El Instituto Nacional contra la Discriminación quiere manifestar su preocupación por las desafortunadas declaraciones del
diputado nacional Fernando «Pino» Solanas.
El legislador, en declaraciones al canal de noticias C5N, sostuvo que «las provincias más pobres no se caracterizan por tener la mejor calidad del voto».
A partir de esta desafortunada frase de Solanas acerca del «bajo nivel cultural» de las poblaciones de las provincias con más altos índices de pobreza, que supuestamente se manifestaría en una «baja calidad» en los votos de esos electorados, convocamos a reflexionar sobre qué significa la palabra democracia.
En su concepción más simple, democracia significa que una persona
equivale a un voto. Esta simple pero -en su momento- revolucionaria
idea ecualiza a todos los sujetos políticos de un país en tanto
ciudadanos y ciudadanas. Es un principio básico de igualdad y es
preocupante que un diputado de la nación lo desconozca. Las ideas y
propuestas de voto calificado han sido, por suerte, descartadas en la
historia por injustas y antidemocráticas.
Al respecto Claudio Morgado, Presidente del INADI manifestó:«La igualdad política, sustento y fundamento de la igualdad social y cultural, no admite calificaciones ni condicionales. Los votos de todos los ciudadanos y ciudadanas son iguales, y valen lo mismo dentro de una urna. Los/las representantes que quieran ser votados deben esforzarse por persuadir a sus conciudadanos en tanto iguales y no descalificarlos si su propuesta electoral no es acompañada.»
La democracia, además, se sustenta sobre un principio: dados ciertos
requisitos de transparencia y libertad, los resultados de las elecciones
son legítimos y deben aceptarse como tales. Cuestionar un resultado
electoral descalificando la legitimidad cultural de los votantes
resulta, además de discriminatorio, una clara violación al más básico
espíritu democrático.
Por su parte, María Rachid, Vicepresidenta del INADI, sostuvo que: «Es realmente muy triste que haya gente que piense que hay personas mejor calificadas que otras para votar. La experiencia personal y colectiva es la mejor fuente de sabiduría a la hora de elegir a quienes nos representen. En el mundo y en la historia sobran ejemplos de poblaciones muy cultas con representantes que no han sabido respetar ni los derechos humanos más básicos. Todas las personas deben tener los mismos derechos, especialmente cuando se trata de aquellos derechos que garantizan la democracia y la igualdad. Espero que este exabrupto nos convoque a todos a reflexionar sobre la importancia de estos valores en nuestra sociedad».
Desde el INADI estamos convencidos que sin participación y compromiso político de quienes ven sus derechos cotidianamente cercenados, no habrá avance posible hacia una Nación más justa, más igualitaria y más plural.
