La Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF), que agrupa a más de 4.000 farmacias en todo el territorio nacional, manifestó su preocupación ante la dificultad que presentan empresarios del sector para mantener las casi 100 mil fuentes de trabajo que en nuestro país se concentran en el mercado farmacéutico.
De acuerdo con el estudio de las estadísticas oficiales y el análisis de los datos propios, el precio de los medicamentos, en los últimos 10 años tuvieron un incremento del 207%, mientras que el salario de los trabajadores del sector manifestó en el mismo período un incremento del 1.820%, según las estimaciones realizadas por los sindicatos del sector.
Por otra parte, un informe elaborado por la FACAF, que compara las lineas de crecimiento del precio de medicamentos y el aumento de los sueldos entre enero de 2013 y enero de 2014, confirma esa tendencia. El estudio toma como base 100 a Enero 2013 para sueldos y precios. «En el período enero 2013-enero 2014 vemos un desfasaje que se va consolidando durante el transcurso del 1° semestre del año, llegando a su punto más alto en Agosto con una diferencia a favor del crecimiento de los sueldos respecto a los medicamentos de 16.5%.», dice el informe. Y agrega que «estamos midiendo solo el desfasaje producido en este período(2013-2014),pero a eso hay que agregar que desde 2007 ya se acumulaba una diferencia cercana al 70% a favor de los sueldos.»
Esta situación, sumada a diversas modificaciones en las variables que han modificado en los últimos años el negocio farmacéutico hace que los directivos de la FACAF adviertan sobre los riesgos de cierre de locales en diversas ciudades del país, con el consecuente perjuicio para el mantenimiento de las fuentes laborales.
El presidente de FACAF, Miguel Ángel Lombardo, explicó que “ya se está registrando en algunos puntos del país el paulatino cierre de algunas farmacias. Es un fenómeno que no resulta masivo, pero se trata de una tendencia preocupante”. El dirigente aclaró que, por lo que informan las entidades integrantes de la FACAF, esto ocurre “debido a una situación crítica no sólo desde el punto de vista económico, sino también del financiero”. En ese sentido, Lombardo aclaró que “uno de los principales problemas que enfrentan los responsables de las farmacias es que los pagos a los proveedores los debemos hacer en 15 días máximo y los cobros se reciben a los 90 e incluso 120 días”.
Según el presidente de FACAF, uno de los aspectos más preocupantes de esta situación es que “la disminución de comercios afecta la oferta que tiene que ver con el sistema de dispensación de medicamentos a la seguridad social”. Las farmacias son un eslabón fundamental en la provisión de asistencia médica a los afiliados a obras sociales, en especial a la de jubilados. “En el mismo nivel de preocupación está la situación de los trabajadores, dado que esta actividad comercial aglutina casi 100 mil empleados en todo el país”, aseguró Lombardo.
Uno de los casos más preocupantes se registra en la Capital Federal. Según un relevamiento de la Cámara Argentina de Farmacias –adherida a FACAF- desde 2010 hasta fines de 2013 cerraron más de 180 locales en la ciudad Autónoma. Otras estadísticas hablan de más de 200 cierres en el resto del país entre 2012 y 2013.
Son, principalmente, farmacias de barrio, emprendimientos familiares, tradicionales que no tienen forma de afrontar los desafasajes financieros y el retraso en los precios de los medicamentos.
Actualmente, en la Capital Federal hay cerca de 18 mil empleados que desempeñan diferentes tareas en las farmacias. “La clave es sostener la empresa para poder mantener esos puestos de trabajo”, remarcó Lombardo. Y agregó que este panorama es similar en amplios sectores del conurbano donde existe un número aún mayor de trabajadores de farmacias. El dirigente incluyó dentro de esta problemática el creciente fenómeno de concentración del negocio que se registra en la Capital Federal.
El actual esquema de comercialización provoca inconvenientes al funcionamiento del comercio farmaceútico. “El dueño de la farmacia es el que más aporta en los descuentos para los clientes. Las prepagas sólo realizan un descuento menor y siempre obtienen autorizaciones para subir sus aranceles”, evaluó Lombardo. Por último, Lombardo consideró que «los estados nacional y provincial deben acudir en defensa de nuestros empresarios. Las obligaciones de ley son cumplidas por todas las farmacias, pero para el Estado a pesar de ser, el nuestro, un servicio publico, no da a las farmacias ninguna diferencia impositiva que haga sustentable a las farmacias argentinas».
Además de los inconvenientes registrados en Buenos Aires, Lombardo detalló que “las farmacias chicas y medianas de las ciudades del interior y la de los pueblos son las que más sufren este problema de baja de la rentabilidad y de los inconvenientes financieros. Y allí nunca van a ir las grandes cadenas o los empresarios grandes por lo tanto eso pone en riesgo la prestación del servicio para miles de habitantes de esos lugares”.
Por caso, mencionó lo que ocurre en Salta. El presidente de la Cámara de Propietarios de Farmacias de esa provincial, Francisco Puló, informó que “desde hace varios meses hemos advertido que hay más cierres que aperturas de comercios” en esa jurisdicción.
Puló explicó que los costos dificultan mucho la renovación de stock y por eso muchas farmacias no venden lo que se demanda, además están comenzando a reducir el personal. En Salta, los farmacéuticos piden la recomposición en la cadena de pago pautada con las obras sociales porque siguen cobrando con 90 días de diferencia.