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domingo, noviembre 24, 2024

Osqui Guzmán en Salta: el Julio Bocca de la escena teatral argentina

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Martes 28 de agosto, 22 hs., Sala Juan Carlos Dávalos. 7º Circuito Nacional de Teatro Hacia El Bicentenario de la Independencia: Salta Late Alto 2012.

El Bululú de José María Vilches.

Adaptación y Actuación: Osqui Guzmán.

(Buenos Aires)

Me inspira talento

– Por Adriana Pica (integra Generación Crítica)

Osqui Guzmán, actor, director y docente de teatro; comenzó su carrera en teatro callejero, con el tiempo fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de Buenos Aires. El Bululú, es interpretado por Osqui, era un comediante “un juglar”, en otras palabras. En los años 70 José María Vilches estrenó esta obra; el actor postró este pensamiento hace un año: “Vilches fue un laburante. Y como yo cosía a mano desde los doce años, decidí coser dos mundos: la poesía española y la cultura de mi familia.” Poesía de comedia, es el género de esta obra, que por cierto tiene humor absurdo (absurdismo) y realismo.

La puesta en escena fue con mínimos elementos, una valija, una nariz y una especie de silla tambor; su vestimenta fue impresionante; Osqui les dio vida a muchos personajes a lo largo de la obra, fue muy talentoso, divertido simpático, se involucró en cuerpo y alma en todo el espectáculo. De a poco todo iba tomando su curso, una vida destinada a vivir y una mentira “transformada” en verdad… ¿Puede una mentira transformarse? ¿O simplemente se disfraza? Qué actor! Qué aire! Qué pasión y amor se veía reflejado en sus ojos… ¿La charlatana? se quedó muda, algo de romanticismo burlesco se ve en los personajes del balcón, su historia contada con ayuda de estos personajes que él creaba fascinó al público, que más de uno ya lo había visto actuar.

Los poemas fueron muy bien marcados e interpretados, nombró el Siglo de oro español, y entremeses como “Salsa para comer la comedia!” Si bien fue muy humorístico y poético, el acto de “La Fea”, lo vivimos en la vida cotidiana, un hombre busca la belleza exterior sin fijarse en lo interno, los adolescentes son crueles al ver una muchacha que no les atrae. Muy pocos no se fijan en la belleza, ¿será porque la sociedad sólo nos muestra esto? Y nosotras las mujeres nos dejamos llevar por eso ¿Quién nunca dijo, me veo fea no quiero salir? En la vida, hoy, es muy importante confiar en uno mismo sin importar el habla de los demás; la puesta nos deja una gran enseñanza: sólo hay que ponerla en práctica, ser feo no es un problema, en sí nadie es feo y siempre habrá alguien que nos va a querer como somos.

Entre las mujeres… la más fea es la mejor

– Por Rocío Alfaro (Integra Generación Crítica)

Por los años 70 el actor español José María Vílches llevó su obra a muchísimos pueblos con más de 4.500 funciones durante 9 años. Bululu.jpgCon la interpretación de Osqui Guzmán en El Bululú en una comedia con gestos y expresiones, nos cuenta sobre cómo conoció al Bululú a través de un casette grabado por Vílches y las circunstancias por las que pasó y se convirtió en actor.

La obra se desarrolla con distintos personajes todos interpretado por Osqui con un mismo atuendo, pero no resultaba difícil diferenciar a estos personajes. El sonido o golpecillos acompañó a movimientos. La gente se divirtió junto a Osqui con sus muecas y gestos, quien entre poemas y canciones, logró darle a todo su toque de comedia.

Disculpándose por la «ausencia» de los demás personajes y siempre con un gran humor, se despidió del público.

Osqui Guzmán logró con tanta facilidad que la obra fluya sin problemas y sobre todo, con la atención de la gente.

Cosiendo sueños

– Por Emil Rodríguez (Integra Generación Crítica)

Una obra con una posible o verdadera realidad en la cual Osqui Guzmán aparece como un hombre lleno de sueños y con el anhelo de actuar. Recuerda a Bolivia, desde donde cuenta su experiencia juvenil por la que al querer aprender Artes Marciales ingresa «por error» al Conservatorio de Arte. Tiene que dejar de trabajar con su familia en la costura para poder estudiar lo que más le gusta. La obra es trasladada a diferentes lugares.

La puesta en escena está llevada a la perfección, ya que todos los personajes que compone son únicos y cada uno de ellos se desenvuelven en su propio espacio, como si fueran otros personajes y no el mismo Osqui. Logra captar la atención del público, no solamente hace reír sino que en algunas partes genera interrogantes sobre uno mismo (en lo personal sería ¿por qué dejar de soñar?).

Las frases sobre la costura tenían un significado que podría ser el siguiente: en el teatro hay que coser cada detalle perfectamente.

Guzmán mostró parte de su vida de ficción sobre el escenario y cómo de ser el ridículo del conservatorio pasó a ser una copia extraordinaria del Bululú. Plasmó en cada espectador una perspectiva sobre diferentes temas, uno de ellos sería creer o no en la verdad de la ficción, el mismo Osqui remarca: (Parafraseado) “en estos tiempos escuchamos muchas mentiras pero no son simpáticas…”

Una obra que tiene un valor muy importante en la vida cotidiana, el jamás dejar de soñar y seguir con tus sueños. Tarde o temprano las buenas noticias llegarán, como le pasó a Osqui al recibir el mejor regalo de todos: ver sonreír a su padre con sus personajes.

Cuando se mezclan los caminos

– Por Romina Chávez Díaz (Crítica-Periodista, Coordinadora del Proyecto Generación Crítica)

El humor de Osqui se coló por los versos del Siglo de Oro Español y más acá, con Federico García Lorca, alcanzó la cúspide del dramatismo. El “Romance de la luna luna” taladró los sentidos más profundos para dejar una huella inevitable de goce estético. Parecía surgir ese canto de sus entrañas. No puede no, alguien, dejar de conmoverse… el silencio de un público respetuoso aplaudió con ausencia de sonido la voz que como eco dio vueltas por la Dávalos.

Mi hija, sentada junto a mí, me contó al inicio de El Bululú: “es él, el actor de Salomé de Chacra, el que se lleva puesta la obra…” La vio en junio en Buenos Aires en el Teatro del Pueblo mientras que yo me quedé sin entradas en marzo cuando se hacía temporada en el Teatro San Martín y aunque pedí una silla en cualquier parte… no hubo caso. Pero en recompensa, pude disfrutar por segunda vez del Bululú, en mi propia ciudad.

Guzmán recompone las memorias de un pasado que lo trajo hasta Vilches, pero logra desprenderse de aquel, convertido ya en anécdota, para nacer por sí mismo a la escena. Osqui brilla con luz propia por su increíble dinamismo, por su marcada presencia escénica y porque combina de manera excelente la técnica de su actuación con una historia personal. En el centro de esas capas de la cebolla, revitaliza el teatro poético al que cose con humor fino y gracia permanente. Trabaja solo (unipersonal) para componer un muestrario de personajes farsescos como Doña Beatriz, Roldanejo el hablador y el alguacil. Inicia con una letanía, construye las virtudes de la mujer fea y arma la paradoja del oro que se llevaban de Bolivia con el Oro de los poemas que lo provocan e incitan a actuar. No olvida al poeta de barrio. Tampoco a su madre, la costurera que daba terminaciones perfectas a sus prendas como quiere él con sus personajes en busca de las pinceladas finales de la obra.

Una cucaracha se convierte en la metáfora más acabada del romance: cual mimo, la aplasta, la resucita, la “enamora”, se la come y llora… Compone acciones que detallan la situación completa, el público se divierte mientras en nuestras narices, acontecen las secuencias del inicio y muerte del amor.

De una excelente partitura dramática, con magistral precisión, Osqui desenvuelve los hilos del carretel de la vida de un artista con un planteo que remueve raíces y acecha las profundidades del espíritu. Uno no deja de reír y de llorar, como si la vida fuese tragicómica, como si el teatro fuese la vida.

“No podía esperar otra cosa de semejante actor”– me dice mi hija al término. Y aplaudimos su trabajo como se aplaude una obra de arte, pero esta vez, rompiendo el silencio al coro de “Bravo”.

Ver nota anterior http://www.salta21.com/Osqui-Guzman-y-el-Bululu-la.html

Generación Crítica

Es un Proyecto del INT Salta surgido durante el 4º Encuentro Regional de Teatro (2012) por iniciativa de su representante con el objetivo deEquipo_1.jpg formar jóvenes críticos pertenecientes a colegios públicos de Salta. Generación Crítica es parte de Escuela de Espectadores.

Cristina Idiarte, representante del INT Salta, invitó gentilmente a esta Generación a formar parte del 7º Circuito Nacional de Teatro. El equipo se despedía a fines de marzo de este año con ansias de volver ( ver http://www.salta21.com/Generacion-Critica-agradecimiento.html ) Pero no pasó mucho tiempo que fue convocado por el INT Salta para participar de nuevos espectáculos. Su repercusión, alcanzó a otras Instituciones y así participó de la Muestra Breve organizada por el C.C. Hólver Martínez Borelli y la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNSa.

El equipo está feliz de participar de este acontecimiento teatral denominado Late Alto 2012 en el que el liderazgo de la Sra. Idiarte permite convertir las ideas en acciones. (En la foto: César Canchi, Brenda Godoy, Adriana Pica y Emil Rodríguez junto a Cristina Idiarte)

– Notas relacionadas:

Apertura en Salta del 7º Circuito Nacional de Teatro Late Alto 2012

http://www.salta21.com/Apertura-en-Salta-del-7o-Circuito.html

“Exitus”: el teatro de España llega a Salta con el sello Titzina

http://www.salta21.com/Exitus-el-teatro-de-Espana-llega-a.html

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