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sábado, febrero 1, 2025

Otro buen Director invitado

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Todo se acomodó luego del brevísimo “adagio” y Bach regresó como Bach. Buena visita del maestro Sánchez Haaze en su papel de compositor y conductor orquestal. El búlgaro Tabakov se lució largamente.

Salta, viernes 17 de julio de 2015. Teatro Provincial. Solista: Elenko Tabakov (trompa). Orquesta Sinfónica de Salta. Director Invitado Maestro Diego Sánchez Haase (Paraguay). Johann Sebastian Bach (1685-1750) Concierto de Brandenburgo nº 3 BWV 1048. Diego Sánchez Haase (1970) El Turú, Concierto para corno y orquesta (*). Luigi Cherubini (1760-1842) Sinfonía en Re mayor (**) [(*) estreno mundial) y (**) estreno en Salta)]. Aforo 85%.

Escuchar una obra de Bach bien hecha, es un placer para cualquier oído. Lo contrario es primero una preocupación, luego la consabida pregunta “qué pasa?”, luego un martirio. Felizmente no llegué a este punto. Los deslices de afinación del “allegro” inicial cuando es uno o dos, diría “no pasa nada”, pero cuando hay varios, la desnaturalización de la obra ya es evidente. De pronto, como por arte de magia, todo se acomodó luego del brevísimo “adagio” y Bach regresó como Bach en el más conocido de sus seis conciertos brandenburgueses Su vinculación con el número tres, concierto nº 3, violines 3, violas 3, violonchelos 3, secciones 3, etc., ya superados los inconvenientes señalados, volvió a su pulso y sonoridad normales en una de las páginas dedicadas a Christian Ludwig, marqués (Margrave en alemán) de ese lugar del noreste alemán. Felizmente el grupo instrumental fue el dispuesto por el autor pues a veces se usan mayor cantidad de instrumentos, lo cual altera el sonido original.

Siguió un estreno mundial. El concierto escrito este año por el conductor visitante con destinatario elegido “a priori”, el notable corno solista de la orquesta local, el búlgaro Elenko Tabakov que se lució largamente desde su participación tras bambalinas y con sordina, recordando al “Turú”, instrumento autóctono guaraní que el maestro Sánchez Haase recordaba de su niñez. Se trata de un instrumento de asta de buey que según su sonido era comprendido por los originarios de su tierra ya sea como sones guerreros o simplemente de aviso para situaciones determinadas. Luego Tabakov apareció en el escenario y con técnica irreprochable mostró una de las facetas comunicativas del instrumento. Los dos primeros esquicios en tempo de 4 x 4 y al final en una brillante poliritmia de la Gran Danza para cerrar en una vigorosa polca paraguaya. Solista y obra muy aplaudidos.

El final estuvo destinado al italiano Cherubini con su Sinfonía en Re mayor de ejecución poco frecuente en las salas de concierto –en Salta se escucha por primera vez- quizás por su vida contemporánea con la de Beethoven con lo cual, a pesar de la prolijidad del estilo clásico del autor, quedó relegado para públicos más curiosos. Además la obra tiene cierta extensión –sobre todo su “eterno” primer movimiento- que por momentos se tornan poco atrayentes no obstante su particular inventiva melódica.

Buena visita del maestro Sánchez Haase en su papel de compositor y conductor orquestal. Es una figura joven, discípulo de nombres de singular trascendencia como Helmut Rilling, Mario Benzecry y otros, el primero de los cuales, imagino, le inculcó ese amor por la música del enorme Juan Sebastian Bach al punto que tuvo la intención y realización de crear todo un movimiento en su país que tiene por objeto el conocimiento de su música.

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