En la primera audiencia de la querella contra Milagro Castro la maestra afrontó con serena dignidad el trance judicial. Pedro Castiella renunció al patrocinio de Fernando Mazzone. La asesora del gobernador no asistió. Apoyo de Patricia Poblete.
La profesora Milagro Castro es querellada por presuntas calumnias e injurias por el profesor Fernando Mazzone, vicepresidente de la Junta de Calificaciones, acusado de titularizar irregularmente a su esposa.
En la mañana de ayer, entre las 9 y el mediodía, tuvo lugar la primera audiencia de la querella, en la Ciudad Judicial, presidida por la jueza de Garantías de 4ta Nominación, Sandra Espeche, que desplegó juventud y corrección en su atinado desempeño.
Se esperaba la presencia protagónica en el acto judicial de la asesora del gobernador, Liliana Mazzone, quien patrocinó en principio a su hermano. Pero la conocida letrada y política urtubeysta y kirchnerista dejó a su hija -también abogada- la representación legal de Fernando Mazzone.
Un caso emblemático, con implicancias políticas. El dictamen de la propia asesoría letrada del ministerio de Educación que ratifica que la denuncia de Castro está fundamentada y que -efectivamente- Mazzone no sólo titularizó irregularmente a su esposa (que no contaba con los requisitos para acceder a ese beneficio) sino que también se autotitularizó, sigue cajoneado en el despacho del ministro Leopoldo Van Cawlaert, quien deja pasar días, semanas y meses sin firmarlo.
Si el ministro de Educación del gobierno de Urtubey lo hubiera firmado Castro ya hubiese ganado la batalla en la vía administrativa y enfrentaría con mayor respaldo el ataque judicial de Mazzone.
Patricia Poblete, maestra y diputada del Partido Obrero, apoya activamente a Milagro Castro. Ayer se apersonó en la Ciudad Judicial para seguir de cerca el caso.
Pedro García Castiella un letrado reconocido en la lucha por los Derechos Humanos renunció al patrocinio de Fernando Mazzone, luego de que Poblete le enrostrara que tal acción contradecía su trayectoria.
Allegados de la docente querellada afirman que Castiella firmó el pedido de embargo cautelar del sueldo de la profesora Castro. Lo habría hecho como integrante de un estudio jurídico compartido con la asesora del gobernador, pero -según se indicó- el abogado y político cerrillano desconocía otros pormenores del caso y cuando se impuso de ellos se apartó de la causa.
Colegas de Milagro Castro del colegio 20 de Febrero denuncian que Aldo Pastrana -candidato a integrar la Junta por la lista 4- es un aliado de Mazzone contra la maestra asediada desde el poder. El profesor Pastrana testimonó ayer en favor del vicepresidente de la Junta.
También tenía que declarar en esta primera audiencia la directora del colegio 20 de Febrero, Ramona Amaya. Pero el lunes sufrió una caída en el colegio que le provocó un esguince en el tobillo y una fractura en la mano, por lo que su testimonio lo brindará el viernes 12 de septiembre.
Asistió como observadora Mónica Luna, la esposa de Mazzone, que seguía con atención y ansiedad las alternativas de la audiencia como única persona del público.
¿Honor herido o represalia y escarmiento?
Cuando docentes del colegio 20 de Febrero cuestionaron el nombramiento de Mónica Luna se hizo una reunión con supervisores y miembros de Junta en el establecimiento. Estos justificaron el nombramiento de la esposa de Mazzone.
Tras esa reunión, Fernando Mazzone acusó a Milagro Castro de haberlo calumniado e injuriado con la frase «lo que pasa es que Mazzone tiene licencia para matar». Este detalle habría sido agregado después en un acta, que se pretende es el documento principal para probar la calumnia.
Milagro Castro niega haber pronunciado la polémica frase. Pero aunque lo hubiera hecho en el fragor de un reclamo fundado y una indignación justificada, ¿a quién se le ocurre, si no es con tendenciosa malicia -y el grado suficiente de estupidez para no ver el ridículo-, interpretar una frase así en forma literal? ¿Acaso una madre que le grita a su hijo que rompió un jarrón: «¡mirá lo que hiciste, te voy a matar!» podría ser acusada de estar tramando un filicidio?
Tal expresión, en ese contexto, no quiere decir sino «Mazzone tiene piedra libre para cometer cualquier irregularidad en la Junta, como lo demuestra este nombramiento de su esposa».
Una opinión por cierto que -así correctamente interpretada- se atiene a las circunstancias que se discutían. Y que podría hacer referencia también al poder omnímodo con que Mazzone, sustentado en un carácter muy fuerte y a vínculos políticos importantes, manejaba un Órgano que por momentos parecía un apéndice de su persona más que un cuerpo colegiado.
Esta querella por calumnias, entonces, parece traída de los pelos. Para muchos no tiene otro sentido que lanzar una clara advertencia de lo que les espera a los que se atrevan a denunciar irregularidades cometidas por quienes ostentan cargos que debieran ser honrados con la mayor honestidad y transparencia.
Docentes del colegio 20 de Febrero descubrieron con estupor que la persona a la que sindican como parte de la maniobra de Mazzone para perjudicar a Castro, el profesor Aldo Pastrana ahora es candidato para las elecciones de la Junta, en la lista 4.
«El actuó como supervisor en apoyo de Mazzone. Como premio lo ascendieron a supervisor general. Y ahora aparece en el juicio como testigo en favor de Mazzone», señalaron las colegas de Castro a Salta 21.
El clan Mazzone pisa fuerte en la política de Salta. Son gente de fortuna, con influencias. Lograron que se le descuente -a modo de preembargo- 700 pesos por mes a Milagro Castro, quien se jubiló hace poco.
La maestra vive humildemente, pero tiene el respeto y el apoyo moral de sus colegas. Y está dispuesta -pese a todos los infortunios que sufre por este tema- a seguir luchando contra la injusticia. Ayer afrontó con serena dignidad los avatares de la primera audiencia en la querella que le inició Mazzone.
El viernes será el segundo round de este choque judicial. Entre el lunes y el martes de la semana que viene el caso entrará en su recta final.
Nota relacionada
– La Mala Educación en TV, Héctor Alí con Milagro Castro y Julián Ibarra
http://www.salta21.com/spip.php?article989
