner y a la de Cristina Fernández.

En una parte, la madre de la actual mandataria, Ofelia Wilhem, hace alusión a lo poco agraciado físicamente que era su yerno y que cómo debió haber sido muy inteligente para haber podido atraer a su hija.

En donde la reseña subjetiva de esta película cree que no hubo un planteamiento sobresaliente fue en el desenvolvimiento de la historia durante los 98 minutos.

Para quien no es argentino el film abunda de símbolos y referencias no explícitas que hacen que el documental sea probablemente más disfrutado por argentinos que por latinoamericanos.

Además, en un tramo importante de la película se hace más referencia a Cristina que a Néstor, con lo que en ocasiones se diluye el relato histórico del fallecido dirigente.

No obstante, «creemos que es una muy buena película», dice Navarro quien elogió el trabajo de la directora.

«Yo soy kirchnerista, tengo mi propia posición política, pero eso no quiere decir que esto sólo lo pueden ver quienes piensan como yo», afirmó De Luque.

– BBC Mundo