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lunes, noviembre 25, 2024

Polémica por la participación de Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro 2011

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Habiendo trascendido en los medios fragmentos aislados de la nota que Aurelio remitiera a los presidentes de la Fundación El Libro y la Cámara Argentina del Libro, la noche del domingo ppdo. vía mail, y el lunes 28/2/11 por la mañana en la sede de ambas instituciones, referida a la designación del escritor Mario Vargas Llosa para “abrir” la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires 2011, y dado que su publicación de esa manera desvirtúa el sentido de la misma, les hacemos llegar el texto íntegro para aportar al debate abierto en el que están participando diversos compañeros del Espacio Carta Abierta. Notoriamente Horacio González, pero también Ricardo Forster con artículos en diarios, Carlos Girotti también desde el periodismo gráfico y radial, Alejandro Roffman y otros. Un cordial saludo y nos vemos el próximo sábado 12 de marzo, en la Biblioteca Nacional.

– Espacio Carta Abierta

Sres. Presidentes de la Cámara Argentina del Libro y de la Fundación El Libro, Carlos De Santos y Gustavo Canevaro

Con mucha perplejidad e intensa preocupación, me enteré leyendo La Nación –y completé, luego, la información hablando con algún miembro del Consejo de la Fundación– que la Feria de este año será inaugurada en una doble jornada: el día 20 de abril con la presencia de las autoridades públicas nacionales y de la ciudad, miembros de las cámaras del sector, etc., y sin el cierre de escritor alguno; y el jueves 21, en una suerte de “inauguración cultural”, por el Premio Nobel Mario Vargas Llosa. La explicación para esta excepción sería que el nobel no podría arribar a Buenos Aires antes, lo que obliga a desdoblar el evento mayor de la Feria. La realidad es que Vargas Llosa estará en Buenos Aires por lo menos desde el 19/4 (día en que está anunciado para la “Cena de cierre”) participando del “Regional Meeting: The Populist Challenge to Latin American Liberty” (Encuentro regional: El desafío populista para la libertad de América Latina) que se desarrollará en nuestra ciudad del 17 al 20 de abril, convocado y organizado por la Mont Pelerin Society (institución fundada por Friedrich Hayek, “sumo sacerdote” de la Escuela de Chicago y asesor de los gobiernos de Reagan, Margaret Thatcher y Augusto Pinochet, como puede verificarse con facilidad en internet) y la llamada Fundación Libertad, instituciones en las que el escritor milita activamente. Participarán de las jornadas, conforme al programa que puede leerse en los sitios www.montpelerin.org, www.mpsargentina.org y www.libertad.org.ar, entre más de un centenar de connotados representantes de la derecha liberal mundial y vernácula, Gerardo Bongiovanni, Presidente de la Fundación Libertad, Kenneth Minogue, Presidente de la Mont Pelerin Society, José María Aznar, Álvaro Vargas Llosa, el escritor cubano (Miami) Carlos Alberto Montaner, los economistas argentinos Alberto Benegas Lynch Jr. y Jorge Ávila, el Jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, y el escritor chileno Jorge Edwards.

Este evento termina el jueves 20 con “Un día intelectual en el campo”, en San Antonio de Areco, en coincidencia con la inauguración oficial de nuestra Feria. De ninguna manera me parece casual esto, para un encuentro que está programado y anunciado con muchos meses de anticipación y para el que la participación de Mario Vargas Llosa inaugurando la Feria del libro le servirá de caja de resonancia y amplificador de su presencia y sus mensajes, integrando una gran operación política.

Desconozco si las autoridades de la Fundación que tomaron la decisión estaban en conocimiento de lo que estoy informando (sé que no fue el consejo quien la votó, lo que puede haber restringido las posibilidades de enterarse), tampoco si las autoridades de las cámaras que la conforman fueron consultadas, dada la importancia del tema en cuestión. En cualquier caso me parece un grave error, que desvirtúa la tradición de la Feria y muy riesgosa para el desarrollo futuro de la Feria del Libro de Buenos Aires. Lo digo como antiguo socio de la Cámara Argentina del Libro y como editor que participa desde hace décadas con todo entusiasmo como expositor en la Feria. Es un grave error, porque el extraordinario escritor y muy merecido Nobel, Mario Vargas Llosa, es desde hace años, sobre todo, un propagandista, ostensible y florido, de las ideas y las políticas de la derecha liberal y, como tal, ha dicho las peores cosas de nuestro gobierno, de los gobiernos de América Latina con quienes integramos el Mercosur y la gran mayoría de los de Unasur, y en forma personal de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, Presidenta de la Nación, y del ex Presidente Dr. Néstor Carlos Kirchner. Estas expresiones pueden encontrarse consultando cualquier buscador de internet, pero para muestra transcribo una suavecita que cita La Nación en su artículo sobre la Feria: “La Argentina es un galimatías que nadie entiende. Deseo que termine el aquelarre” (?).

Desde la recordada gestión de Hugo Levín como Presidente de la Fundación el Libro, con la colaboración entre otros destacados consejeros de nuestro querido y recordado Elvio Vitali, la Feria incorporó a su tradición de discurso de autoridades, Fanfarria de Granaderos y bendición de instalaciones, la excelente costumbre de que un gran escritor argentino “abriera” la feria, lo que se pensó también como una instancia de consagración para ese escritor y de vidriera hacia el mundo de su obra. La saga que comenzó Saer fue continuada por otros destacados autores argentinos como Ricardo Piglia, Abelardo Castillo, Roberto Fontanarrosa, Tizón, Gambaro, etc. Me considero ciudadano latinoamericano y, como a tantos, me produce mucho placer cuando un hermano de la Patria Grande visita la feria y participa de sus actividades. Mucho más si se trata de escritores del nivel del autor de Conversación en la catedral, La guerra del fin del mundo o Historia de Mayta, como pueden ser el gran “Gabo” García Márquez, Carlos Fuentes, Eduardo Galeano, Roberto Fernández Retamar y tantos otros. Pero acá no se trata de eso. Su designación por la Fundación para abrir “culturalmente” la feria transforma su visita al predio ferial, su intervención, en un hecho político que es, objetivamente, prolongación del evento liberal ya comentado. No hay dudas de que Vargas Llosa tiene todos los pergaminos y, sobre todo, los merecimientos para ser una auténtica estrella en la Feria del Libro y motivo de felicidad para sus miles de lectores, y que un acto organizado por su editorial contará seguramente con récord de público, sobre todo en el año de su Premio Nobel. No es eso lo que está en discusión.

Cuestionamos que, por una parte, se cierra la posibilidad de que un autor argentino se dirija a los concurrentes de la feria, al país y en parte también al mundo y junto con aspectos de su biografía, sus reflexiones, la historia de su relación con la palabra escrita, nos deje un testimonio del momento histórico, visto desde nuestro lugar en este convulsionado planeta. Y, además, que la participación del Nobel peruano en los términos decididos es, de hecho, una provocación política al gobierno nacional, a gran parte de las fuerzas políticas, tanto oficialistas como opositoras, y a un sector muy importante del pueblo argentino. A la vez pienso que, aun para Vargas Llosa y para su público, la reacción que puede generar su presencia, absolutamente teñida de color político, terminaría siendo desagradable.

La Fundación el Libro ha atravesado épocas políticas diversas y ha podido hacerlo manteniendo un equilibrio razonable entre las múltiples tensiones que la tironean: empresarias, propiamente políticas, de relación con autoridades de ámbitos institucionales diferentes, etc. El error de esta decisión, tomada además en un año electoral, con las sensibilidades exacerbadas que esto supone, corre el riesgo de tirar todo por la borda. Parte de los editores, de los expositores, de los escritores y del público no lo entenderá. Y no se trata aquí de gustos literarios. Se trata del destino mismo de la nación, disputa en la cual la Fundación con la decisión tomada, lo haya pensado así o no, opta. Pienso que hay tiempo sobrado para revertir la medida. Hay una enorme lista de autores argentinos (historiadores o ensayistas que no han tenido mucho lugar hasta ahora, como Rozitchner, Galasso, Sarlo, Verbitsky, Horacio Gonzalez, I. Bordelois, Bayer, Halperín Donghi, Grüner, Feinmann, Kovadloff, narradores como Viñas, Aira, Batista, Sasturain, Saccomano o De Santis, dramaturgos como Cossa, Kartun o Gorostiza o poetas como Gelman o Boccanera, para mencionar los que acuden rápidamente a mi memoria) de la que se podría elegir alguno que “abra” la feria. Incluso se podría elegirlo del excelente catálogo de la misma editorial que publica a M.V.LL., para no perjudicar a nadie.

Por todo lo dicho solicito a ustedes la consideración de lo expresado, la elevación a los organismos de dirección para su consideración y, en el caso de la Cámara Argentina del Libro, la convocatoria a una cesión especial del Consejo abierta a todos los socios o tal vez mejor a una asamblea, para discutir esta grave cuestión y con el sustento de la opinión de las empresas asociadas, poder instruir a nuestros representantes ante la Fundación en el sentido de trabajar por la reversión de la medida que cuestionamos.

Cordialmente,

AURELIO B.R. NARVAJA

DECLARACIÓN. Mario Vargas Llosa en la Feria Internacional del Libro‏

Los abajo firmantes, escritoras y escritores argentinos,mujeres y hombres de la cultura, manifestamos nuestro profundo desagrado y malestar ante la designación del escritor Mario Vargas Llosa, por parte de la Fundación El Libro, para inaugurar la 37ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Convertido desde hace años en vocero de los grupos multinacionales editoriales y mediáticos, de un supuesto “liberalismo” de sometimiento y depredación, y de la oposición a lo que ellos denominan “gobiernos populistas” en América latina, Mario Vargas Llosa se ha ensañado de modo muy particular con nuestro país y nuestra sociedad, en declaraciones vastamente difundidas por esos mismos medios.

En consecuencia, nos parece que dicha designación es no sólo inoportuna sino también agraviante para la cultura nacional y para con las preferencias democráticas y mayoritarias de nuestro pueblo.

– Vicente Battista, José Pablo Feinmann, Ricardo Forster, Mario Goloboff, Horacio González, Juano Villafañe…

– Nota relacionada:

Inauguración de la Feria I. del Libro de Bs. As. por parte de Mario Vargas Llosa

http://www.salta21.com/+Inauguracion-de-la-Feria-I-del+.html

2 COMENTARIOS

  1. Polémica por la participación de Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro 2011
    Opinión de Eduardo Galeano (entrevistado por Tomás Forster)

    – Creo que, en todos los planos de la vida, las prohibiciones prestigian lo que prohíben. A este señor no hay que hacerle el favor de atacarlo ni de tirarle huevos podridos porque, probablemente, es lo que más le conviene. La mejor publicidad que puede tener algo o alguien, un producto o una persona, lo que sea, es la prohibición. Los ejemplos históricos abundan. La ley seca fue el origen de la fortuna de Al Capone. Recuerdo, en mi caso, lo que paso con Las venas abiertas de América Latina. Apenas se publicó, nadie le hizo caso, ni mi familia lo leyó (risas). Hasta que las dictaduras militares lo prohibieron y, a partir de ese momento, súbitamente el libro empezó a ser interesante, y eso ocurrió como un año y pico luego de salir la primera edición.

  2. Polémica por la participación de Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro 2011
    He podido apreciar a través de los medios las declaraciones de Vargas Llosa respeto de nuestra realidad política económica y social y llegue a la conclusión que su mirada procede desde un metafórico lugar elevado que le permite visualizar la mediocridad, según él, de nuestra cotidianidad y de quienes elegimos para gobernarnos con una autoridad que solo le corresponde a aquellos que están en un plano diferente o mejor, por sobre nuestra humilde condición de mortales argentinos descerebrados. En este contexto solo puedo celebrar que nuestros intelectuales asuman una postura y la expongan públicamente. Después de todo podremos no estar a la altura de las realidades perfectas que él transita, pero tenemos una pizca de orgullo que nos obliga a patalear.
    Por otro lado, es digno decir que la estatura literaria de Vargas Llosa la tiene bien ganada y con ello no tengo mas que loas.

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