Domingo 24 de julio, a las 19 hs. en el Teatro Provincial de Salta, Zuviría 70.
Con el auspicio de la Secretaría de Cultura de la Provincia de Salta, el domingo 24, a las 19, la Camerata Lazarte bajo la dirección de Julio Lazarte, presentará su Ciclo «Obra Integral de Cámara para Cuerdas de Ludwig van Beethoven» en el Teatro Provincial de Salta, Zuviría 70.
Luego de destacadas y concurridas presentaciones, la agrupación dirigida por el maestro Julio Lazarte, interpretará los Cuartetos Opus 59 Nº 3, Opus 74 en Mi bemol Mayor y Opus 95 en Fa Mayor. Participarán los violinistas Franco Ruiz Falci y Gerardo Solórzano, la violista Isabel Mercedes Lemos y Valeria Buriek Parés en violonchelo.
Esta presentación, como todas las que realiza la Camerata durante la Temporada Artística 2011, es con entrada libre y gratuita.
Sobre las obras
Andrey Kyrillovich Razumovsky fue un conde y diplomático ruso que pasó muchos años de su vida en Viena. Su nombre es conocido porque comisionó a Beethoven tres cuartetos que pasaron a la historia como los «Cuartetos Razumovsky» que constituyen el opus 59 los cuales fueron interpretados por primera vez bajo la guía del violinista Ignaz Schuppanzigh, con quien Beethoven pudo haber tomado clases y con quien desarrolló una importante amistad.
Entre 1808 y 1816 el conde Razumovsky formó un cuarteto de cuerdas en su casa con Ignaz Schuppanzigh que era el primer violín, Weiss, Kraft y Sina. Razumovsky se jactaba de tener el mejor cuarteto de cuerdas del mundo. Los nuevos cuartetos encargados debían tener cada uno un tema ruso, aunque finalmente este requisito no se cumplió. Las obras fueron recibidas con asombro, a veces incluso con burlas, por aquellos que los escucharon por primera vez, encontrando en ellas una nueva prueba de la «locura musical» de Beethoven. Los cuartetos eran ciertamente inesperados en términos contemporáneos a sus protagonistas y mucho más largos y exigentes de lo que esperaría el público de la época, aunque el lenguaje en sí sonara familiar. El ciclo con una imponente fuga en el último movimiento del último cuarteto, es un despliegue de destreza compositiva pocas veces superado.
Como sucede con muchas de las obras de Beethoven el cuarteto Opus 74 llamado «de las arpas» no fue bautizado por Beethoven, sino por su editor cuando lo publicó por primera vez, en 1809. La denominación “de las arpas” se refiere a las secciones en pizzicato, características del Allegro del primer movimiento, en el cual dos miembros del cuarteto alternan notas en arpeggio evocando los despuntes de un arpa. El Opus 95 llamado «Serio» fue dedicado por Beethoven a su amigo Zmeskall. Posee un carácter amargo quizá debido a la situación emocional por la que atravesaba el autor tras el fracaso de su proyecto de matrimonio y su posterior enamoramiento de Betina Brentano. Una de las grandes aportaciones de Beethoven fue la utilización del motivo como célula generadora de todo un movimiento o sección de una obra. Una célula viva que se reproduce, se transforma y evoluciona a lo largo del discurso musical sin perder nunca su identidad. El motivo que presenta este movimiento consta sólo de cuatro notas y se encuentra varias veces franqueado por silencios expresivos que lo realzan.
Beethoven comenzó a componer su Cuarteto de cuerdas Nº 11 en el verano de 1810. Sin embargo, se estrenó en mayo de 1814, en una audición matutina en el Prater de Viena, e incluso lo siguió modificando hasta su publicación en 1816. No era éste un cuarteto pensado para el gran público, sino más bien para ser disfrutado e interpretado en ámbitos más restringidos, pues sus fuertes contrastes, las bruscas variaciones dinámicas y los ritmos sincopados lo alejaban de cualquier convencionalismo. Beethoven, plenamente consciente de ello, lo comentaba de esta manera a Sir George Smart en Londres: “El cuarteto está escrito para un pequeño círculo de amateurs y no para una ejecución pública”. Fue él mismo quien le puso el apelativo de “Cuarteto serioso”.