La Fundación Federalismo y Libertad y la Fundación Naumann, invitan a la Prensa y al Público en general, a la presentación del libro Los Otros Muertos, las Víctimas Civiles del Terrorismo Guerrillero de los 70`.
La publicación será presentada por uno de los autores, la abogada, Victoria Villarruel, fundadora y presidente del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV). La presentación de la obra contará con el testimonio de Graciela Saraspe, hija de Héctor Saraspe, asesinado por el ERP el 20 de septiembre de 1975, en la localidad de Santa Lucía, Tucumán y Gladys Pérez, hija de José Pérez, asesinado por montoneros en 1974 durante el secuestro de los hermanos Bron.
El evento se realizará este jueves 25 de febrero a las 19:30 en el Sheraton Tucumán Hotel (avenida Soldati 440).
La entrada es libre y gratuita. Inscripciones de periodistas y publico en el siguiente link: http://www.federalismoylibertad.org/presentacion-del-libro-los-otros-muertos-las-victimas-civiles-del-terrorismo-guerrillero-de-los-70%E2%80%B3/.
Presentación del libro «Los otros Muertos, las Víctimas Civiles del Terrorismo Guerrillero de los 70»
Los organismos de derechos humanos de la Argentina han sostenido desde el año 1983 una consigna para ellos innegociable: «Memoria, Verdad y Justicia». Sin embargo, hasta ahora, solo hemos tenido una memoria, verdad y justicia sesgadas, acomodadas a gusto de la militancia setentista.
En Octubre de 1975 la Organización Montoneros asaltó el cuartel del Regimiento 29 de Monte de Formosa; era la primera acción -denominada con el código «Operación Primicia»- del flamante «Ejército Montonero». El país era gobernado por la viuda del General Perón, y ella y su esposo (ya fallecido) habían sido elegidos con el 63% de los votos en elecciones libres y democráticas. El asalto fue, entonces, un verdadero golpe de estado, armado y violento por si hubiera dudas, y lógicamente penado por las leyes constitucionales.
Las pérdidas humanas como resultado de esa acción militar fueron de algo más de 15 muertos del lado de las fuerzas atacantes, y de doce miembros del Ejército Argentino: 2 cuadros y 10 soldados conscriptos de humilde condición que cumplían con el servicio militar obligatorio.
Montoneros siempre dijo que actuaba en defensa de los pobres y desposeídos; sus herederos de La Cámpora, Quebracho, la Tupac Amaru y el Movimiento Evita lo reafirman hoy. Sin embargo en ese asalto del lado de Montoneros había un chico rico, muy rico, de apellido prestigioso, llamado Luis Roberto Mayol, que revestía como «oficial» de la tropa atacante y que resultó el entregador del cuartel. En el grupo de «colimbas» que defendía el cuartel estaba el «Negro» Hermindo Luna, que provenía de un hogar tan pobre como peronista. Fue el «Negro» Luna el que al ser intimado a rendirse dijo «¡Aquí no se rinde nadie, carajo!», tras lo cual recibió una descarga cerrada que lo partió en dos.
El «oficial» Mayol figura como víctima del terrorismo de estado en la historia oficial; es reivindicado permanentemente por la militancia. Mientras que del «Negro» Luna no se acuerda nadie; su mamá se murió pobre como había vivido siempre, en las tierras formoseñas que gobierna como su estancia propia el Gildo Insfrán, uno de los gobernadores predilectos de Cristina Kirchner.
Estas son las incongruencias de la historia de violencia que vivió nuestro país. Estas son las cosas que los argentinos necesitamos conocer, para que la memoria y la verdad sean completas.