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sábado, abril 20, 2024

Oh, Anah

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Salón Auditórium, 22 hs., 15 de agosto. Una noche especial para “quienes dejaron huellas en los escenarios del mundo”. Ana María Parodi es Sarah Bernhardt en la obra “Oh, Sarah”. Todo pasa por una elección. Una apuesta del Grupo Stress Temporada 2009.

La obra dorada de Ana María Parodi es sin dudas “Oh, Sarah” . Y digo dorada en relación a la historia de estos últimos años de la actriz. La interpretación es brutal y de una exuberancia compositiva que alegra por parte del Teatro Independiente. Es el otro gran costado de la artista que faltaba conocer, la pieza del rompecabezas que aguardaba ser puesto en la escena.

De su etapa en la Peña española, que hablen los críticos de aquel tiempo. Pero es una buena manera de decir que Parodi no empezó ayer a hacer teatro y seguramente hay obras memorables y personajes inolvidables. Vi muchas veces la obra “Eva y la Muerte” , incluso con los dos actores que compusieron a la Muerte. Vi en la actriz la Duarte amante de Perón, la Eva entregada a su pueblo, la mujer sufriendo la enfermedad, la luchadora rebelándose a la parca. Como dice su personaje de Sarah Bernhardt: “los críticos siempre tienen algo que decir”, me resta agregar que tuvo muy buena actuación en su papel de Eva Perón; y que en relación al último en la creación de la francesa Bernardth, este papel es excelente.

La metateatralidad manifiesta en la dramaturgia de Ariel Mastandrea permite inmiscuirnos no sólo en la vida íntima de la actriz parisina sino también, recorrer el contexto socio-histórico de la época, a la vez que trazar el panorama de las estéticas del momento. Los avatares, sufrimientos, resignaciones, dolores, extravagancias, pasiones y gustos de Sarah penetran de un modo visceral por nuestros sentidos. La actriz, en su ocaso, cuenta que tuvo dos caminos: “ser puta o actriz”. Y cuando su discurso irrumpe rebelde, uno se repliega en la butaca para morir con ella, metafóricamente, entregados a la ansiosa y por qué no morbosas ganas de conocer más.

No se hace tan simple puesto que la actriz nos muestra las dos caras de la vida de Sarah y su desdoblamiento provoca un trabajo físico exigente, no sólo con el cuerpo sino también con la voz, al que defino así: “de puta madre”. Su vida larga, complicada y de muchos sucesos, merecían una representación en paralelo, ampliamente lograda. Ana María Parodi en realidad, no solamente compone a la joven y a la anciana Sarah sino a algunos de los personajes de sus papeles y hasta a sus maestros cuando la criticaban.

Sarah se define “empresaria del arte de vivir” y su vida transcurre como si fuera una obra de teatro. El espacio real se une al de la representación: sucede en el teatro como la obra a la que asistimos por lo que estamos en el teatro dentro del teatro. Sólo se separa de la ficción cuando sufre la muerte de su hermana Regina mientras ella compone la muerte de Ofelia. Pero también se lleva una máscara frente al dolor.

La partitura técnica acompaña al drama. Disfrutamos del baile de La Traviata , cuando Sarah recuerda a La Dama de las Camelias , tantas veces por ella realizada en teatro y también en cine o cuando baila un vals. La iluminación es un signo vital en la obra, delimita los espacios y el tiempo.

La narración desaparece y el texto monologado fluye. La retrospección invita al juego escénico del cruce temporal como si la vida fuera un péndulo, una aguja mágica saltada de un reloj de pared.

Es notable la dirección de Jorge Renoldi, invitado para dirigir este drama total.

La ética de Sarah Bernhardt es “actuar bien”. Y Parodi la cumple. ¡Oh, Anah!

Sarah Bernhardt… Oh, Sarah

www.salta21.com/spip.php?article2216

2 COMENTARIOS

  1. Oh, Anah
    «Oh, que hermosura.»
    Yo fuí a ver la obra el día del estreno.

    En ningún momento reconocí a La Parodi…genial, era Sarah… nunca vi una interpretación tan “brutal”, exquisita.

    Excelente dirección, bien elegida la ropa, la musica, las joyas… todo.

    LARGOS APLAUSOS, DE PIE SEÑORES…

    MUY BIEN POR “LA PARODI”, POR JORGE RENOLDI, MUY BIEN POR EL TEATRO LOCAL.

  2. Oh, Anah
    Qué placer disfrutar de producciones locales como ésta! Aqui se complementan dos méritos notables, por un lado el trabajo actoral sumado a la composicion del personaje de Ana Maria Parodi, logrando una Sarah creíble, comprometida, dramática, sarcástica, que mantienen la atencion y ganan la emocion del público que la aplaude de pié al final de la obra.
    Por otro lado me veo gratamente sorprendido en las últimas puestas de Jorge Renoldi, donde encuentro un Director reconocido en el medio, pero demostrando su capacidad de crecer, de transformarse en cada trabajo que realiza. Parodi – Renoldi, dos condimentos fuertes que dieron un impecable sabor a un espectáculo digno de ser disfrutado por el público de Salta.

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