Se generó mucha controversia por el regalo que le hizo el presidente de Bolivia a Francisco: un Cristo crucificado sobre un martillo y una hoz.
Morales le regaló al Papa Francisco una escultura de un Cristo crucificado sobre un martillo y una hoz, el presente desató la polémica, sin embargo el sumo pontífice declaró ayer lunes que: «Yo entiendo esta obra, para mí no fue una ofensa», y aclaró que hay que contextualizarla con el momento en el que vivió el artista que la creó, el jesuita español afincado en Bolivia Luis Espinal, torturado y asesinado.
Francisco hizo estas declaraciones durante la rueda de prensa a bordo del avión, en el que viajaba Efe, que le traía de regreso a Roma de su visita a Ecuador, Bolivia y Paraguay.
El regalo de Evo Morales al Papa, una cruz con forma de hoz y martillo que había diseñado el jesuita Luis Espinal, generó polémica entre aquellos que lo consideraron un insulto o algo ofensivo contra la religión.
El papa argentino indicó que no sabía que el padre Espinal era también escultor y poeta y calificó el objeto de «arte de protesta».
Puso como ejemplo de este tipo de arte una escultura que vio en Buenos Aires y que representaba a un Cristo sobre un bombardero y que quería servir de crítica para «un cristianismo aliado con el imperialismo que bombardea».
Reconoció que el arte de protesta, «en algunos casos, puede ser ofensivo», pero que esta vez no lo fue y que se ha llevado consigo el regalo que le hizo Morales.
Francisco explicó que el padre Espinal era uno de los exponentes de la Teología de la Liberación, en la que una de sus muchas ramas «proponía el análisis marxista de la realidad».
Recordó cómo en varios informes, también de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se criticó esa visión marxista y en otro documento posterior este dicasterio (ministerio vaticano) acogió sus perspectivas más cristianas (como la opción de la Iglesia por los pobres).
Durante su visita a Bolivia, el papa quiso detenerse en el lugar donde se encontró muerto a este jesuita español.
Francisco relató que Espinal era un entusiasta «de este análisis de la realidad marxista y también de la teología usando el marxismo» y de esto «surgió esta obra, de genero de protesta».
«Era un hombre especial, con tanta genialidad humana y que luchaba, tenía buena fe. Haciendo una hermeneútica como esta lo comprendo. Para mí no fue una ofensa, pero tuve que hacer esta hermenéutica», añadió.
Aclaró que donó a la Virgen de Copacabana, patrona de Bolivia, las dos condecoraciones que le entregó Evo Morales, ya que, aunque el presidente lo hizo con buena voluntad, él «no recibe condecoraciones».
– Minuto Uno