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lunes, octubre 21, 2024

Pilar Sordo dejó en Salta las claves de ¡Viva la diferencia!

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En dos días consecutivos de presentaciones en el Teatro del Huerto (jueves 11 y viernes 12 de abril) a sala llena, la psicóloga chilena dio su conferencia sobre la estructura femenina y la masculina y las diferencias entre hombres y mujeres.

¡Viva la diferencia! propone difuminar la barrera entre lo espectacular de corte teatral con un monólogo de más de dos horas y lo psicológico de corte investigativo con una exposición oral. Cada espectador se ubicará donde mejor le convenga para alentar un proceso de cambio, que es el fin último de “Pili”, aunque el lugar de enunciación de la especialista en las actitudes y pensamientos de los sexos sea “hablar” de las diferencias desde lo serio a través del humor.

El planteo de Pilar Sordo puede abrir ciertas cerrazones humanas para comprender al Otro desde dos universos semejantes pero diferentes y desde allí, vale la pena escuchar a una mujer optimista que es una verdadera maestra para transmitir una especie de discursividad semiológica. Su espectacular conferencia es sumamente atractiva y permite “liberar” determinadas emociones a través de lo catártico. Es, diría, hasta imposible, no identificarse con alguna de las decenas de anécdotas que tiene para narrarnos acerca de sus experiencias en los talleres con diversas parejas.

Pili explica el por qué la queja femenina y le asigna a la mujer un plano verdaderamente vital en la relación de pareja. Mientras la mujer es “retentiva” y busca ser necesaria para el otro (llámese esposo, hijos, sociedad), el hombre es “soltador” y busca ser admirado. Ellas disfrutan del camino “hacia”, del detalle, del proceso; mientras ellos, de las metas y los objetivos alcanzados, del resultado. Y en esa Pili.jpgcapacidad de retener, ella lo guarda todo, dolor, objetos, hijos, heces; y en esa capacidad masculina de soltar, ellos olvidan, dan vuelta la página, borrón y cuenta nueva. Ahora bien, mientras ellos intenten buscar el detalle de la relación (con los hijos, la pareja, los amigos, el trabajo) y retengan más, recogerán mejores frutos afectivos, harán felices a sus seres amados y sentirán, por ejemplo, que haber llegado a la meta de comprarse una casa valió la pena porque ese hogar está lleno de amor. Ellas serán más felices cuando descubran que tienen que ser amadas por lo que son y no por lo que hacen (no querrán, en consecuencia, estar en todo ni buscarán ser necesitadas). Para perdonar en serio, concepto importante en esta investigación, ellas deben trabajar con el dolor y no con el recuerdo, que les permitirá soltar el rencor y dar vuelta de hoja.

Se refirió a otro concepto fundamental: la comunicación. Los hombres, según Pilar, emiten 10 mil palabras al día aproximadamente, mientras que las mujeres, 17 mil. Como para el hombre es meta cumplida su pareja, sus hijos, su hogar porque lo “tienen seguro”, hablan poco y nada en casa. Mejoraría la relación si aprendieran a contar sus conflictos y ellas se sentirían más queridas.

Lo femenino es sensitivo, propiamente auditivo, de allí que la mujer desarrolla la intuición. En cambio lo masculino es visual, los hombres creen en lo que ven y ellas, en lo que oyen. Eso explica muchas cosas. Por ejemplo: por qué ellos miran pechos y colas. Esto tiene que ver con los genitales: ellos ven su erección, su eyaculación, su miembro; ellas, no.

Me pareció subrayable este último aspecto que consideró la psicóloga para entender en el maltrato, por ejemplo, por qué la mujer cree que su golpeador le pegará por última vez: porque se lo dice. Sordo aclaró que se trata, por supuesto, de patologías graves. Y tiene que ver con el hecho de que la mujer tuvo relaciones a lo largo de su vida con hombres “soltadores patológicos”, quienes incluso, pueden olvidarse hasta de los hijos que tuvieron. Pili habla de verdaderos tarados y otros calificativos para estos seres enfermos.

Sobre el placer sexual, quedó claro que ellas necesitan contención y que el detalle produce excitación lo que requiere que ellos, quieran expresarse y no cumplir con el objetivo de sólo eyacular.

En realidad, sacar de contexto toda la conferencia y provocar necesarios recortes no es conveniente. Pero quizá sirva para despertar interés en conocer un poco más sobre a qué se refiere Pilar Sordo en ¡Viva la diferencia!

La conclusión es que hombres y mujeres son complementarios y que la felicidad puede estar a la vuelta de tu cama, no ya de la esquina, sino ahí, muy cerca. Probar puede costar demasiado. En fin. Es otra alternativa para muchos. Ella es encantadora. Lo demás, corre por cuenta del usuario. Y de última: todo suma.

– Fotos tomadas por Salta 21

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