El año fue mostrando intensidades y densidades, días felices y muy tristes, grises y de los otros. Las tragedias cotidianas exigen además, amortizar las partidas. Largar un adiós, llorar un poco porque no hay tiempo y continuar. Cuando paramos un rato, descubrimos que las horas nos han empujado hasta aquí. Con los ojos cerrados, los puños apretados, la garganta hecha un nudo… al fin podemos recorrer el camino del recuerdo.
“Un náufrago es un hombre en una piedra
un hombre con su piedra y con su oscuridad
un hombre solo”. Odette Alonso (Náufrago sentado frente al mar)
Este humilde recordatorio, es en primera instancia, para Omar Salgado, quien partió el 26 de julio con escasos 58 años. Era un periodista de los buenos. Hombre de radio (conducía «Náufragos» en los últimos tiempos) y televisión. Omar enseguida te daba una mano. Pocas veces lo vi y fueron suficientes para poder hablar de su calidad de persona, de un ser humano generoso que se revelaba a las formas burocráticas, al autoritarismo y a la injusticia. En un minuto, te asaltaba con un humor exagerado, profundamente irónico y perspicaz. Le bastaba saber a quién le habías dado pelea para ponerse a la par.
Era un copado de la música, un exquisito de la palabra y un buen tipo. No podía dejar pasar el año sin despedirme de él, porque además, cuando alguien te ataca, que te salga un Hood, es un gesto caballeresco que marca la hombría de su pasar. Así pasó la vida Omar Salgado, como un hombre noble, como un buscador de armaduras invisibles, como un soñador. Hasta siempre es mucho tiempo, me dijo una vez un amigo, pero a veces implica también ese saludo interminable, que le daré a cada paso cuando lo nombre, porque el adiós no guarda esperanzas.
Y este reconocimiento, es para vos. Por haberte solidarizado conmigo sin pedírtelo, en las oportunidades que nos puso la vida contra los plomos y los intolerantes. Simplemente, gracias!
El 17 de diciembre se fue Carlos Pastrana, quien se desempeñaba como corresponsal de La Nación en Salta y como cronista de FM Profesional. A Pastrana lo recuerdo de la huelga docente del 2007. Madrugada o mediodía, recorría las calles con su libretita buscando la nota. Teníamos opiniones encontradas en varios aspectos, pero solía respetar las ideologías ajenas. Pastrana le ponía objetividad a su noticia. Era un gran periodista en el orden profesional. En la gráfica era muy certero: su pluma alumbró varias pesadillas y catástrofes que vivimos los salteños.
Ayer, mientras escuchaba radio, pasaron la noticia del fallecimiento de Rolando Díaz, reportero gráfico del Nuevo Diario. Los conductores hablaban de la sorpresiva muerte (pese a su lucha diaria contra su enfermedad), feroz e implacable como suele ser. Recordaron al periodista como un tipo que se jugaba en su trabajo, sobre todo al tomar fotografías de conflictos sociales, generalmente en los que se producían atropellos a los derechos de las personas. Duele que un buen tipo se vaya, sobre todo porque los valientes escasean y hay poco espacio para los libres pensadores.
Cabe mencionar a otras dos personalidades del mundo de la comunicación: primero al conductor radial Bienvenido Alberto Ruiz (padre de Silvia Ruiz), apasionado del tango, quien se despidió de los suyos el 19 de agosto a la edad de 88 años. Durante el 2013, recibió el título de “Ciudadano Destacado de Salta” por el Concejo Deliberante. Trabajó en la ex Radio Güemes y en LV 9 Radio Salta. La noticia conmocionó a sus seguidores.
Y segundo, a Luis Vargas, reconocido conductor y locutor de Animaná, fallecido el 27 de noviembre en Salta Capital, hecho que fue comunicado con pesar por sus compañeros de Radio Cafayate, quienes pidieron resignación a sus familiares.
Uno los mira en las fotografías esparcidas en Internet. Están ahí, con sólo googlear sus nombres. Pero hay imágenes de la vida que traspasan las columnas y los mares de tinta que deshojan los periódicos. Las voces siguen dando vueltas, las miradas y aún esas sonrisas escondidas, que parecieran querer anunciar un “no me olviden, compañeros”. De un día para el otro, se van. Estos pasajeros del mundo han de estar cronicando lo que ocurre por allá, con un blues como música de fondo…
Periodistas salteños que dijeron adiós en el 2014
Lamento profundamente la desaparición física de estos dos comunicadores salteños, con quienes compartí muchos ratos amenos de entrevistas, reportajes y conversaciones amistosas e informales. Para colmo de males, me entero de que Omar Salgado falleció estando yo en Salta dirigiendo a la Sinfónica. No estaba enterado de estas lamentables pérdidas, y hago llegar mi sentida palabra de condolencia a familiares y amigos de Omar y Carlos.